Alejo.
Una última miradita al horno... Perfecto. La casa estaba bien ordenada, perfumada y fresca. Las fotos estaban bien escondidas y las cosas de Juan Pablo, guardadas.
Me aseguré una vez más de que todo parezca una vida de soltero, justo antes de que mi teléfono sonara.
-Amigui, ¿Como andas? ¿Todo bien?-Escuché su voz apenas atendí.
-¡Pablin! Bien, acá ando; preparando el almuerzo. ¿Vos?
El timbre sonó.
¡Dios! ¡Es él! Calma. Manténete calmado y confiado.
Me arreglé un poco mientras esperaba la respuesta de Pablo, antes de abrir la puerta.
-Tocandote el timbre.-Rió cuando le abri.
Sentí una gran decepción por unos segundos, disimulada con una amplia sonrisa.
-¿Qué haces? Qué sorpresa. Pasá, pasá.-Le pedí, sintiéndome mal por lo anterior.
Al ser mi mejor amigo, me conoce demasiado bien. Por lo que se dio cuenta.
-Apa... ¿Qué te pasa Alejin? Te noto raro...
Alzó la ceja cuando se sentó en la mesa delicadamente preparada para dos y se preparó para escucharme.
Me senté en donde seria mi lugar y le conté todo.
Y con todo, me refiero a todo. Desde que lo vi moviendo el orto aquella noche, hasta mi pelea con Laura por él.
-¿Y te gusta?
Me mordi el labio y asentí.
-¿Y no sentis nada más por Juan?
Abri la boca para hablar pero me arrepenti. Siendo sincero, no habia pensado en ese pequeño detalle.
-No... O sea, si...-Pablo me miró serio.-Bueno, no sé. Creo que estoy confundido...
Suspiró cuando le di mi mejor cara de perrito mojado pidiendo ayuda. Posta que la necesitaba.
-Mirá, yo creo que soy el menos indicado para aconsejarte sobre esto. Pero creo que deberías...
Su voz fue interrumpida por el timbre.
-¡Mierda! ¡Es él! ¡Rápido, escondéte en mi cuarto!-Exclamé nervioso.
Pablo salió corriendo.
Me levanté con torpeza y fui hasta la puerta. Esa vez miré para asegurarme que era Pedro, y al comprobarlo, abrí.
-¡Hola! ¿Cómo estás?-Saludó el venezolano animado.
-Re bien, pasá dale.
Cerré la puerta tras nosotros y sonreí tensionado.
Mucha presión me estaba atacando en ese momento. Imagináte: La primera vez que lo invitaba a almorzar (sabiendo mis sentimientos por él), la primera vez que le hacía un buen plato bueno (y no los típicos fideos con salsa rosa) a alguien, la segunda cita que teniamos juntos; todo esto estando escondido en mi cuarto, el mismo chico que me besó en pedo esa noche y por quien habia pensado que le habia mentido.
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Cornudo (Divalejo)
Romance"Estoy tan aburrido de mi novio que me garcharía al primer pibe que encuentre"