La rechazada

Lo amo y Ahora... ¿Dónde voy?

Alex PDV. Dos días después, 10:30AM.

PD: No me maten por Lucky PLIS :3

—¿Alexa Rose?

—Aquí.— Me levanté.

—Es su turno, pase.

Me encaminé al consultorio, era de humanos. Por lo que nadie me conocía.

—Buen día.

—Buen día.

—Tome asiento.

Le obedecí.

—Señorita Rose, ¿tiene atraso?

—Dos meses.

—¡Wow! ¿Por qué no vino antes?

Me encogí de hombros.

—No me di ni cuenta.

—Bien, pongase esta bata en el baño y vuelve.

La tomé y fui a cambiarme al baño.

Me recosté en su cómoda camilla.
Me estremecí al sentir sus dedos allí.

—Mmm..., al parecer, aquí hay un bebé.

—Puta madre.— Susurré al darme cuenta de la importancia de sus palabras, ¿yo, Alexa Rose, madre?

—Bien, cámbiese.
Lo hice en el baño y volví a sentarme.

—Acuda a las ecografías aquí mismo, en el tercer piso.

—Muchas gracias.

Tomé el ascensor y marqué el piso tres.
Subió rápidamente.

En éste piso habían un montón de mujeres con barrigas abultadas.

¿Estaré así dentro de unos meses?
Me registré y esperé que dijeran mi nombre.

A las 1:00PM me llamaron.

—Alexa Rose, pase.

Oh, dios. Habían fotos hermosas de bebés, ecografías, etcétera.

—Buena tarde, Alexa. Cuéntamelo, ¿atraso?

—Dos meses.

—¿Qué pasó?

—Sólo... me deje llevar con mi...— ¿Cómo debo llamarlo?— con mi..., ¡novio, sí, novio! Y pasó el tiempo, y aquí estoy.— Reí nerviosa.

—¿Usó condón? ¿Tomas pastillas?

—Respondo que no a las dos.

—Bien, veamos que hay en ese vientre.

Me recosté en su cómoda camilla.

¡Aquí todo es cómodo!

Levanté mi camiseta y él puso un gel frío transparente. Cogió una maquinita y con eso esparció el gel.

Se siente bien.

—Bien..., allí está. ¡Felicidades, vas a ser madre!— Oh Dios, esto no es real. Unas lágrimas de felicidad corrieron por mi rostro al escuchar unos latidos.

—Tienes nueve semanas de gestación, felicidades.— Me sonrió amable mientras limpiaba el gel.
Bajé mi camiseta y fui a sentarme a la silla frente su escritorio.