Capítulo 36: Noches buenas y noches no tan buenas

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Des se fue a dormir y Liam cerró la puerta de la habitación de Harry.

La cena había sido tranquila, demasiado correcta. Karen y Des habían hablado de cosas sin importancia, bordeando el verdadero tema de lo sucedido entre sus hijos y la prensa.

-No puedo esperar a que pasemos esa semana sólos aquí en tu casa... necesito pasar tiempo sólo contigo.

-Liam, mi madre... ella me ha pedido que vaya a Estados Unidos. Nunca me lo pide. Le dije que de acuerdo.

-¿A Estados Unidos?

-Sí, me iría pasado mañana...

-Pero íbamos a pasar esos días solos.

-Puedes venir. Ven.

-¿A Estados Unidos?

-Sí, una semana en Nueva York, alguna fiesta, un poco de turismo, tú y yo.

-Y tu madre, con la que casi no te hablas.

-Me ha conseguido un trabajo en la Semana de la Moda, ni siquiera le he dicho que quiero ser entrenador, no me dejes sólo.

-Eh... no, no te dejaré sólo, bebé –Liam le sujetó la barbilla y le besó – iré a Nueva York contigo.

-No sé cómo decirle...

-Tú me has enseñado estos días a ser valiente. Ahora te toca serlo a ti.

Harry le besó y Liam le acostó sobre la cama.

-Vamos a celebrar la Nochebuena cómo se debe...

Harry emitió uno de esos suspiros bajos que enloquecían a Liam. No se cansaba de Harry. No sabía cómo había podido vivir a escondidas de su propia sexualidad durante tantos años aunque quizás tenía que llegar Harry para despertar eso en él.

La ropa cayó al suelo y se metieron dentro de esa cama adoselada que Liam ya consideraba su refugio. Harry y su modo de ser, sus gustos estéticos, todo en él era exactamente lo contrario a lo que Liam siempre había gustado, pero precisamente eso le hacía aún más atractivo a sus ojos.

Y esa cama era una prueba. Cuando Liam dormía con Harry, éste siempre ponía el dosel. Liam se sentía protegido y como en el mundo que era sólo de los dos.

Amaba su cuerpo. Y Harry parecía amar el suyo.

Giraron en la cama, y acabaron en cucharita. Liam buscó el lubricante y tras aplicárselo, entró de una vez en ese sitio que tanto había aprendido a amar esos días. Empujó haciendo a Harry gemir, moviendo la cadera y golpeando contra sus nalgas en ese delicioso baile instintivo que era hacer el amor.

-Eres... te amo...

Harry alargó el brazo para sostenerle la cara y que le besase. Liam lo hizo mientras seguía bombeando, su miembro vibrante llenando su interior del resultado de su orgasmo, Harry temblando con el placer y corriéndose contra su mano, que Liam estaba utilizando para acariciar y presionarle el pene.

Se quedaron jadeando, abrazados uno al otro, respirando uno encima del otro. Felices, satisfechos. Completos.



-¡Os dije que no le... acabará dejándome! –gritó Niall a su madre.

-Mañana hablaré con tu padre y tus tíos.

-Le han preguntado de todo. No paran de hablar, de gritar. Le están hablando en irlandés. Y he visto que papá le está dando de ese whisky que agujerea estómagos.

-Vamos, tu padre sólo trata de ser amable...

-¿Niall?  - la puerta trasera de la casa de Maura se abrió. Louis se apoyó contra la puerta. Había visto a Niall salir al patio trasero con su madre – apenas hemos podido estar juntos...

-Lo se, mi amor...

Niall se acercó y Louis dejó caer su peso contra él.

-Quería pasar mi cumpleaños contigo...

-Louis, cariño...

-Te amo pero tu familia hoy me tiene harto.

Niall le apretó la base de la espalda para mantenerle recto. Louis apoyó su cara contra la de Niall.

-Me caen bien pero en dosis pequeñas.

-Lo sé, lo sé...

-Tu padre no hace más que llenarme el vaso.

-Será mejor que nos despidamos y vayamos a dormir.

-Pero le he demostrado que soy un hombre, no un muchacho.

-Siempre lo demuestras, Louis.

-Niall, creo que voy a desmayarme.

-Vamos a la cama. Ya.

Le agarró por la cintura y entraron a la sala. Todos les miraron con una curiosidad que hizo a Niall sentirse mitad orgulloso de su hombre mitad avergonzado por la enorme curiosidad de su familia.

-Louis está muy cansado.

-Típico de nuevas parejas, irse antes que todos los demás a dormir –dijo uno de sus tíos.

Niall se puso rojo.

-Ya, por favor. Lo estáis asustando.

-No estoy asustado –rebatió Louis – además aguantaría esto y más por ti.

-Niall, no te enfades –dijo su padre –sólo queríamos ser hospitalarios al modo irlandés.

-Louis, siéntate y come algo, te vendrá bien...

-Si me suelto de Niall me caigo. La habitación está dando muchas vueltas ahora mismo.

-Será mejor que le acompañe a la cama.

-Está bien, Niall, llévale.

-Pero... ¿le voy a dejar sólo en su cama?

Maura suspiró.

-Supongo que está bien que durmáis juntos.

Niall asintió, sonriendo.

-Sí, será lo mejor.



Harry entró en la cocina y calentó un poco de leche.

No esperaba que Des entrase también.

-Harry, estoy preocupado. Tu madre me ha llamado. Me ha contado lo de la Semana de la Moda.

-Papá, sé que le tengo que decir que abandoné Diseño pero no sé cómo.

-Me gusta que seas tú mismo. Quiero que se lo digas en cuánto pongas un pie en Estados Unidos.

-Con mamá nada es tan fácil.

-Lo se –Des le abrazó – pero quiero que seas feliz.



Louis se derrumbó bocabajo sobre la cama.

-De verdad, perdóname –dijo Niall quitándole los zapatos – mis amigos, mi ex, mi familia... todos son muy intensos. Y además mi padre te emborracha.

Louis se apoyó en la cama.

-No pasa nada...

-Sí, si pasa –Niall se quitó el suéter hablando sin parar – te pedí muchísimo y es como que... si sales corriendo no te culparía.

-¿Correr? Ni siquiera puedo caminar.

-Perdóname. De verdad, mañana haré que se disculpen todos.

Minuto 91 |Nouis| Lirry||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora