Capítulo XV

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Me siento sobre unas rocas a unos cuantos metros de la cascada donde el agua no pueda alcanzarme más de la cuenta y ahí permanezco procesando el hecho de que Henry fue sumergido en algún punto de este lago con varias pesas para que no flote... fue la única forma decente que encontramos para despedirnos de él.

Mis compañeros se han ido al campamento a traer con nosotros a los nuestros, Zaldana se ha quedado conmigo y se ha hecho cargo de reunirse con Lara, la líder de este grupo de artificiales. En cuanto a mi estoy bien, o de eso trato de convencerme, perdí a todos los que quería en un puñado de días, en diferentes formas, incluso Hayl. Ahora solo queda seguir luchando, hacerme cargo del juramento que le hice a Henry, miro hacia el agua como si él fuese a salir y extenderme sus brazos para envolverme y protegerme de toda la hostilidad que me rodea pero eso jamás pasará. Sus abrazos ya no volverán, sus consejos, su amistad incondicional, el rol de padre que me arrebataron, él era mi familia y ya no está... solo en mi memoria y mi corazón...

- ¿Lo extrañas demasiado cierto?-. Mi corazón se detiene un segundo al escuchar su voz. Su silueta se sienta a mi lado y apoya una mano en mi espalda.

Yo asiento sin mirarla. No quiero que me mire sin siquiera reconocerme, la verdad es que me duele y no sé cuándo es que comenzó a dolerme su indiferencia. Quiero que Hayl vuelva.

- Ojalá supiera lo que es extrañar-. Explica. La realidad es que ella si extrañaba, lo hacía con su dueña. También borraron esos recuerdos, la han vaciado, es como si recién hubiese sido fabricada- Te dejaré sola-. Dice cuando se está por poner de pie.

La tomo con velocidad de sus manos y volver a tocarla es extremadamente hermoso- Quédate, tu compañía me calma-. Le pido. Así que nuevamente se sienta y esta vez me acerco a ella apoyando mi cabeza en su hombro.

- ¿Me conoces cierto?, la otra noche durante la persecución dijiste: "Lo sé, tú me lo dijiste"-. Sus palabras flotan y la verdad es que estoy muy a gusto sobre su hombro y no tengo ganas de charlar... solo pausar este momento.

Asiento- Tú no te acuerdas de nada ¿cierto?-. Pregunto cuando inclino levemente mi cabeza para mirarla a los ojos los cuales miran el infinito.

Afirma con su cabeza y una puntada de angustia me atraviesa- Bueno, no es que soy una hoja en blanco... hay cosas... bueno solo hay alguien que se me hace familia-. Se lo piensa unos instantes- Tú-. Agrega- Solo que no recuerdo por qué-. Piensa nuevamente- No sé quien eras pero debiste importarme para que solo tu rostro se me haga familiar-. Me mira con su característica pureza y la suavidad en su voz. Estoy realmente feliz, una parte de mi vuelve a respirar.

Amaría decirle todo pero...- No te diré quién era para ti o lo que sentías por mí... uno no puede obligar al otro a recordarle lo que siente como si fuese una obligación, solo deberá pasar pero puedes empezar por Lara para obtener tus respuestas, Hayl-. Termino de decirle cuando ella me envuelve en un abrazo que sana cualquier herida que se haya abierto, esa clase de abrazos que siempre necesitas, esos abrazos que siempre quieres de la persona que quieres.

Lamentablemente nos separamos del abrazo, me mira directamente a los ojos- No recuerdo absolutamente nada pero buscaré mis respuestas, no sé qué sucedió conmigo, no sé qué tiene que ver esto con Lara pero hay algo de lo que si estoy segura- sonríe de boca cerrada y su rostro pierde cualquier rastro de letalidad- puedo sentir algo en mi interior no sé qué es, lo descubriré, sé que te involucra Iritza-. Dice mi nombre completo y suena como una bella canción en sus labios- Espero poder recordar y sentirme un poquito más humana de lo que mi apariencia muestra-. Agrega preocupada.

- Créeme, eres más humana de lo que tú ves-. Termino diciendo cuando se pone de pie sin antes despedirse con un beso en mi mejilla y se marcha en busca de sus respuestas, conociendo su naturaleza curiosa y llena de ansias a eso va. Cuando va a atravesar la cascada voltea a verme y me sonríe, por un momento estoy feliz de encontrar nuevamente a la joven de la que....

<<No puede ser>>.

<<Esta chica, esta artificial... Me gusta>>.

<< Me gusta Hayl, me gusta una chica, una artificial>>.

- Si... Me gusta Hayl-. Reconozco en voz alta, compartiendo mis sentimientos con el silencio y Henry siendo mi testigo.

Cuando me levanto y pienso correr tras ella, veo que entre la maleza del bosque aparece un grupo de personas al otro lado del lugar del que yo me encuentro. No puede ser mi grupo. Me niego a que sea mi grupo.

Comienzo a brincar entre las rocas a la mayor velocidad que puedo para lograr convencer a mi mente que no puede ser mi grupo, que solo es una maldita broma.

Entonces nos encontramos detrás de la cascada y la cara de Abele muestra la tristeza personificada.

- ¿Qué sucedió?-. Le pregunto casi a los gritos, en un estado de nervios terrible.

Me aparta- Déjame, tuvimos suerte de encontrarlos con vida de camino aquí-. Me habla con rabia cuando deja caer su arma con frustración y camina perdido al interior de la cueva.

Una joven que tiene su cara tiznada con hollín y lleva una bandana violeta sobre su cabello me dice con serenidad mientras me toma ambas manos- Nos atacaron y solo dijeron que dejarían vivir a veinticinco de nosotros como señal de advertencia a todos los que están aquí en las cavernas-. Comienza a llorar y la abrazo- Ernes dijo- Retoma en un llanto y apenas dice su nombre me enferma- que éste era un mensaje para ti, al igual que Henry de parte de Rocket, que pueden destruirte cuando quiera-. Termina diciendo cuando un hombre de mediana edad la ayuda a caminar al interior de la caverna.

Entonces me quedo sola de pie, con el aroma de veinticinco sobrevivientes que son mi responsabilidad, con el gusto amargo de que no he comenzado y ya estoy fallando con mi promesa, con la fija idea de matar a Rocket yo misma y a su maldito lazarillo de Ernes... los haré sufrir... me aseguraré de ello.

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