14.♡

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Entramos entre risas y con los calores aumentando internamente, al baño del boliche.

Agradeci a todos los dioses porque no había absolutamente nadie.

Solo éramos él y yo.

Volvi a atacar sus labios con alta intensidad mientras Pedro El Mafioso jugaba con mi pelo después de haberme sacado la capucha de Stich.

Nos separamos por falta de aire y miré sus labios hinchados, completamente hipnotizado.

-Quiero hacerte tantas cosas que no te das una idea.-Se me salió.

Me mordi el labio, arrepentido por haber pensado en voz alta.

¿Arrepentido?

-¿Ah si?-Inquirió seductor, acariciandome con el dedo desde la sien hasta la mandíbula. Su tan suave tacto me hizo estremecer y el calor que tenia, aumentó. -¿Como cuales?

-Mmm, ¿Y si mejor te las muestro?

La electricidad me volvió a invadir las entrañas cuando se rió roncamente y se apegó más a mi cintura, si es que eso era posible.

Cuando empezó a besarme con lentitud, recorriendome la cavidad bucal con su lengua, fue inevitable no pensar en la palabra S.

Si. Esa horrible y amplia palabra que todos temen y, a la vez quieren, tener. Exactamente esa: Sentimientos.

Lo empujé hasta uno de los baños mientras la intensidad aumentaba.

A ver, Alejo. ¿Que carajo te está pasando?

No sé.

¿Sentis esa cosa rara en tu interior cada vez que lo ves y vacío cuando no esta con vos?

Si, y me encanta.

¿Te hace reir con cualquier boludes que diga?

No puedo evitarlo. ¡Es muy gracioso!

¿No podes dejar de querer tocarlo, acariciarlo o estar a su lado?

Emmm, si... Bueno no.

¿Tus labios se sienten fríos cuando no estan tocando los suyos?

Es más complicado que eso... ¡Okay, si! Es raro.

¿Tu nombre suena más lindo si sale con su voz?

¡La puta madre! ¡Si!

Entonces, mi querido Alejo, te gusta.

Me separé de él, de repente. Impactado por mis pensamientos, miré a Pedro con horror.

¿Me gusta? ¿Cai en la Palabra S?

No puede ser...

-Oye... ¿Estás bien?-Murmuró preocupado.

Aceptalo, te gusta.

Negué con la cabeza en un intento de autoconvencerme de que estaba equivocado.

-S-si, e-estoy bien.-Tartamudé.

Sentía los labios frios, volvieron a atacarme las ganas de querer acariciar su mano y esa maldita sensación rara de electricidad en mi interior.

La única manera de acallar mis... mis sentimientos... Era seguir con lo que estaba haciendo.

Nuestras lenguas volvieron a luchar hasta que quise pasar a su cuello.

Ay no.

-Los mafiosos no pueden tener chupones.-Se burló cuando me vio incapacitado por ese enorme cuello bordado de la camisa que llevaba.

Cornudo (Divalejo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora