Capítulo VIII

155 21 4
                                    

Una vez dentro un joven que no reconozco nos entrega un rifle a cada una y nos asigna una ventanilla para disparar a cualquier artificial que intente ingresar al vehículo pero lo curioso es que no lo hacen. Nos dejan ir.

Luego de unas calles bajamos la guardia y Henry vino hasta mi a darme un apretado y cálido abrazo.

Entonces el chico con apariencia hindú aparece en mi mente, seguido de los chicos que estrangularon con cables- perdón- solo me quiebro tras decir eso- los perdí a todos-. Un llanto que se abre paso por mi garganta sale con un sonido aterrador por mi boca y el silencio que se genera es aterrador.

- Tranquila pequeña, tranquila...- acaricia mi cabeza mientras me abraza- no fue tu culpa, el mundo en el que vivimos ya no es demasiado justo con nadie-. Susurra las palabras en un tono de voz tan tranquilizador que trae calma a mi alma. Él siempre sabe que decir. Es el mejor sujeto... tuve la mejor de la suertes aquella vez.

Me separo de sus protectores brazos y veo su mirada cansada, destruido... sabe que lo conozco y sé que se siente vencido- Tranquilo, volveremos a empezar de cero, pero esta vez los acabaremos como sea-. Digo.

- No seas ingenua-. Escucho la voz de Reyn y la miro a través del retrovisor, sus ojos parecen estar inyectados en rabia- ¿crees que un puñado de humanos armados podrá derrotarlos? -. Algo ha cambiado en ella. No logro ver qué, pero esa no es mi Reyn.

Entonces me pongo delante de Hayl- No tenemos porque hacerlo solos, aún tenemos una oportunidad- me hago a un lado para que la vean pero aún así me quedo delante para protegerla- Ella-. Digo.

- ¿Qué tiene ella de especial?-. Pregunta Reyn con tono de burla mientras nos observa a través del espejo.

Henry saca su arma de la funda y la apunta. Me pongo delante de él y de todos los que sacaron sus armas.

- Hazte a un lado-. Me ordena Henry.

-No-. Afirmo con total decisión.

- Que te hagas a un lado Cup... ella es una de los robots... no puedes confiar en ella, mataron a nuestras familias, nos redujeron a cenizas y aún así la tratas de proteger... que te hagas a un lado o....-.

- ¿O qué?-. Pregunto retóricamente- ¿Me vas a disparar?-. Lo miro desafiante.

El ómnibus se frena y Reyn viene directo a nosotras- Él no. Pero yo sí. Arriesgamos nuestras vidas por ti y tú proteges a uno de los de ellos-. Comenta- Sabes... ¡esas cosas mataron a Stevie!!!-. Grita ahogada y me apunta con su arma.

Sus palabras me duelen más que cualquier balazo pero no me haré a un lado... ella me salvó, yo la salvaré... además es nuestra salvación, nuestra ventaja.

- No les pedí que arriesgaran nada... pero saben esta chica que está detrás de mí...

- Artificial-. Me corrige alguien.

- Humana o artificial... ella me salvó dos veces de esas cosas y saben... no vi a ninguno de ustedes en una misión de rescate... nadie fue en estos ómnibus por nosotras... ni siquiera nos contestaban al radio-. Digo dolida- Si ustedes no piensan aprovechar la oportunidad que tenemos de unirnos a su gente- la señalo con entusiasmo- lo haré con o sin ustedes-. Termino diciendo- Si quieren dispárenme... no hará la diferencia... ya me habían dejado abandonada a mi suerte-. Termino.

Algunos bajan sus armas, de hecho todos lo hacen menos Henry y Reyn lo cual realmente me duele. Entiendo sus pérdidas, sus dolores, sus sufrimientos; yo también los tengo y eso no me detiene para intentar hacer la diferencia en este mundo tan hostil.

- Lamento no haber intentado ir por ti-. El arrepentimiento de Henry es genuino- El radio había dejado de funcionar hasta que conseguimos nuevas baterías y fue ahí que te pude advertir-. Se justifica- Con respecto a la cosa...-.

- No es una cosa-. Respondo molesta.

- ¿Dime como apodaste a tu mascota?-. Pregunta Reyn con sarcasmo y todos se ríen de Hayl.

- Suelta tú arma y mis puños te harán deletrear su nombre-. Le escupo las palabras de forma desafiante.

Hayl me hace a un lado y por un momento creo que se ha enojado. Nuevamente todos la apuntan y yo intento ponerme delante pero ella me aparta con delicadeza.

- Si quieren pueden matarme ya lo han intentado ustedes y ellos- empieza a hablar con una rapidez que jamás había escuchado- no soy humana, no me aterra la muerte a ustedes si pero tampoco fui diseñada con la falla homicida de esas cosas, somos la generación cuatro y no fuimos creados para dañar humanos- dice cada palabra con un poder de convencimiento increíblemente perfecto- fuimos creados para ayudarlos, esas máquinas también nos quieren cazar pero sé que los míos querrán ayudar y al menos tendrán una ventaja que los artificiales homicidas no cuentan-. Termina diciendo- Pueden matarme pero sin mí... jamás ganarán... soy lo único que los puede conectar con los míos-. Creo que está comprando sus días de vidas y ha hecho el chantaje perfecto. No debe existir otra mujer como ella.

- Henry... Come on!-. Digo insistente- Sabes el repudio que siento por esas cosas... incluso yo la intenté asesinar... créeme... si no confiara en ella, Hayl no estaría aquí, no estaría brindándonos esta posibilidad de ganar-. Termino de explicar.

Todos comienzan a bajar sus armas nuevamente, esta vez lo hacen Henry y Reyn inclusive. Rápidamente le doy dos pequeñas palmadas en la espalda a Hayl en símbolo de victoria y me siento con la esperanza renovada. Aún podremos ganar. Los artificiales fueron el problema y ellos pueden ser la solución.

- Está bien-. Dice Henry- Lo hablaré en el campamento con el resto de los sobrevivientes... si ellos deciden que no es la mejor opción... la dejaremos ir-. Termina de explicar y ambas asentimos con entusiasmo.

Todos comienzan a volver a sus lugares en el vehículo mientras intercambiamos miradas de desconfianza con Henry y mi amiga.

- No puedo creer que confíes en ella-. Dice Reyn con una voz desquiciada, ya no suena como ella, el dolor y la venganza la están cegando. Sentimientos que se me hacen muy familiares.

- No insistas y vuelve a conducir-. Le ordena Henry con furia mientras nosotras miramos alarmadas.

- Lo siento Hen, no está decidido-. Responde sombría.

Acto seguido saca su arma y arremete varias veces.

CUERPODonde viven las historias. Descúbrelo ahora