18.♡ (Parte 2)

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...Brillaban mucho más que ellas y yo podría pasar horas y horas viéndolos.

Y al parecer eso hice, pues después de que pasara su enorme mano por mis ojos, parecí despertar:

-Pedrin, ¿Tas ahi?

Parpadeé varias veces, recalculando, volviendo al mundo real.

O eso intentaba.

Pero es que con este chamo no se puede...

-¿Cómo?-Pregunté, queriendo que aquello no haya sido una ilusión.

-Te pregunté algo...-Dijo con una leve risita.

Rode los ojos.

-No si. Ya sé per... Ya déjalo.

No quise hacer mucho drama pero admito que me encantó que me llamara asi.

Pedrin.

Me hizo sentir... Especial, de alguna forma.

Igoa, ¿Qué carajos estás haciendo conmigo?

-¿Y? Dale, ¿Jugamos?

Intenté quemarlo con la mirada.

-Si es que eres arrecho.-Gruñi cuando lanzó otra de sus fuertes carcajadas, burlándose de mi.

-La que no me escucha. La que se queda mirando a la nada, pensando en todo.-Habló entre risas.

Le pegué un manotazo en la nuca y él se rió más fuerte.

-¡Dale boludo!-Se quejó cuando le quise dar otro. Se defendió, entrando en una guerra de intentos fallidos de cachetazos amistosos y risas idiotas.

Y apenas ambos nos calmamos, Alejo se estiró sobre el pasto, mirándome desde abajo.

-¿En que andás pensando que estás tan distraído?

Me relami los labios, dudoso de contárselo.

Sin embargo, respondí más rápido de lo que mi cerebro pudiera pensar.

-En ti.

Y la sonrisa que sacó en ese momento, me dijo que habia hecho lo correcto.

Oh, e hizo que mi corazón estuviera a punto de explotar.

-¡Oye! ¡Se me ocurrió una idea topsísima! ¿Y si jugamos al juego de preguntas y respuestas!

Quedé loca cuando estalló de nuevo como si le estuvieran haciendo las peores cosquillas de su vida.

-¿Sos joda? ¡Te habia preguntado eso! No si...

Hey tierra, tragame ahora, ¿Va?

-Discúlpame...-Agaché la cabeza, muriendo de vergüenza.

Acarició mi rodilla, haciéndome estremecer.

-Okay, juguemos. Pero hay que responder a juro. La posta, boludo, como dicen ustedes. -Indiqué.

Si me pagaran por la veces que se reía de mis idioteces, sería más rico que el creador de Facebook.

-Piola, va.

Me acosté con el objetivo de estar a la misma altura.

-Empiezo yo. Esto es algo que me ha dado curiosidad desde que te conocí.

Hice una pausa, siendo aprobado por un asentimiento de su parte.

-¿A qué edad te diste cuenta que eras homosexual? ¿Cómo reaccionaron tus padres?

Cornudo (Divalejo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora