Capítulo 23

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La carrera había empezado, iba segunda y faltaba una vuelta, tenía que ganar. Aceleré y pasé de largo al chico con la Kawasaki Ninja negra y verde. Cuando ganara me llevaría su moto. Quedaban escasos metros para llegar a la meta, el chico y yo íbamos casi a la par, le superaba por unos centímetros. Aceleré todo lo que daba la moto, dejándolo atrás. Derrapé en la meta sonriendo victoriosa. Busqué a mi hermano y lo vi a unos metros, mis amigos vinieron corriendo. El chico de mi nueva moto llegó y se bajó frustrado. Al quitarse el casco lo vi, Rocco Tarallo. Me acerqué a él.

-Eres bueno chaval, sólo por eso no me llevaré tu moto.-le dije poniéndole una mano en el hombro.

Suspiró aliviado.

-Gracias, no es mía y si la perdía me capaban.

-Voy a buscar otra moto que llevarme.-le di unas palmadas en el hombro y me fui.

Vi una Yamaha MT-09 negra y azul eléctrico de la que se acababa de bajar un chico bajito, pelirrojo.

De repente sentí que me abrazaban y me daban golpes en el casco. No quería quitármelo para que Andrew no me reconociera.

-Seth ha dicho que eligieras moto.-me dijo Caleb.

-La Yamaha negra y azul.-la señalé.

-El pequeño Sammy se va a enfadar.-rió Danna.

-¿Quién es Sammy?-pregunté confundida.

-Es el hermano pequeño de Seth y es un niñato malcriado. Lleva un año compitiendo con los novatos y siempre queda de los últimos.

-Pues el muy idiota se ha quedado sin moto.-sonreí orgullosamente.

Danna rió y Blake fue a comunicarle a Seth, al que no conocía, la moto que me iba a llevar. Poco después volvió con un chico de unos 27 años y me llevaron hacia "Sammy".

-Sam, no vas a poder seguir compitiendo sin moto, lo siento.-anunció el chico.

-¡¿Enserio?! Esto es un asco.-contestó enfadado tirandome las llaves.

-Gracias machote, ha sido fácil.-reí.

Caminé hacia la moto cuando escuché unos gritos.

-¡Policía!-decían.

Todos empezaron a correr y no veía a Andrew por ninguna parte, lo encontré mirando a todas partes, perdido. Corrí hacia el y lo arrastré a mi nueva moto.

-Sube.-ordené y el obedeció rápidamente, asustado.

Nos alejamos a toda velocidad. Cuando nos alejamos y perdimos a los coches de policía me dirigí con menos velocidad a nuestra casa.

-¿Cómo te llamas preciosa?-me preguntó de sopetón.

Me costó no reírme, no sabía que era yo y estaba ligando conmigo.

-No te interesa.-le contesté intentando sonar seria.

-Venga, tengo que saber a que chica guapa tengo que darle las gracias.-habló intentando sonar sexy.

-No hace falta saber mi nombre para eso.-paré en la puerta de la mansión.-Bajate, ya estás en casa.

-Bueno, gracias preciosa. Espero volver a verte.-bajó del vehículo y me guiñó un ojo antes de atravesar la verja.

Salí de allí riendome y me dirigí al garito. Bajé quitandome el casco y toqué a la puerta tres veces. Me abrieron y entré todavía riendo.

-¿Qué pasa?-preguntó Savvanah.

-Mi hermano...int...intentaba ligar con...conmigo.-dije entrecortadamente por las risas.

Ella rió también y me hizo pasar. Hudson estaba en una esquina, tirado en el suelo, abrazando un cubo mientras vomitaba.

-Qué asco, eso te pasa por beber tanto.-le dije con una mueca de asco. Olía mal.

-Cállate, no me encuentro bien.-me contestó con la cabeza en el cubo.

Pasé de él y fui a sentarme en el sofá.

-¿Vamos a ir a la fiesta?-pregunté con ganas de salir.

-Por supuesto, necesito beber.-dijo Kaylee emocionada.

-Entonces dormirás en mi casa, a ver si se repite lo de la última vez.-habló su novio haciendo que todos rieran menos Kaylee y yo.

Ella se puso roja como un tomate y le pegó una colleja. No entendía nada.

Caleb vio que no me enteraba y me lo explicó.

-La última vez que Kaylee se emborrachó se quitó la ropa en el coche diciéndole que quería follar delante de nosotros, sacó la cabeza por la ventanilla y le gritó a una señora que pasaba por allí que se iba a follar.

Reí mirando a la pelirroja.

-No tenías porque decirlo.-susurró.

-Lo mejor es lo que vino después en mi casa.-me dijo Parker, pervertidamente.

-Qué asco.-reí.

-A mi no me dio tanto asco.-soltó una carcajada y la chica le volvió a pegar.

-Bueno, vamos de fiesta.-se levantó Savvanah.

-¡Sí! ¡Vamos!-dicho esto todos salimos del garito, subiéndonos en nuestros respectivos vehículos.

Excepto Hudson, que se fue con Blake en la moto de éste.


Stay With MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora