Capítulo XXVIII

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Hayl mira rápidamente hacia todos lados, veo que se dirige a una manguera de incendios que se encuentra sujeta en la pared justo al lado del ventanal que rompió, rompe la caja de cristal en la que se encuentra y trae sujeta en sus manos el extremo de la manguera.

Entiendo su plan- Lo ataremos-. Le digo sonriendo.

Me coloca el extremo de la manguera en mis manos- Sujétala con fuerza-. Me pide y en ese preciso momento veo que Rocket está ya liberándose de la última cadena.

Mantengo la manguera con fuerza y ella me besa- Perdóname por esto, ya te has sacrificado bastante... prométeme que no vas a rendirte y que serás feliz-. Me dice algo alarmada en el momento que escucho que Rocket se ha liberado.

No entiendo, de qué demonios me está hablando- Sabes que no lo haré... pero... Hayl...-. Digo ya demasiado preocupada.

Me interrumpe con su dedo sobre mis labios- No digas nada, te amo, no la sueltes-. Termina haciendo el gesto en dirección a la manguera.

Pone sus manos en mis hombros y me empuja. Caigo por el hueco del ventanal, sujeta a la manguera. A medida que desciendo desaparece su rostro de mi campo visual y aún sigo algo confundida, no proceso lo que sucede.

La manguera se traba y yo cierro mis ojos creyendo que me voy a estrellar contra el suelo pero todo lo contrario, me mantengo balanceándome a unos pocos metros del suelo así que me dejo caer. El impacto es terrible, todo mi peso cae sobre mi pierna lastimada y siento como sale algo tibio de la herida... sangre. Inmediatamente me levanto, pienso entrar de nuevo a la fábrica pero me interceptan mis compañeros y entre gritos de rabia, llantos y forcejeo soy sacada a la fuerza del lugar.

- ¡¡Corran!!-. Dice Zaldana cuando ve que el detonador marca dos minutos.

Salimos pitando del lugar pero yo me resisto a correr por momentos y Abele cuando ve que intento detenerme para ver hacia atrás, ver si Hayl vuelve, me jala de mi mano con fuerza para que continúe corriendo.

- No llegaremos al ducto-. Dice Landon.

- ¡¡Todos al suelo!!!!-. Grita Zaldana.

Ellos inmediatamente se recuestan sobre el pavimento para resistir el impacto pero yo solo volteo a ver. Necesito verla, no puedo perderla... la abandoné y ella no lo hizo jamás conmigo...

-BOOOOOOM!!!....-

Primero se escucha un gran estruendo que hace vibrar todo lo que nos rodea... luego el cielo se ilumina en unas tonalidades azules y anaranjadas, además de un humo de color negro que se desprende de inmediato.

- Al suelo Iritza!-. Escucho la voz lejana de alguien... pero sigo viendo en dirección a la planta... sé que aparecerá pronto, jamás me abandonó.

En cambio primero viene un fuerte viento con demasiada tierrilla que me hace cubrir los ojos... alguien tira de la pernera de mi pantalón para que me agache pero lo ignoro... necesito verla... lo que sigue luego es la gran onda expansiva.

Es como una gran patada en el estómago que me eleva por el aire con mucha violencia y me lanza contra un montón de escombros apilados... el golpe que se lleva todo mi cuerpo es terriblemente fuerte y doloroso.

No me resisto a lo que me pide el cuerpo... necesito descansar... necesito dormirme...

Solo me dejo ir al mundo de la inconsciencia. 

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