La rechazada

Arrepentido.

Alex PDV. Más tarde ese mismo día.

Caminaba por un bosque con árboles de hojas amarillas, cuando me llama un niño.

—¡Mami!
¿Qué?

El niño era rubio de ojos azules, como los de Lucky. Tenía mi nariz y forma de labios, lo demás era ver a Lucky.

—Hola. ¿Por qué corres?

—Estoy jugando a las escondidas con papi, ¿quieres jugar?

—¡Pequeño demonio, ¿dónde estás?!

—Ven mami, subeme aquí, en el árbol.— Lo subí y se camufló entre las hojas.

Yo me quedé atrás del grueso tronco marrón.

—¡Aquí estás!— Alguien me tomó por la cintura. Grité por la impresión.

—¡Te tengo, princesa!— Lucky me elevó en el aire con sus fuertes brazos.

—¡No amor, me caeré!

—Nunca te dejaría caer, y si caes, te recogeré.— Me lanzó un beso.

—Te amo.— Suspiré enamorada.

—No, ¡yo te amo a ti!

"¿Dónde está el pequeño?

No te lo diré.

Si no me lo dices, te castigaré."

Sonrió perverso.

"Arriba del árbol."

Me dejó en el suelo y escaló éste silenciosamente.

—¡Te atrapé gusano!

—¡No, mamá!— El pequeño rió sin parar.

—Matt, mamá no te salvará de este malvado lobo.— Lucky rió "malvadamente"

Desperté llorando en el medio del bosque.

—¡Agh!— Grité con impotencia.

No creo que Lucky venga por mí, me lo dejó muy claro.

—¿Entonces que quieres?

—No lo sé, yo... aún la amo, a ti te quiero. Pero no lo suficiente para... eso.

Sequé mis lágrimas con furia.

Tengo hambre... y sed.

Seguro que Lucky lo sentía. Yo siento su tristeza e ira.

Alex, vuelve.

No, déjame.

Bloqueé el vínculo.

Escuché unos pasos y sentí un olor delicioso.
Es olor a lavanda... oh por la Diosa. ¡Es Alexander!

Al instante mi sed aumentó.

No, no puedo.

Sí, si puedes.

—¿Alexa?— Miré detrás mío y ahí estaba él.— ¿Qué haces aquí?

—Yo... estoy huyendo.— Abriría su gran bocota— ¡No le digas a nadie!

—Te ves pálida.

—Tengo... tengo sed.

—Puedes beber de mí.

—No, yo no puedo, eso sería como engañarlo.— Dije sorprendida.

—Yo soy tu mate.

—¡El que me vendió!— Me levanté del suelo.

—Yo...  estoy arrepentido.

—Nada de arrepentido, te odio, me dañaste.

—Yo... si bebes de mí, te dejaré en paz

Si no fuera porque mi bebé necesita sangre...

Lo siento Lucky...

¿Qué? ¿De qué ha...

Enterré mis colmillos en la clavícula de Alexander. Su sangre era asquerosa, pero lo necesitaba.

—Alexa... creo que ya es suficiente.

Lo ignoré y seguí bebiendo.

Alex, te amo...

Me separé al escuchar eso.
Lo abofeteé.

—¡Estúpido! ¡Vete a la mierda!

Corrí lejos de él, alejándome más y más de la manada.

No sé donde voy.
No sé que será de mí.

Lucky PDV.

¿Qué? ¿De qué ha...

Un dolor en el pecho me hizo caer de rodillas frente a mi Beta, Mike.

—¿Lucky? ¡Qué te pasa!

Ella... está con otro, por eso me pidió disculpas.

¿Cómo se atreve? Vamos a ser padres y hace esto...

Sentí un sentimiento pocas veces experimentado, dolor, tristeza. La tristeza y dolor del engaño, mis ojos se inundaron con lágrimas.

—Ve por ella, encuentrala.— Dije, después escuché los gritos de Mike y vi oscuridad.

Alexa... te amo.

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Cortito pero bueno... creo :v.

Lucky es un rompe kokoros, incluso rompió el mío;-;

Los/as amo :3