Minuto 91 |Nouis| Lirry||

Capítulo 41: Hoteles de Nueva York

Había varios sentimientos con los que Liam Payne no estaba familiarizado.  Hasta Harry, todas sus relaciones habían sido pasajeras, más bien amigas con las que a veces se acostaba. 

Pero a Harry lo amaba. 

Seguramente por eso estaba ahora furioso y angustiado, por ver a Harry desesperado inclinado sobre la cama del hotel, tratando de plasmar en un papel dos diseños con las proporciones y escalas correctas y además originales.  La cama estaba llena de papeles arrugados y Harry tenía el pelo revuelto de pasarse las manos desesperadamente por él.

-Harry... Harry, por favor.  No puedes hacerlo.  No sabes hacerlo.  Para.  Es mejor que le digas la verdad. 

-Se va a decepcionar de mí una vez más.

-¿Y por qué te importa?

Harry se quedó mirando los esbozos dispersos por la cama. 

-Es mi madre.

-Ella debería apoyarte con lo que decidas.  Ha hecho su vida, y quien te paga los estudios y apoya es Des.  Tu madre no puede valorar a su hijo sólo porque le sirve para presumir con sus amigas ricas. 

-No sé hacerlo -dijo Harry definitivamente. 

-Entonces no lo hagas.  Tú me has enseñado que la sexualidad no puede atraparnos y definirnos como un cliché.  No hagas que eso cambie. 

Harry se puso sobre las rodillas y las manos y gateó por la cama hasta que llegó hasta Liam, que estaba de pie.

-Te amo.

-Y yo a ti, Harry.

-No lo haré, pero no sé cómo decírselo. 

-Sólo hazlo.

Liam le alargó él teléfono y Harry se decidió a escribir a su madre.  Tecleó rápido. 

"No puedo hacer los diseños que me pediste."

Siguió un chat corto con su madre.  Harry no sentía que por chat fuese el mejor modo de decirle nada.  Trató de darle largas y decirle que hablarían eso en persona. 

Liam le miró con cierta ansiedad. 

-Dice que me disculpará pero que no lo entiende.  Le he dicho que hablaremos en persona.  Nos ha invitado a una fiesta esta noche.  Es una fiesta de Fin de Año.

-Pero hoy es día veintisiete.

-Ya, pero estos días hacen como cientos de fiestas.  Es de sus amigas de una revista de moda y tendencias y eso...

-Habrá fotógrafos.

-No tienes que venir si no quieres. De todos modos yo no soy conocido, lo sabes, pero tú sí, y esta revista se vende en Europa y...

-Hablas demasiado cuando estás nervioso.

-Yo...

-Hablas demasiado siempre, pero conozco un método infalible para que te calles.

Harry se mordió el labio.

-¿Sí?

Liam asintió y se tiró sobre la cama.  Harry se rió a carcajadas, atrapado bajo su cuerpo fuerte y fibroso. 

-Me gusta por dónde va esto...

Liam le abrió los pantalones y se los quitó.  Harry sonrió. 

Liam le levantó las piernas y presionó con dos dedos en la base de su pene.  Harry gimió y Liam le miró a los ojos.

-Voy a chupártela.  Pero tú vas a estar muy callado.  Sólo te quiero oír gemir y sollozar.

-Sí...

-Mientras tenga la boca ocupada, no vas a hablar de tu madre, la fiesta o los colores del techo. 

-Sí...

-A ver cómo se me da...

Harry se tapó la cara .  Liam estaba poniendo los labios alrededor de su glande y bajaba la cabeza... su pene se enfundó a la perfección dentro de su boca.  Liam apretó con las mejillas y Harry gimió.  Su polla vibró y rozó el interior de la boca de Liam. 

Que se movió para sacarse el pene y le miró con una sonrisa torcida.

-Sabes muy bien...

Se puso de rodillas para frotar su pene contra el de Harry. Apretó uno contra el otro y Harry gritó.  Liam usó las manos para masajear uno contra otro y cuando Harry se corrió, lo hizo contra él, mojándolo.  Liam se corrió con él.

-Hemos estropeado tus esbozos.

-Que pena.... -dijo Harry antes de romper a reír.

-¿Una inyección? ¿En su... en...?

-Sí.  Ahí -Niall estaba nervioso.  Louis estaba molesto.  Molesto y drogado por lo que le había inyectado la doctora.  Arrastraba las palabras pero se quejaba.

-Ponle hielo -dijo Maura al fin – Y que se quede ahí acostado.

Niall fue por hielo y trato de ponerle a Louis en la entrepierna, pero éste se apartó.

-Ni se te ocurra.

-Louis...

-Ya hablaremos de esto.