Capítulo 2: Humedad relativa

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Ese mes había transcurrido extraño.

Para Niall había supuesto acostumbrarse a la rutina de las clases, la vida sólo en la habitación de la residencia de estudiantes, y el trabajo en el equipo.

Trabajaba dos horas de lunes a jueves y luego el día del partido.

Y Harry se había convertido en su mejor amigo.

-Liam es un error –se sentó en las gradas junto a Harry. Éste se protegía del frío de noviembre con un grueso y caro abrigo negro – lo pasas mal y él parece... muy hetero.

Harry le miró y dejó salir el aire, que provocó vapor.

-Lo sé  -agarró del suelo su enorme carpeta con proyectos y diseños de la Universidad.

-Nunca me has enseñado tus diseños  -dijo Niall con curiosidad. – conociéndote tendrán brillos y lentejuelas y...

-En otro momento –dijo Harry, levantándose. Pero estaba nervioso y se le abrió la carpeta, dejando caer papeles que volaron por todos sitios.

Niall se agachó como por instinto, y empezó a recoger.

Pero no había diseños de vestidos y trajes ni muestras de telas.

Había estrategias de juego, dibujos a mano de campos de fútbol y apuntes de técnica deportiva.

Niall se levantó y le alargó uno de los papeles.

-El año pasado empecé Diseño, pero lo odiaba. Lo odio. Mi academia ofrece todos los grados de Técnico Deportivo y... eso es lo que amo. Ésto. El campo de fútbol. Los partidos. El ambiente. El balón.

-Eso es genial...  Harry, es genial.

-Nadie quiere de entrenador a un maricón –dijo Harry agarrando la carpeta. Se fue prácticamente corriendo.



Harry sólo quería llegar a casa e irse a su cuarto. Esconder todas sus cosas de la academia y seguir haciendo creer a sus padres que estudiaba algo acorde con como "era" él.

Y olvidar a Liam.

Todo era una mierda.

Se detuvo en medio de la calle, apretando la carpeta. Apenas veía a causa de todas las lágrimas acumuladas en sus ojos.

Tenía diecinueve años, nadie le conocía en realidad y estaba enamorado de un futbolista guapo, sexy, espectacular, y muy heterosexual.

Todo le pesaba demasiado.

Sólo quería llegar a casa y pasar un día más.



Niall bajó al campo. Los futbolistas se estaban retirando y el entrenamiento se había dado por concluido.

Ese día le tocaba además recoger todo porque su compañero tenía un examen, así que se demoró mucho más de lo habitual.

Y mientras lo hacía pensaba en Harry. Tenía que hablar con él.

Cuando acabó había tardado más de cuarenta minutos. . Sólo le quedaba recoger las toallas de los jugadores y podría irse a la residencia. Tenía que estudiar.

Entró en el vestuario. Ya se habían ido todos, siempre desaparecían rápido.

Fue hacia el contenedor donde tiraban las toallas. Y entonces su oído captó que una de las duchas estaba funcionando.

Iba a irse pero entonces la ducha se cerró y alguien salió.

Ese alguien le miró, sorprendido.

Su cabello castaño estaba aplastado por el agua, su piel estaba brillante de agua, y sus tatuajes... tenía varios, y eran muy sexys.

-Perdón, creí que no quedaba nadie...

-Fue mi culpa –dijo Louis Tomlinson, enrollándose una toalla en la cintura. –todos se han ido pero yo tenía que hacer unos ejercicios por mi tobillo, tuve una lesión importante ahí.

-Esperaré fuera...

Niall se estaba derritiendo. Su rostro, su cuerpo, ardía. Tomlinson estaba agachado y la toalla marcaba su trasero provocando que Niall desease llevar a la práctica todo aquello que había visto y leído sobre sexo.

-No, tranquilo... eh...

-Niall Horan.

-Toma, puedes llevarte la toalla.

Oficialmente Niall iba a morirse. Estaba desnudo. Del todo. Y tenía un pene realmente precioso. Y grande.

-Tengo que.... que...

-¿Estás bien?

-Perfecto –Niall se dirigió a la puerta caminando hacia atrás, a punto de tropezar con algo.



Louis esperó a que el muchacho se fuera para agacharse y masajearse el tobillo. Ese año fuera del circuito se notaba. Ahora le costaba aguantar el ritmo, aunque su fisioterapeuta y su doctor y todos le decían que eso pasaría con los días.

Ese chico de las toallas era guapo.

¿Qué mierda estaba pensando?

Ya había tenido bastante escándalo con Zayn Malik como para ahora liarse con un utillero.

Uno muy guapo.

¡Joder! Ese año de abstinencia le estaba afectando mucho.

Zayn Malik no había perdido su puesto. Él había salido sano y salvo, sin un rasguño.

Louis sacudió la cabeza.

Mejor se iba a casa, cenaba y se relajaba.

Y dejaba de pensar en hombres, al menos durante ese año.

Minuto 91 |Nouis| Lirry||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora