Capítulo Uno.

1.4K 38 2
                                    

- ¡¡Por fin!! ¡Ya no volveré a esa escuela jamás! - me tiré al mueble en cuanto entré a mi casa.

- Ni tanto ____, volveremos en dos meses - y habló mi mejor amiga, la más positiva y alentadora del mundo; Perrie.

- ¡Perrie! Déjame disfrutar mis vacaciones - cerré mis ojos tratando de transportarme a mi lugar tranquilo y feliz.

- Pues disfruta amiga, porque en cuanto tu mamá vea tus calificaciones, no te dejará salir a ningún lado y encima te pondrá a limpiar toda tu casa - deja de alentarme a-mi-ga.

- Si nadie le enseña, no se enterará. Ahora déjame ir a mi lugar feliz - volví a transportarme. Pero no duró mucho, porque me interrumpió el sonido del timbre. ¡¡Ah!! ¡Acaso no puedo descansar en paz! Ay no, eso sonó a que estuviera muerta. ¡Nah! Ya que - Perrie, abre - ella me obedeció.

- Hola hija - se acercó mi mamá con Perrie.

- Hola - me volví a acurrucar en el mueble.

- ¿Cómo les fue en su último día de escuela? - preguntó mientras iba a la cocina.

- Solo te diré que estoy feliz de estar en casa y de no volver a esa escuelucha - hice una mueca a la hora de pronunciar la última palabra.

- ¡Verdad! ¿Y tus calificaciones? - ¡¡Diablos!! No puedo decirle que mañana tiene que ir a recogerlos, porque si lo hace no tendré ni una semana de libertad.

- Pues… como algunos profesores no entregaron las calificaciones de sus áreas, retrasaron la entrega - me encogí de hombros.

- ¿Segura? - asentí - Perrie… - ¡Típico! Desde aquella vez que le hice una pequeña mentirita a mi mamá cuando apenas tenía 12 años, ella no confía mucho en mí que digamos, por eso todo le pregunta a Perrie. Ella, digamos que es sincera, pero no cuando yo estoy en el medio.

- Si, señora - habló como si mi mamá fuera un sargento, solo le faltó poner su mano a la altura de su frente como señal de saludo.

- ¿Es cierto lo que dijo ____? - Perrie me miró, yo la miré con mi mirada Nº 18 'Di que si o sino te va mal'.

- Si es cierto, retrasaron la entrega de las calificaciones - dijo mi querida y mi mejor amiga Perrie.

- Bien, ¿y Niall?

- Pues mi sexy novio se tuvo que ir a acompañar a su mamá a hacer unas compras para su casa y bla bla bla - hice que mi mano se convirtiera en boca y dijera 'bla bla bla'.

- Es raro que no esté aquí, robándome la comida del refrigerador - Perrie y yo soltamos una carcajada.

- Mi bombón come y no engorda - dije orgullosa de mi hombre. ¿Hombre? Ni siquiera cumple los 18 años y ya le digo hombre. ¡Esto es el colmo!

- Hija, ¿qué tal si en vez de hablar de tu bombón, me ayudas acá en la cocina? - ¡¡No!! Eso pasa cuando me quedo a hablar más de un minuto con mi mamá, siempre me pide que le ayude en lo que sea que esté haciendo. ¡A escapar de ella! Y Perrie, prepárate porque me vas a ayudar.

- Lo siento mami, pero con Perrie quedamos en que iría a su casa, ¿no Perrie? - la miré con mi mirada Nº 15 'Afirma todo lo que diga'. Ella ya sabía leer mis miradas, así que asintió.

- Bien ____, pero vienes antes de las diez de la noche - ¡Si, mamá! Me lo has dicho más de un millón de veces.

Salí con Perrie y fuimos a… ¿su casa? ¡No! Fuimos al centro comercial para ver la nueva ropa de temporada. Entramos a una de las tiendas y comenzamos a probarnos algunos sensuales mini shorts. Aunque Perrie sea sincera y buena con mi madre, siempre le gustaba lucir bien. Le gustaba tener polos escotados, mini shorts y todas las cosas diminutas posibles. Bueno tampoco todo el tiempo andaba así, algunas veces se moderaba y se ponía jeans y polos sin escote. Era igual a mí. Y pensar que antes era una niña que no le gustaba enseñar más que sus tobillos. ¡Dios! Es mi orgullo, hasta algunas lágrimas me salen. ¡Bien, bien! Retornemos. Seguíamos probándonos distintas ropas que había en la tienda, claro sin comprar nada al final. Siempre nos divertimos así cuando no tenemos nada que hacer. Ya habíamos entrado a más de cuatro tiendas, cuando salimos de la última Perrie recibió una llamada.

- ¿Aló? … ¿Qué? ¿Cómo? … ¡Ay! Bien, allá voy - colgó.

- ¿Quién era? - pregunté poniéndole mi brazo encima de su hombro.

- Mi hermano, su brazo se quedó atorado en el lavadero y tengo que ir a mi casa a desatorarlo - hizo una mueca.

- Te acompaño - todo con tal de ver a mi ex primer amor platónico. Ahora ese puesto lo ocupa el ardiente Taylor Lautner. Fui con Perrie a su casa. Entramos y escuchamos los gritos de su hermano llamándola.

- ¡Perrie! ¡Apúrate, sácame de acá! - gritaba a todo pulmón. Pobre, hay que hacerlo esperar.

- ¡Si ya voy! - Perrie estaba dirigiéndose a la cocina, pero yo le agarré el brazo - ¿Qué pasó? -volteó.

- Creo que me vino el pesado de Andrés y me manché, ¿vamos arriba para que me prestes una toalla femenina y algún short o jean? - mentí. Ella asintió.

- ¡Espérame un rato! ¡Voy con ____ a mi habitación! ¡No me tardo! - le gritó a su hermano. Él le gritaba que no se fuera, pero aún así nos fuimos a su habitación. Llegamos y ella comenzó a buscar en la gaveta de su baño una toalla femenina, la encontró y me la trajo.

- No la necesito - ella me miró confundida.

- ¿Qué? Pero dijiste que te vino el Andrés… - reflexiona Perrie, vamos tú puedes. ¡Piensa! - ¡Espera! El Andrés se te fue la semana pasada. Tú hiciste esto para molestar a mi hermano - se cruzó de brazos. Yo solté una carcajada.

- ¿Yo? - me hice la inocente - No no no mi querida Perrie, te equivocas - negaba con la cabeza.

- Claro que no, siempre te paras vengando de él cuando puedes - fue otra vez hacia su baño a guardar la toalla femenina que le había hecho sacar por las puras.

- ¡No es así! - fingí enfado - Solo me divierto con él, nada más - me encogí de hombros.

- Eso no es diversión ____, eso es venganza - salió del baño. Solté una carcajada.

- ¿Venganza? ¿Por qué me vengaría? - me senté en su cama.

- A ver… no sé, tal vez porque tú querías estar con él pero él se negó porque eres una niña - ¡Uy Perrie! ¡Me diste directo en el corazón! No no amiga, así no se juega.

- ¿Qué yo quería estar con él? ¡Pff! - rodé mis ojos - Por favor Perrie, yo estoy con Niall, mi bombón - suspiré.

- Has memoria ____, tú te morías por mi hermano - se sentó al costado mío.

- Lo lamento, pero sufro de falta de memoria a corto plazo - me sobé la cabeza.

- ¡____! Todo lo que haces para no admitir tu amor por mi hermano - rió burlona. ¿Riéndote de mí, Perrie? Más adelante las pagarás.

- ¡No siento nada por tu hermano! - me paré indignada. La verdad, me hice la indignada.

- Entonces, ¿por qué te vengas de él? - alzó una ceja.

- No me vengo, solo me divierto. Ya te dije - me crucé de brazos - Además como puedo sentir algo por alguien que ya ni siquiera me acuerdo su nombre - rodé mis ojos.

- Pues te lo recordaré ____. Su nombre es Louis Tomlinson - ¡Maldita Perrie! Ahora ese nombre suena como eco en mi cabeza. 

Mi sexy profesor (Liam&Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora