Minuto 91 |Nouis| Lirry||

Capítulo 23: Más que látex

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Louis tartamudeó al principio.

-Yo... sí. Me encantaría eso. Ir y hablar con tu familia.

-Entonces cuando acabes el último partido podemos ir a Mullingar.

-Ojalá mi madre te hubiese conocido.

Niall se ruborizó.

-¿Comemos el postre?

Harry estaba nervioso. Era la primera vez que iban a acostarse de un modo calmado y premeditado. Sin alertas terroristas ni borracheras. Sólo porque sí.

Liam dio la luz de su habitación. Las paredes estaban revestidas de madera, todo el cuarto estaba decorado con tonos marrones. La cama estaba cubierta por un cobertor gris claro y frente a ella había un televisor enorme.

-Éste es mi cuarto.

Harry se quitó el abrigo. Liam le miró y no pudo contener un suspiro. Era tan... bello...

-Uno de los dos tiene que tomar la iniciativa –dijo Harry al fin, tratando de no ponerse nervioso.

-Tomar la iniciativa me gusta. –dijo Liam, acercándose más –me encanta este suéter. El color rosado te favorece.

Harry se quitó el suéter y reveló su torso. Liam gimió en voz alta.

-¿Haces mucho gimnasio?

-Mucho. Un entrenador tiene que estar en buena forma.

-¿Entrenador?

Harry se ruborizó.

-En realidad no estudio Diseño.

-Justo cuando creía que no podías ser más perfecto... lo eres.

Harry se llevó la mano a los jeans y se los desabrochó.

Liam le sentó sobre la cama y comenzó a tirar de los pantalones hacia abajo, hasta sacárselos del todo.

-Liam...

-Tienes unas piernas perfectas... y un tatuaje muy sexy.

-Liam...

-¿Qué?

-He traído condones. –Harry se puso completamente rojo.

Liam se le quedó mirando.

-¿Para qué?

-Para que te lo pongas.

-Me hacen análisis de todo absolutamente una vez al mes. Enfermedades comunes, de transmisión sexual. Hasta me hacen controles de alcohol y drogas cada muy poco. Y no vas a quedarte embarazado.

-Pero... tú no estás sólo conmigo.

-Eres mi primer hombre. Y con las mujeres con las que he estado últimamente me he cuidado.

-Bueno... –Harry guardó silencio. Liam empezó a tirar hacia abajo de sus boxer. La erección de Harry se sacudió, libre.

-Entonces, olvida esos condones.

-No.

-¿Por qué no?

-Se lo prometí a mi padre y tiene razón. No eres mi novio. Sólo nos acostamos. Es lo normal. Usar condón.