Capítulo 5

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En la hora de la cena me avisaron de que al día siguiente empezaba las clases, me dieron una mochila con los libros y un uniforme horrendo.
Me encontraba cepillándome los dientes, cuando tocaron a la puerta de mi habitación.
Marie entró por la puerta y al verme con el uniforme puesto sonrió.

-Te queda estupendo.

Le sonreí falsamente, ya que es imposible que este uniforme, compuesto por una falda por las rodillas de color verde oscuro con cuadros amarillos, una camisa blanca con el escudo del instituto y una americana del mismo color que la falda, le quedara bien a alguien.
Me puse mis deportivas negras y ella me riñó.

-Tienes que ponerte los zapatos del uniforme, después tiraré esas zapatillas tímidas y esta tarde iremos a comprarte ropa.

Gruñí y me puse los asquerosos zapatos negros con las asquerosas medias por media pierna con un asqueroso lazo verde.

-Vamos, el chófer te espera.

Cogí la mochila y bajé las escaleras, siguiéndola. En la entrada, un jeep negro con las ventanillas tintadas, me esperaba.
Dentro estaba el estúpido de mi hermanastro, Andrew, el cual me dio mi horario, que era el mismo que el suyo.
Llegamos al instituto, era temprano por lo que no había mucha gente. Al aparcar, todas las personas centraron su atención en nosotros. Parece ser que mi hermanito era bastante popular. Las chicas lo miraban como si se lo quisieran comer, algunos chicos me miraban pero sólo centré mi vista en uno. Llevaba tatuajes en el cuello y en las manos, supuse que también llevaría los brazos tatuados, el uniforme le quedaba perfecto, y eso era difícil. Él me miró y apartó la mirada rápidamente, encaminándose dentro del instituto.
Miré mi horario, biología aula p.7. Miré a Andrew, el cual, estaba ligando con unas chicas.

-Tú niñato, ¿dónde está la p.7?-le pregunté.

Ya ha salido la verdadera Skyler.

-En el primer piso, pasillo izquierdo. Lárgate ya imbécil.-contestó el niño pijo.

Me encaminé hacia el aula correspondiente. Miraba disimuladamente a la gente de allí, todos eran pijos, mucho. Chicas con mucho maquillaje, mochilas y bolsos rosas de marca, hablando sobre chicos y ropa, con los típicos "ósea tía..." Los chicos no se quedaban atrás, repeinados con mucha gomina, rolex de oro, hablando sobre el nuevo coche que le había comprado su papi.
Subí las relucientes escaleras recordando las indicaciones del niño pijo.

P.3, p.4, p.5, p.6, ¡P.7, quieta!

Al haber entrado a la clase miré hacia dentro, habían dos chicos y una chica, supuse que serían los "nerds". Antes de entrar, sentí que me miraban. Dos clases a la izquierda, se encontraban el chico de tatuajes y cuatro chicos más. Son los únicos en el instituto que no parecen niños de papá.
Ingresé al aula y me senté en la última fila, al lado de la ventana. Poco a poco la clase se empezaba a llenar. El profesor entró y empezó a hablar.

-Parece ser que hoy tenemos una nueva alumna, ¿puede levantarse y presentarse, señorita?

-Por poder, puedo, pero lo que es querer...-contesté con cansancio.

-Es para que sus compañeros la conozcan.-dijo con los dientes apretados.

-No quiero que estos pijos de muerda me conozcan, gracias.-le sonreí falsamente.

-Niñata insolente, salga de mi clase, vaya usted al despacho del director.-señaló la puerta.

-Encantada.-le guiñé un ojo y salí.

Muy bien, Skyler, primer día y ya te han echado de clase.

Empecé a dar vueltas por los pasillos, no sabía dónde estaba el despacho pero tampoco tenía pensado ir. Empezaba el día estupendamente.

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