Capítulo Catorce.

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A los segundos me arrepentí de estar ahí parada y más de haber tocado el timbre. Di media vuelta y me disponía a irme, pero Ariana y Perrie me detuvieron e hicieron que vuelva a mi posición anterior. ¡Malditas! Claro, como ellas no se mueren por mi profesor. Esperamos apenas unos minutos cuando el profesor abre la puerta. Tenerlo al frente mío había hecho que olvidara la razón de porque había ido. No podía decirle que quería venir a visitarlo y por eso le había sacado su dirección a mi mamá, y mucho menos que vine a coquetearle para que se fije en mí. Entonces, se puede saber… ¡¿Qué le voy a decir?!

- ¿____? - preguntó extrañado al verme. ¡Rayos profe! No me ha dado ni un segundo para pensar que le voy a decir. Vamos piensa, algo se te tiene que ocurrir. ¡Eso es!

- ¿Profesor Liam? - pregunté haciéndome la desentendida. Era parte de mi plan.

- ¿Qué haces aquí? - volvió a preguntar. ¿Esta es mañana de preguntas? Ambos nos estamos preguntando sin tener respuesta. Bien, hora de poner en marcha mi plan.

- Pues, en las cosas de mi mamá encontré una dirección - empecé - quería saber de quién era. No sabía que usted vivía aquí - no ha sido un buen plan, pero es que no me dio mucho tiempo para pensar. Ahora a ver si se la cree.

- Pues sí, vivo acá - sonrió. ¡Genial! Se la creyó. ¿Eso nomás profesor? ¿No me va hacer pasar? Bueno pues, no se preocupe, de eso me encargo yo.

- ¡Ah! ¿Y podemos pasar? ¿O está ocupado? - pregunté. Él sonrió y negó con la cabeza.

- No, pasen chicas - se apartó de la puerta y nosotras entramos - siéntense - nos señaló el mueble, nosotras lo obedecimos - ¿quieren algo de tomar? - preguntó dirigiéndose a una habitación, supuse que era la cocina.

- Un jugo - respondí. Él asintió y miró a Perrie y a Ariana.

- Lo mismo que ____ - respondieron ambas. ¡Ay! Ya están bien entrenadas. Él sonrió y entró a la cocina.

- Busquen algo que me pueda llevar de recuerdo - les ordené, ellas rieron y comenzaron a ver alrededor de ellas buscando un recuerdo. Yo hice lo mismo, pero no encontré nada. Creo que tendré que ir a su habitación. Seguimos buscando, pero dejamos de hacerlo cuando sentimos los pasos del profesor.

- Aquí tienen - nos entregó los vasos. Nosotras agradecimos. Él se sentó al frente de nosotras. ¿Ahora qué?

- Profesor… Liam, ¿cierto? - habló Perrie. Él asintió. ¿Qué va a hacer ahora? - ¿usted vive solo? - preguntó mientras daba un sorbo a su vaso. ¡Ay Perrie! Es obvio que vive solo, ¿o ves a alguien más acá?

- Si, vivo solo - respondió. Tranquilo profesor, no se le vaya a acabar la saliva de tantas respuestas largas que da. Creo que está nervioso, es entendible.

- Profesor, ¿usted tiene novia? - preguntó Ariana. ¡¡Por fin!! Ariana te hiciste una. Ahora quiero escuchar la respuesta, y si es un no, mejor.

- La verdad que no - sonrió. ¡Sí! Ahora él definitivamente es todo mío. ¿Pero cómo es posible que no tenga novia? ¿Acaso todas las mujeres, menos yo, están ciegas?

- ¿Y no está interesado en nadie? - volvió a preguntar Ariana. ¡Muy bien! Esta niña está que aprende muy rápido. Ha hecho dos muy buenas preguntas.

- No, por ahora quiero dedicarme a mi trabajo - respondió. Usted mismo lo ha dicho profesor, 'por ahora', luego estará babeando por mí. Bueno, eso espero.

- Y por así decirlo, ¿se fijaría en una chica menor que usted? ¿De unos 15 años? - preguntó la maldita de Perrie. ¡¡Ah!! ¿Cómo puede preguntar eso? Traté de mirarla fulminante, pero ella desviaba mi mirada.

- ¿Por qué me preguntas eso? - preguntó sonriendo. ¡Maldita Perrie! Pero ahora usaré lo que dijo en su contra.

- No le haga caso profesor , lo que pasa es que a ella le atrae el padre de Ariana - la miré con una sonrisa malévola y ella me miró seria.

- ¿Te gusta mi padre? - preguntó Ariana sorprendida. Perrie se acercó a ella y le susurró algo al oído, Ariana suspiró aliviada. Miré al profesor y él estaba sonriendo. ¡Qué hermoso se ve!

- Me llevaré sus vasos - se levantó el profesor y recogió nuestros vasos. Luego se dirigió a la cocina.

- Espere profesor, lo acompaño - dije levantándome y dirigiéndome a la cocina con él, mientras lo hacía volteé y le guiñé el ojo a Perrie y a Ariana, ellas sonrieron. Seguí caminando y ambos llegamos a la cocina. El profesor comenzó a lavar los vasos - ¿le gusta lavar? - pregunté sonriendo.

- Solo me gusta que todo esté limpio - sonrió. Yo decidí ayudarlo; mientras él lavaba, yo secaba - ____, ¿puedo hacerte una pregunta? - habló mi profesor. ¡Por fin! ¿Me va a pedir que sea su novia o un beso? Cualquiera que sea, la respuesta es sí.

- Si, con tal que no sea estudio porque con lo que tendré en la tarde es suficiente - bufé. Él sonrió.

- No es de estudios la pregunta - sonrió. ¡Uy! Si no es de estudios, entonces puede ser lo que estaba pensando.

- Entonces pregúnteme - sonreí mientras terminaba de secar un vaso.

- ¿Cómo estás con Niall? - preguntó. ¿Me pregunta por mi novio? Me huele a celos. Vamos a darle más.

- Todo está bien profesor - sonreí - ayer arreglamos el problema que teníamos y estamos mejor que nunca - guardé el vaso que había terminado de secar. ¿Lo puse más celoso?

- Me alegro - dio una media sonrisa - tú eres una chica muy madura y linda - ¡¡Ah!! ¡Que alguien me agarre porque ahora me desmayo! - así que debes estar con alguien que sepa valorarte - sonrió. Yo asentí como tonta.

- S-si profesor, lo sé - tartamudeé. ¡Reacciona! ¡Aunque no puedo! ¡Me dijo que era linda y madura! ¡Cómo puedo reaccionar ante eso! ¡No puedo, no puedo! Bien, él ya preguntó sobre mi vida sentimental, ahora me toca a mí - Profesor - él me miró - ¿seguro que no tiene novia?

- No - sonrió - ¿acaso es difícil de creer? - alzó una ceja.

- Si, usted es muy lindo también - sonreí, él hizo lo mismo - y si las mujeres no se dan cuenta de eso, pues necesitan urgentemente de un oculista - él rió.

- Puede ser también que yo no me fijo en ninguna de ellas - alzó las cejas. Muy bien dicho profesor, porque usted solo tiene que fijarse en mí.

- ¿Acaso tiene un prototipo de mujer? - pregunté mientras él me daba un vaso nuevo para secar.

- La verdad no, uno no elije de quien enamorarse - respondió lavando el último vaso.

- ¿Puede enamorarse de cualquier mujer? - volví a preguntar.

- Si la conozco lo suficiente, si - respondió dándome el último vaso. ¡Uy! Tenemos mucho tiempo para conocernos profesor - bien, terminamos - se secó las manos - vamos afuera con tus amigas - yo asentí, guardé el vaso y salimos. Ariana y Perrie estaban buscando lo que les pedí minutos atrás; un recuerdo para llevarme a casa. Vi como Ariana se sentaba nuevamente en su sitio apenas nos vio, lo mismo hizo Perrie, pero alcancé a ver que se guardó algo debajo de su casaca. ¡Genial! Seguro consiguió algo. El profesor y yo nos sentamos en nuestros sitios anteriores y comenzamos a conversar, casi todo el tema era de la escuela. Aburrido, pero yo me la pasaba admirando el perfecto rostro del profesor. Las horas pasaron y ya eran las 12 del mediodía. Nos levantamos y nos despedimos del profesor. Él como todo un caballero que es, nos acompañó hasta la puerta. Ariana y Perrie salieron primero, dejándome a mí al último. Seguramente lo planearon. Cuando estaba saliendo sentí que alguien me detuvo. El único que podría ser era el profesor. Un escalofrío inmenso se apoderó de mi cuerpo. Lentamente volteé y lo miré.

- Nos vemos más tarde - sonrió. Yo también le sonreí y asentí. Me soltó y entró a su casa, mientras que yo me quedé parada, estaba en shock. Un grito de Perrie me hizo reaccionar. Salí de mi trance y fui hacia ellas.

Mi sexy profesor (Liam&Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora