Capítulo 28

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Estaba tumbada en mi cama esperando a que me llamaran para cenar, estaba feliz, Zarek se había ido hace como media hora y me había dejado con esa sonrisa estúpida en la cara.

Poco después tocaron la puerta de mi habitación.

-¡Adelante!-exclamé feliz.

Un Andrew furioso apareció frente a mí.

-Eres una zorra.-espetó.

-¿Qué cojones dices?-solté levantándome.

-No entiendes nada, tú no encajas en esta familia, eres un desperdicio de la humanidad. Vas de niña buena y eres una completa zorra. No me extraña que tus padres te abandonasen. Solo has venido a jodernos la vida, toda mi familia ha hecho todo por ti, te han llegado a querer en menos tres putas semanas y tú se lo pagas escapándote de casa para conseguir una reputación de chica mala que en realidad no eres.

-Tú no sabes nada de mi vida, entiendo que no quieras que esté aquí pero oye, a mí tampoco me hacía ilusión venir aquí. Yo he dejado toda mi vida en Manhattan, no es que fuera una buena vida pero tenía allí todo lo que necesitaba. No comprendo tu odio hacia mi, enserio.

-Mi odio hacia ti se debe a que desde que has venido todo lo que hacen es por ti y nos pagas con tu mierda de actitud, no recibo ni un poco de atención desde que llegaste. Aun así, mis hermanos te adoran, mis padres también y no lo entienden, no ven que tu actitud de niña mala es solo para llamar la atención. Solo eres un remplazo por esa niña que perdieron hace años. Nunca serás parte de esta familia, tú jamás encajarás aquí. Estabas en un orfanato porque no estás destinada a tener una familia, no vales para eso, ni para nada. Tú deberías estar muerta en un callejón como cualquier otro yonqui pobre y a nadie le importaría. No vales nada. Eres simple escoria.

Eso no me sentó bien, debo reconocer que dolió.

-Me da igual lo que tengas que decirme niño pijo. Vete de mi habitación. ¡Ya!-lo eché antes de que las lágrimas que contenía salieran.

Él me obedeció y salió dando un portazo. Me tumbé boca abajo en mi cama y saqué todas esas gotas saladas que se acumulaban en mis ojos. Puede que tuviera razón, yo jamás sería parte de esta familia, no estaba destinada a tenerla, mis padres biológicos me abandonaron, los únicos que me quisieron adoptar ahora están bajo tierra, quizás Andrew tenía razón, quizás era yo la que tenía que estar muerta en un sucio callejón.

Necesitaba a mis amigos. Necesitaba a Ashley, Matt, Steven, Riley y Bryan. Los necesitaba a mi lado como nunca. Cogí el ordenador que se encontraba encima de mi escritorio y abrí Google. Tecleé "Vnsny Hospice Speciality Care Unit" y puse el primer link que me salió. Gracias a Dios salía el número, lo apunté en una hoja y bajé a la cocina secándome las lágrimas.

Cuando llegué vi a una de las cocineras preparando la cena.

-Señorita Skyler, ¿está usted bien?-me preguntó la mujer, Donnie.

-Sí Donnie, tranquila.-sorbí los mocos y me dirigí hacia el teléfono fijo que estaba en una esquina.

Marqué el teléfono, a los tres pitidos escuché la voz de un hombre.

-Vnsny Hospice Speciality Care Unit, ¿desea algo?

-Me gustaría hablar con Steven Miller.-contesté con la voz rota.

-¿Es familiar suyo?

-Soy su mejor amiga, por favor, haga que se ponga.-rogué

-Un momento.-escuché como le hablaba a la secretaria y una puerta cerrarse.-El señor Miller vendrá enseguida.

-Muchas gracias.

Un minuto más tarde escuché la voz de mi mejor amigo.

-¿Dígame?

-Stev...-lo llamé empezando a llorar otra vez.

-Ey pequeña, ¿qué te pasa? ¿Qué te han hecho?

-Dime tu skype, juntaros todos en una habitación y os cuento, por favor.

-StevMil_51.-después de ese dato le colgué.

Él sabía perfectamente que no era de muchas palabras cuando lloraba.

-Donnie, dile a Marie que no voy a cenar.-le pedí para después correr a mi habitación.

Abrí el ordenador, puse Skype y esperé a que se conectara. Necesitaba verlos a todos.


Stay With MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora