Capítulo 18: Mucho más que un error

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Maratón, capítulo 1
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Harry abrió los ojos.

Liam le tenía abrazado. Seguía ahí, abrazado a él.

Mierda... había vomitado frente a Liam.

Miró el reloj. Las tres y quince minutos de la madrugada.

Salió despacio de la cama y fue con paso inseguro al baño. Aún estaba borracho pero ya no tanto como unas dos horas antes cuando Liam había llegado. Hizo pis y se frotó los ojos.

En realidad cómo se encontraba en ese momento era lo que para él había sido hasta ese momento estar borracho. Jamás había bebido tantísimo y no quería ni pensar en cómo estaría por la mañana.

Se lavó los dientes y volvió a la cama. No quería que ese momento acabase.

-¿Te sientes mejor?

Harry se giró hacia Liam.

-Un poco...

Le miró a los ojos. Liam le abrazó y Harry se pasó la lengua por el labio, nervioso.

-¿Vas a volver a desaparecer, verdad?

Liam apretó los labios. Le estaba acariciando la cara.

-Ni yo mismo lo sé.

-No es nada malo. No es algo que te haga ser menos hombre o un futbolista peor.

-Dios mío, Harry... no sé que me estás haciendo pero todo está cambiando demasiado rápido para mí.

-No puedes huir toda tu vida de lo que eres.

-No sé lo que haré después de esta noche. Pero si me dejas quedarme, hoy me quedo.

-Si te quedas esta noche no quiero que me digas que es un error por la mañana.

-Los errores nunca se cometen conscientemente.

-Está bien.

Liam acercó su cara, pegándola a la de Harry. Con los labios le acarició la boca. Sacó la lengua y la introdujo, haciendo a Harry abrir la suya.

Los besos se repitieron durante un rato prolongado. Liam le estaba haciendo el amor a su boca con puros besos.

-Eres precioso –dijo entonces Liam – y eres tan complejo y tan inesperado...

-Me dolió todo lo que dijiste.

-Lo siento... lo siento, de verdad...

Harry bajó los brazos y se quitó los boxers, lo único que llevaba puesto. Liam gimió al ver la ropa interior caer al suelo.

-Estás ebrio.

-Sí, pero estoy plenamente consciente de lo que hago y quiero.

-Yo...

-¿Tú qué, Liam?

-Yo voy a hacerte daño, joder.

-Pensemos en eso por la mañana.

-Te deseo.

-Entonces hagamos lo que los dos deseamos.

Liam volvió a besarle y Harry le quitó la ropa interior. Se besaron con ansia, como queriendo mezclarse en uno solo. Liam se giró bocarriba y colocó a Harry sobre él. Entraba un poco de luz de luna, y podía ver los rasgos de su cara.

-Da la luz. Quiero verte –dijo Liam entonces.

Harry se detuvo inseguro durante unos segundos pero encendió la luz de la mesilla de noche.

Liam le acarició los labios, y luego pasó la mano por su pecho.

-Tienes muchos tatuajes.

-Tú también.

-Ya, pero...

-Ya estás a punto de decir algo que no debes –dijo Harry sonriendo.

-Soy un desastre.

-¿Te gusta lo que ves?

-Me encanta –Liam llegó con sus manos hasta su abdomen. Harry estaba sobre su regazo. El pene de Harry se erguía sobre su abdomen, grande, duro. Los testículos reposaban sobre su entrepierna. Con la mano tocó la v que se dibujaba entre su vientre y masculinidad.

Con sus caricias, la verga de Harry se engrosó hasta su máxima capacidad de erección. Parecía tan tensa, con las venas marcadas y la piel brillante por la excitación.

-Me gustaría que te metieses mi pene desde ahí.

Harry emitió un sollozo de puro placer con esas palabras. Abrió más las piernas y empezó a rozar la raja de su trasero contra la polla dura como la piedra de Liam.

-Espera... –Harry abrió el cajón de la mesita con tanta fuerza que lo separó del mueble. Al fin había llegado la oportunidad de usar eso.

-¿Ocurre algo?

-Lubricante.

-¿Tienes lubricante?

-A veces regalaban muestras en las revistas. –dijo Harry triunfal, sacando un sobre de papel dónde había guardado las muestras con la esperanza de usarlas un día.

-¿Revistas porno? –se rió Liam.

-Sí, y también de estilo de vida gay –dijo Harry – tengo cuatro muestras.

Abrió una y dejó las otras sobre la mesita. Se cubrió bien la mano con lubricante y se aplicó el gel en el ano. Su culo estaba impaciente, ansioso. Sus músculos se contraían, su conducto palpitaba de anticipación.

Cuando estuvo completamente listo, se movió para que la cabeza del pene de Liam rozase su agujero.

Y empezó a bajar.

El pene se fue metiendo lentamente en su agujero, abriendo poco a poco. La dureza de la verga rozaba sus paredes, y cuando estaba casi la mitad en su interior Harry de un sólo movimiento se la metió hasta el fondo.

Gritó.

Estaba sentado sobre la verga de Liam, ésta estaba totalmente dentro de él, llenándolo. Se movió, hacia delante y luego hacia arriba. Pero no llegó a sacársela del todo. Volvió a bajar y entonces comenzó a moverse, metiendo y sacando, cabalgando a ese hombre al que había amado desde que tenía uso de razón y que ahora estaba bajo él, dentro de él.

-Harry...

Harry hizo un movimiento más brusco y se la hundió lo más que pudo, y su orgasmo estalló, con mucha más intensidad y sin el dolor que si tenía en Turquía.

Liam gritó y se corrió tras él, aún dentro de su culo.

Harry se recostó sobre él.

-Esto no puede ser malo, lo mires por dónde lo mires.

Liam jadeó y le besó. Se besaron con el miedo a que pasaría mañana hasta que se quedaron dormidos.

Minuto 91 |Nouis| Lirry||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora