10.♡

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Alejo.

-Si, si. Ya lo tengo. ¿Vos de qué te vas a disfrazar? Dale pelotuda, decime. ¡No! ¡Decime! ¿Qué? ¿Con quién? ¡Laura! ¡Laura, pará!

Se escuchó como una interferencia, yo no entendía nada. Al otro lado no paraban de sonar ruidos raros y la risa de mi mejor amiga.

-Hola, Alejo.

El teléfono se me cayó de las manos. Los ojos se me abrieron tanto que estuvieron a punto de salirse y el corazón se frenó por unos segundos.

Me mori por un par de segundos.

La putísima madre, Laura.

Lo levanté con rapidez y vi si seguia ahi, ya que me habia quedado tildado.

-¡Marica, hola! ¿Estás ahi?

-H-hola.-Balbuceé.

Literalmente casi me desmayo al escuchar lo que dijo, antes de cortar.

-Te veo en el Puente de la Mujer en veinte minutos, papi bello.

Vi hipnotizado la pantalla, sin saber qué hacer; mudo.

¿Que carajo había sido eso?

¿Por qué me habia invitado asi de la nada?

¿Por qué mierda Laura estaba con él? No, mejor: ¿Por qué mierda me habia pasado con él?

Y la pregunta más difícil del examen: ¿Lo iba a ver o le hacía lo mismo que me hizo a mi?

Me senté por la avalancha de cosas que explotaban en mi cabeza, todas al mismo tiempo.

Suspiré. Tenia veinte minutos para pensar.

A ver:

No queria ir. Mi orgullo todavia estaba dolido... Aunque en el fondo me encantaria repetir lo del viernes.

Pero a la vez sí queria ir y buscar alguna explicación coherente.

Porque no le veía sentido decir que nos veamos para después no ir.

Y ahi fue cuando mi cerebro hizo un click: ¿Que me decía que si lo hizo aquella vez, no lo iba a  hacer esta vez?

Es decir, si me dejó plantado una vez, puede volver a hacerlo hoy, pasado y millones de veces más.

Entonces la pregunta volvió a estallar: ¿Voy o no voy?

Gruñí para mis adentros. ¿Por qué era tan indeciso?

¡¿Por qué tantas preguntas?!

El tiempo se me acababa y yo seguía ahi sentado sin saber qué hacer.

Me asusté por el teléfono volviendo a sonar. Aumentó cuando la palabra desconocido brillaba en la pantalla.

-Ho-la.-Atendí, cagado en las patas por alguna razón que no conocía.

-Alejo, ya estoy yendo. ¿Tú donde estas?

Bueno, eso era una señal de que no volvería a hacerlo... Supuestamente...

Cornudo (Divalejo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora