Capítulo Seis.

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Ahí estaba, descansando en mi escritorio. Yo no quería ni tocarlo, no quería ver al vejete. Me eché en mi cama a esperar a Perrie, a ella le diría que lo viera y que me dijera como es. Pasaron 5 minutos y escuché el timbre. Escuché los pasos de mi mamá que se dirigían a abrir. Luego de unos minutos tocan mi puerta.

- ____ ¿puedo pasar? - escuché a Perrie detrás de la puerta.

- Si, pasa - dije mientras me sentaba en mi cama, ella entró.

- Tu mamá me comentó algo del profesor, ¿ya lo viste? - preguntó acercándose a mí. ¡No quiero verlo!

- Míralo tú, yo no quiero traumarme, está encima de mi escritorio - rodé mis ojos. Ella asintió y se dirigió hasta allá. Cogió el papel y al momento de verlo abrió sus ojos como platos. ¡Lo sabía! Mi profesor es un vejete y feo. ¡¡No!! - ¿está muy feo? - pregunté haciendo una mueca.

- Míralo tú misma - dijo mientras se acercaba a mí con el papel.

- ¡No! No quiero verlo - se detuvo - solo dime como se llama - con el nombre yo me podía imaginar a las personas. Ella asintió.

- Se llama Liam Payne - leyó del papel. ¿Liam? El único Liam que conocía era el esposo de la amiga de mi mamá y no era un dios griego, sino todo lo contrario. ¿Y si este Liam era así? ¡Ay no!

- ¡Puaj! Ya me lo imagino; chato, gordo, con una gran barba y encima coqueteándole a mi mamá - hice cara de asco.

- ____ mejor míralo con tus propios ojos - insistió Perrie. ¿Acaso quiere que me queme los ojos con ese vejete? Pensé que eras mi amiga Perrie. Yo negué con la cabeza - ¡Míralo! Verás que es todo lo contrario - me extendió el papel. ¿Todo lo contrario? ¿Alto, esquelético, pelado y encima sin una perra que le ladre? ¡Dios! No sé cual es peor. Yo tomé el papel dudosa, no quería verlo, pero mejor quería tener una imagen de cómo era, para que mañana no me desmaye o vomite cuando lo tenga al frente mío. Miré el papel. ¡¡Oh por dios!! ¿Este es mi profesor o es un modelo de revista? ¡Muero! Ese cabello, esos ojos, esa nariz, esas cejas, esas pestañas, esa boca. ¡¡Por dios, esa boca!! Si que era todo lo contrario. ¡Ya quiero que sea mañana!

- ¿E-este es mi profesor? - tartamudeé de tanta belleza que tenía en mis manos. Perrie asintió con una sonrisa - ¡Por dios! Pero es… un… ¡Papacito! - comencé a darle besos a la hoja. Ahora sus labios sabían a papel, pero mañana sabré a que saben de verdad.

- ¿Cuándo vendrá? - preguntó Perrie emocionada mientras brincó a mi cama para sentarse.

- ¡Mañana! - grité emocionada. Ya quiero ver a este churro en persona.

- ¿A qué hora? - preguntó viendo la foto del guapo profesor. ¿Acaso le gusta? ¡No, no, no! Es mi profesor, ¡Mío!

- En la tarde - la miré - dime Perrie, ¿te gusta MI profesor? - recalqué la palabra 'mi'. Ella se puso nerviosa. ¡Lo sabía! ¡Maldita! Si fuera un vejete no babearías, pero no, es un adonis.

- ¡No! ¿Por qué dices eso? - se paró y me dio la espalda. ¡¡Perrie!! ¡No quiero ver tu espalda, quiero verte a ti! ¡¡A ti!!

- ¡Perrie! Mírame y dime que no te gusta - ella no volteó - ¡¡Perrie!! - ella volteó - ¡Dime!

- ¡Ay ____! No te puedo mentir, tu profesor está guapísimo - mordió su labio inferior. ¡Quita profesores sexys!

- Si, lo sé. Está guapísimo, pero mi querida Perrie no puedes fijarte en él, mira su información - le enseñé la hoja - ¡Tiene 21 años! ¡Podría ser tu hermano! ¡Y eso que es mayor que tú hermano! - mentí, no quería decirle que el profesor era solo mío, sino le iría con el chisme a Niall. Si a ella le gustaba el profesor y si le diría que me gusta también, ella sacaría sus garras y haría lo que sea para quedarse con él.

- Pero tú te mueres por mi hermano y tiene 20, ¿por qué yo no puedo morirme por tú profesor? - se cruzó de brazos. Golpe bajo Perrie. Pero tú misma lo has dicho, 'tú profesor', o sea que es mío. ¡¡Mío!!

- Por eso mismo Perrie, tu hermano no me hizo caso y me hizo sufrir - fingí tristeza - no quiero que pases lo mismo que yo con el profesor - mi sexy profesor.

- Tienes razón ____ - ¡Eso es! - si me fijo en él, sufriría. Mejor me consigo alguien de mi edad - sonrió.

- Si, aunque ya lo tienes - la codeé suavemente, ella se sonrojó. A mi amiga le gustaba un chico de la escuela, no era de su edad sino un año mayor, pero por ahí van. Era uno de los chicos populares, algunas veces era humilde, pero otras veces era un patán. Aún así a Perrie le gustaba y parecía que a él también ella.

- Ya deja de molestarme, me sonrojo - dijo tímida. Eso lo sé, Perrie, por eso lo hago - mejor leamos la información de tu nuevo profesor - sonrió.

- Bien, leamos - llevé el papel a la altura de mis ojos - Nombre: Liam Payne, edad: 21 años, especialidad: lenguaje, estado civil: soltero - ¡Uy, que rico! - gustos: libros, obras literarias, escribir, leer y en sus ratos libres, surfear - ¡Hey! Falto yo - disgustos: cucharas - Perrie y yo soltamos una carcajada. ¡Ay por dios! Muy lindo y todo, pero más miedoso.

- ¿Cucharas? - preguntó riéndose Perrie - definitivamente me quedaré con el chico de la escuela - rió. ¡Si Perrie! Perfecta decisión, así será para mí solita.

- Hablando de chicos de escuela, vamos a ver mi bombón - me paré y dejé el papel en mi escritorio. Salimos de mi habitación y bajamos a la cocina, ahí estaba mi mamá, le avisaré que saldré con Perrie.

- Hola chicas - saludó mi mamá - ____ ¿viste al profesor? - preguntó. ¡¡Si!! ¡Y está súper sexy! ¡Gracias mamá, gracias! Luego te daré masajes o te beso los pies, lo que quieras.

- Si y no está mal - fingí que no me importaba, porque si no sería capaz de cambiarlo por un vejete real. Y ____ no quiere eso. No, no quiere - mami, vamos a ir a la casa de Niall, ¿podemos? - ella asintió. Perrie y yo salimos de mi casa y vi que justo también Ariana estaba saliendo de su casa - ¡Ariana! - la llamé, ella volteó. Tenía una bandeja, casi igual a la que me trajo hace un rato. Perrie y yo nos acercamos a ella.

- Hola eh… no sé tu nombre - hizo una mueca.

- Soy ____ y ella es Perrie - señalé a mi amiga, ellas se sonrieron - ¿ahí tienes pastelitos? - le señalé la bandeja, ella asintió - ¿acaso haces delivery o qué? - ella rió.

- No, es que mi mamá quiere que le lleve pastelitos a todos los vecinos - rodó los ojos - creo que quiere que todos sepan que es buena cocinera - reímos.

- ¿Y a dónde llevas esos pastelitos? - preguntó Perrie. Ariana señaló la casa en donde los llevaría y justo era la de Perrie - ¡Oh genial! Estos son mis pastelitos - cogió la bandeja.

- ¡No! - se la quité - estos van a ser para mi bombón, vamos a su casa - me fui y Perrie y Ariana me siguieron. Llegamos a la casa de Niall y Britanny, su hermana chinchosa, nos abrió.

- Hola cuñadita - dijo cachosa. Hola cara de perro. ¡Ah, no! Pobre el perro.

- ¿Está Niall? - pregunté tratando de ser amable, aunque de verdad quisiera vomitarle en la cara.

- Si, ¿Quién es ella? - miró a Ariana. ¡No! Ni te le acerques adefesio, ella es nueva y tiene que ser mi amiga, no tuya. No la conozco bien, pero no le deseo el mal.

- Es mi amiga, ahora llama a Niall - me impacienté. Ella me miró de pies a cabeza y se volteó, yo quería tirarle un golpe en la cabeza, pero la condenada caminó y mi puño le cayó al aire.

- ¿No te cae tu cuñada? - preguntó Ariana. Es nueva y no sabe mi historia, pero ya después le contaré. No estoy con ánimos de hablar de Britanny, no tengo mi medicina contra las náuseas.

- Es una larga historia, cuando vayas a mi casa te contaré - le sonreí. Esperamos y Niall salió - Hola sexy - le di un suave beso - trajimos pastelitos - le di la bandeja. Él sonrió, entramos a su casa y nos sentamos en el mueble a conversar.

- ¿Y qué tal está tu profesor? - preguntó Niall comiendo un pastelito.

- Está guapísimo - ¡¿Lo dije en voz alta?!

Mi sexy profesor (Liam&Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora