Minuto 91 |Nouis| Lirry||

Capítulo 14: Hombres de verdad

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Cuando Niall encendió el televisor, las noticias del atentado en Turquía y la evacuación de los jugadores del Liverpool del país era noticia en todos los programas.

También que uno de los jugadores y el hijo del dueño del club habían permanecido aislados del resto del equipo y en paradero desconocido durante horas.

Las imágenes de Harry llegando al aeropuerto dejaron a Niall preocupado.

Harry estaba bajando del avión en Liverpool, parecía cansado, sucio y había algo en su mirada.

Niall podía apostar a que ese jugador con quién había estado Harry era Liam y le había hecho daño otra vez.

-Voy a ir a comprar algo para desayunar –dijo Louis –y si quieres luego salimos un poco.

-Me parece bien.

-He llamado a la señora de la limpieza y le he avisado de que hay un pequeño desastre que limpiar.

-Vale.

-Sé que aún estás... un poco molesto por todo pero de verdad, Niall, quiero que estés tranquilo.

Louis salió de la casa y Niall buscó su teléfono.

Harry acababa de llegar a su casa. Estaba acostado en la seguridad de su cama y su cabeza pensaba en demasiadas direcciones.

Y el culo le dolía, aún más tras las horas en avión.

Escuchó el teléfono y respondió porque era Niall.

-Harry... ¿estás bien?

Harry guardó silencio durante unos segundos.

-Hubo un atentado –dijo al fin.

-Lo vi en la BBC... Harry, ¿estás bien?

-No tengo ninguna herida.

-Respóndeme a lo que te estoy preguntando, Harry.

-No, no estoy bien.

-¿Qué te dijo?

-No quiero hablar de lo que pasó en Estambul.

-Está bien... aquí las cosas tampoco están en el mejor momento. Te cuento cuando vuelva.

-Sí.

-Harry, ¿necesitas que vuelva? Yo le digo a Louis que tenemos que volver...

-No, Niall. De verdad. Sólo estoy cansado.

-Vale. Descansa y olvida a Liam, por favor.

Harry cortó la llamada y dejó caer el teléfono al suelo. Olvidarlo, claro.

Liam se había dado ya tres duchas y aún le parecía sentir el aroma de Harry en su piel.

Salió del cuarto de baño y buscó su agenda. Tenía que llamar a alguna de sus amigas y pasarse toda la noche follándose a una mujer, como debía ser.

Y olvidar la noche en Turquía.

Louis eligió donuts, muffins, café y chocolate y haciendo equilibrios con los vasos y la caja volvió a casa.

Niall tenía razón, pensaba mientras caminaba por la calle de su casa.

A ese Starbucks iba con Zayn cuando escapaban a Londres para tener sus encuentros secretos.

Todo ese ambiente estaba demasiado cargado de Zayn y Niall no merecía estar bajo esa sombra.

El portal se abrió y Zayn salió con un carrito de bebé.

Louis trató de darse la vuelta pero era tarde.

Zayn le estaba mirando.

Louis siguió caminando de frente y se cruzó directamente con su ex.

Zayn bajó la velocidad cuando llegó a su lado pero Louis continuó caminando, aunque sentía que el corazón iba a salirle por la boca.

Cuando entró en el ascensor se miró al espejo, odiándose por durante unos segundos haber deseado detenerse, preguntarle, hablarle, pedirle explicaciones.

El grito resonó por todo el primer piso de la casa.

Liam esperó hasta que Amanda se fuese. Ella había dicho la serie de frases reconfortantes  que Liam suponía se decían en esos casos.

El atentado, los vuelos, cansancio, ansiedad...

Estar con esa modelo debajo y ser incapaz de mantener una erección había sido lo más humillante que le había ocurrido en veintitrés años.

Él era un macho. Un hombre. A él no le pasaban esas cosas y desde luego no era maricón.

Lo que había pasado en Turquía le había traumatizado o algo. Desde que se había cruzado con ese chico en el pub todo en su vida se iba a la mierda.

Ese muchacho...

Los ojos verdes, los labios gruesos y los rizos aparecieron en su cabeza. Y aún había dicho que no había sido tan bueno, si podía recordar cada uno de sus gemidos...

Apretó las sábanas, furioso. La erección a destiempo levantó las sábanas y él mantuvo las manos lejos de su entrepierna.

Tenía que volver a poner bajo control su vida, al precio que fuese.