Mi sexy profesor (Liam&Tú)

Capítulo Diez.

Me levanté, me duché, me alisté y bajé a desayunar. Hoy mi mamá preparó huevos con tocinos. Me senté a desayunar con ella.

- Mamá, ¿a qué hora viene el profesor hoy? - pregunté mientras comía un pedazo de tocino.

- Igual que ayer - respondió mi mamá. Bien, entonces podré visitarlo ahora. Terminé de desayunar y subí a mi habitación a llamar a Perrie, cogí mi celular y marqué su número. Qué raro, dicen que el número no está disponible. Ya que, llamaré a su casa.

- ¿Aló? - contestaron. No era la voz de Perrie y no podría ser ninguno de sus padres, porque ellos salen de su casa a trabajar a las 6 de la mañana y regresan a las 11 de la noche. Son muy trabajadores. Entonces si no son ellos, es Louis.

- Hola Louis, ¿está Perrie? - pregunté.

- Está en el baño - rió. A lo lejos escuché que Perrie le gritaba 'Mentiroso', yo reí. Escuché las risas de Louis y los gritos de Perrie - Hola ____ - ahora sí, contestó Perrie.

- Perrie, ¿por qué tu celular no está disponible? - pregunté.

- Larga historia, luego te la cuento - cuando me dice 'larga historia' es que Louis tuvo que ver en la historia.

- Bueno, vamos donde el profesor ahora mismo - dije sin rodeos.

- ¿Ahora? - preguntó. ¿Acaso está sorda? - es que tengo que ir por otro nuevo celular - esta chica no podía vivir sin tecnología, a veces me pregunto si será un robot.

- Bueno, entonces primero vamos por tu celular y luego por el profesor. En 5 minutos en la casa de Ariana, también la llevaremos - dije y colgué. Fui a la habitación de mi mamá para pedirle permiso para salir. Ella me dejó. Salí de mi casa y fui a la casa de Ariana. Llegué y toqué el timbre. Me abrió un señor, supuse que era su papá.

- Buenos días - me saludó el señor amablemente.

- Hola, ¿está Ariana? - pregunté. Él asintió y entró nuevamente a su casa, luego de unos minutos salió Ariana.

- Hola ____ - me saludó con un abrazo. ¡Ya no seas melosa!

- ¿Puedes salir? - pregunté, ella asintió - genial, iremos primero a comprar un celular para Perrie y luego iremos a visitar a mi profesor - le guiñé el ojo, ella sonrió y asintió. Esperamos a Perrie. Cuando le digo una hora para encontrarnos, ella siempre lo multiplicaba por dos. Así que como le dije en 5 minutos, ella va a venir en 10 minutos. Y no me equivoqué, luego de 10 minutos vino Perrie.

- Disculpa la demora - se excusó ella - es que el pesado de mi hermano no me dejaba salir hasta que arreglara mi cama - rodó sus ojos. Louis y sus creencias de que era padre de familia.

- Que pesado - rodé mis ojos - ahora cuéntame, ¿por qué tu celular no está disponible? - me crucé de brazos, ella hizo una mueca.

*Flashback*

Una hora antes de que ____ llamara, Perrie estaba en su habitación viendo algunas fotos que a escondidas le había tomado al chico de su escuela que le gustaba. De pronto Louis entra a su habitación, ella del susto esconde su celular.

- ¿Qué tienes ahí? - preguntó Louis acercándose a ella.

- Nada, nada - negaba ella con la cabeza y ocultaba cada vez más el celular.

- No me mientas, dame eso - se acercó Louis por completo e intentó quitarle el celular, ella ponía resistencia y comenzaron a forcejear. Louis era mayor y más fuerte, así que logró quitarle el celular. Se fue corriendo rápidamente hacia el baño para poder ver lo que Perrie estaba viendo, pero ella lo persiguió y antes de que Louis pudiera cerrar la puerta, Perrie logró entrar. Ambos comenzaron a forcejear nuevamente.

- ¡Dámelo Louis! - gritaba Perrie intentándole quitar el celular. Louis no quería darle así que siguieron forcejeando, hasta que ambos sueltan el celular y este cae en el inodoro - ¡¡Louis!! - gritó furiosa.

- Lo siento Perrie, pero si tú me hubieras dejado ver no hubiera pasado esto - se excusó Louis. Perrie comenzó a tirarle pequeños golpes mientras que Louis reía.

*Fin Flashback*

Ariana y yo soltamos una carcajada. A veces Louis era tan molestoso, pero cuando lo era, también era chistoso. Pobre Perrie, por culpa de su hermano se quedó sin celular. Y encima no le dio para que se compre otro, sino que ella misma se lo iba a comprar. Las tres fuimos al centro comercial a buscar un celular nuevo para Perrie. Entramos a una tienda y comenzamos a ver los distintos modelos que había.

- ¿Te gusta este? - pregunté mientras le enseñaba uno color rosa con estrellas plateadas que parecía que brillaba. A parte del bonito decorado que tenía, era táctil y tenía MP3 e internet.

- Si, pero quiero uno color rojo - respondió Perrie. Seguimos buscando otros modelos hasta que vi uno rojo, como ella lo quería y tenía las mismas aplicaciones que el otro que le mostré, hasta muchas más.

- ¿Y este? - le mostré. Ella asintió alegre, al parecer le gustó el modelo. Lo cogí y fuimos a caja a pagar el celular. Pagamos y salimos de la tienda. ¡Ay no! Ahí estaba una persona, más bien tres personas a las cuales odiaba. Britanny y sus secuaces. Miré a Perrie y a Ariana con mi mirada Nº 1 'Perra a la vista', ellas entendieron mi mirada y rieron. Seguimos caminando sin hacerles caso, pero era imposible, ya que ellas iban a sentido contrario a nosotras.

- Vaya, vaya. Miren a quien tenemos aquí - abrió su hocico Britanny cruzándose de brazos, como era de imaginarse sus perritas falderas hicieron lo mismo.

- ¿Escuchaste algo Perrie? - pregunté haciéndome la desentendida.

- Si, creo que ladró una perra despechada - respondió Perrie siguiéndome el juego. Las tres; Ariana, Perrie y yo soltamos una carcajada. Britanny nos miró fulminantes, nosotras seguíamos riéndonos en su cara.

- Escucha ____ - se acercó a mí - controla a tus zorritas si no quieres que haga que mi hermano te deje tirada como una basura - amenazó. ¡Ah no! ¡Esto no se queda así, estúpida!

- ¡Quién te crees que eres para decirles zorras a mis amigas! ¡Ya me cansaste idiota! - esta vez no usé mi mirada Nº 13, quería arrancarle los ojos a esa imbécil y no quería que nadie me detenga.

- ¿Qué me vas a hacer? ¿Pegarme? ¡Ja! - dijo sarcástica. ¡Ella me provoca! ¡Bien! ¿Quieres que te pegue? Concedido cuñadita. Me aventé encima de ella y comencé a jalarle los pelos, ella no se quedaba atrás y me mordía cualquier parte de mi cuerpo que podía. Escuchaba que Perrie y Annette nos alentaban en la pelea, mientras que Ariana y Madison pedían que nos detuviéramos. Lo siento Ariana, pero no te haré caso. Hace tiempo que quería lo ojos de Britanny como llavero y no quiero perder esta oportunidad. Seguimos arañándonos, jalándonos los pelos, pegándonos y mordiéndonos, hasta que dos señores de seguridad nos detuvieron y nos separaron. Uno agarró a Britanny y otro a mí.

- ¡Suéltenme! ¡Déjenme arrancarle los ojos! - gritaba mientras trataba de soltarme del señor, pero él me sostenía fuertemente.

- ¡Si, suéltenla! ¡Y suéltenme a mí también, para terminarle de desfigurar la cara! - gritaba Britanny también. ¡Maldita vieja! Los señores de seguridad llamaron a nuestras madres. Yo no le di el número de mi casa, pero Perrie cuando veía a alguien de la policía se ponía nerviosa y soltaba todo. A cambio, la estúpida de Britanny, si dio el número de su casa. Yo estaba sentada en un lado de la caseta de seguridad junto a Ariana y Perrie, mientras que Britanny estaba al otro lado con Annette y Madison. Pasaron los minutos y nuestras madres llegaron. Mi mamá no me dijo nada, ella sabía cómo era perfectamente Britanny. A cambio mi suegra si le gritó a Britanny. Ariana, Perrie y yo le sonreímos con aires de victoria a Britanny, mientras que ella nos miraba fulminante. Salimos del centro comercial y nos dirigimos a mi casa. Llegamos y entramos. Sentía algo en mi cara, me ardía. Me toqué y cuando vi mi mano tenía… ¡Sangre! Subí a mi habitación rápidamente seguida por Perrie, Ariana y mi mamá. Entré a mi habitación e inmediatamente fui al baño que tenía ahí y cerré la puerta. Me puse delante del espejo.

- ¡¡Ah!! - grité al momento de ver el gran arañón que la maldita de Britanny me hizo en la cara.