Nos vemos en el infierno, Nicolás.

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Lucky PDV, Tres días después.

—Era pálido, ojeroso, tenía ojos cafés, cabello de color negro, aparenta unos treinta años. Se veía mayor que tu padre. Su nariz era un poco ancha, y tenía una cicatriz que cruzaba su mejilla.

Alex describió al chico, mientras Mike lo dibujaba. Oh sí, Mike dibuja retratos hablados.

—¿Así?— Le mostró el rostro dibujado.
Abrió los ojos como platos.

—Bien, Alexa. Iremos a buscarlo.

—No, no me dejes sola— Sollozó—, por favor.
Me rompía el corazón verla así, tan frágil.

—Mi amor, te dejaré con Maria.— Tomé su cara y besé la punta de su nariz.

—Vuelve pronto. Te amo.— Suspiró derrotada.

—Yo también te amo.— Besé sus labios castamente.

Me transformé junto a mi Beta.
Tenía sed de venganza.
Nadie se mete con mi mujer y vive para contarlo.

Qué bien suena eso... Mi mujer.

Según Alex, el tipo buscaba un pueblo. Debe estar por allí.

Mike, sígueme.

[...]

Seguí el olor, hasta que llegué a un pequeño pueblo.

No era la manada de Alex.

Sólo hay humanos, Lucky.

Uno de ellos es.

El olor desapareció.

Fuimos detrás de un árbol. Allí nos transformamos y vestimos. Mike traía ropa para los dos.

Empezamos a preguntarle a la gente por ese chico mostrándoles el retrato. Muchas personas dijeron que no podían hablar, otras negaron haberlo visto. Hasta que dimos con un hombre, que nos dijo su nombre, dirección y empleo.

Bien, vamos por él.

En otro lugar, mismo pueblo, misma hora.

—Jefe, dos hombres preguntan por usted.

—Déjalos, deben ser por la chica.

—Pero...

—Déjalos, los dos morirán. Yo mismo los mataré cuando vengan a encararme.

Colgué la llamada. Miré las cámaras.

Allí estaban, hablando con Alek. Le agradecieron, seguro que vienen hacia acá.

Los mataré.

De vuelta a los chicos.

Sentía a Shadow queriendo tomar el control.

Cálmate, Dow.

Llegamos a una ¿bodega?
Lo último, tendré que matar a un drogadicto.

Mike forcejeó la puerta y ésta se abrió.

Saqué mi arma que estaba en dentro de mi pantalón.

Oh vamos, no la iba a traer en la mano para que me denunciaran.

—Hola.

Nicolás...

—¿Esas serán tus últimas palabras?— Sonreí con arrogancia.

—Quizá las tuyas.
Me apuntó y disparó. Logré esquivarla gracias a mis reflejos.

—Dime, ¿recuerdas a la chica que violaste? Ella es mía.

—Claro, me encantó poder tocar su hermoso cuerpo, poder entrar en...— No pudo terminar porque me abalancé sobre él, golpeándolo.

Cuando ya estaba rogando que lo dejara, Mike lo dejó inconsciente.

—Vamos a la manada.

...

—Vete a la mierda, mi mujer está así por tu culpa.— Miró a Alexa con maldad.

—No estaba así cuando gemía.— Sonrió.

Saqué un látigo y con toda mi fuerza le di un latigazo en la espalda. Gritó mientras se retorcía en el aire, ya que está colgado.

—Alex, ve a la habitación.

—No.

—Alex, vamos. Te llevo.

Dejé todo ahí, la tomé de la mano y caminamos hasta la habitación.

—Te amo tanto.— Dijo besándome. La apegue a mí sin aplastar su panza.

—Te quitaré ese odioso olor.

Dije sacando su camiseta holgada.

Dos horas después.

—¡Ya para!

—Morirás, o quizás te coma.

—Eso... Es... Canibalista.

—Para mí no. Escucha, antes de irte, te diré un secreto. Soy un lobo.

—Eso... Es... Mentira.

—Cosa tuya. Nos vemos en el infierno, Nicolás.— Le disparé en el entrecejo.

Sonreí macabramente.

Lo dejé ahí, los chicos con hambre se lo comerán.

—¡Lucky!— Gritó mi Luna, asustandome.

—¡Ay! Me asustaste.— Hice un mohín.

—Matt.

—¿Qué?

—Se llamará Matt.

—Es un hermoso nombre. Matt Smith Rose.

—Nunca creí que terminaría así, con un hijo, un hombre que no es mi mate y que amo.

—Menos yo.— La abracé.

Fin...























¿Se lo creyeron? Jajajsjsjsnsbsn

Las amooooooooo.

El próximo capítulo las haré sufrir de verdad MUAJAJAJAJAJA!

La rechazadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora