Stay With Me

Capítulo 34

Era jueves 25 de noviembre, estaba en mi segunda clase del día, cultura clásica. Mis uñas eran prácticamente inexistentes. Tenía los nervios de punta y, al fin y al cabo, era normal. Esta tarde tenía la audición de baile.

-¿Quieres parar de morderte las uñas?-me reprendió Natalie, la chica que se sentaba junto a mí en esta clase.

-No puedo, estoy muy nerviosa.-susurré.

-¿Qué pasa? ¿Tu novio te ha dicho que te la iba a meter hasta que se le rompiera o qué?-rió.

-No gilipollas.-reí también.- Tengo la audición esta tarde.

-No jodas, ¿vas a ir a Street Dance?-esta chica era la menos fina que conocía en todo el instituto.

-Sí, ¿por?

-¡Yo también! A la audición de Hip-Hop.

-¡Joder! ¡Espero que nos toque juntas!

-Señoritas, ¿podrían hacerme el favor de salir de mi clase y dejar de gritar?

-Por supuesto, mira, media horita libre.-le contestó Natalie.

Ambas recogimos nuestras cosas y salimos de clase. Nos dirigimos al patio trasero, donde estaban entrenando las animadoras y los jugadores de fútbol. Nos sentamos en la última fila de las gradas donde podíamos observar todo bien sin que vieran lo que hacemos. Nat sacó un paquete de tabaco del borde de su falda y me tendió un cigarro.

-No gracias.-le contesté amablemente.

-¿No fumas?-dijo para después encenderlo.

-No.-contesté intentando no sonar borde.

-¿Nunca has pensado en probarlo?

-Realmente sí, me han ofrecido cientos de veces pero no me llama la atención.

-Venga, dale una calada.

-No, de verdad, no quiero.

-Te relaja.-insistió.

Al momento me llegó un WhatsApp.

Andrew Estúpido: MI madre se va a enterar de que te han echado. Repito MI madre, porque es mía y jamás formarás parte de esta familia.

Tras leer el mensaje un nudo se formó en mi garganta.

-Pásamelo.-pedí decidida.

Ella rió y extendió el cigarrillo hacia mí.

Di una calada y cerré los ojos al sentir el ardor en la garganta, empecé a toser casi inmediatamente. Natalie soltó una gran carcajada mientras recogía su cigarro del la grada de abajo, ya que se me había caído al toser.

-Dios, qué asco.-murmuré cuando el ataque de tos se me pasó.

-Tranquila, a la cuarta calada se te termina pasando.-me lo volvió a tender para que siguiera fumando y ella se sacó otro.

Le di otra calada y volví a toser, no con la misma intensidad que antes pero lo hice. Mi compañera tenía razón, después de unas cuantas caladas dejaba de escocer aunque la sensación seguía sin ser agradable.

Natalie y yo hablábamos de estupideces cuando fuimos interrumpidas por el sonido estridente de la campana que anunciaba el inicio de la siguiente clase.

-¿Qué toca?-pregunté.

-Gimnasia, ¿quieres saltártela?

La oferta me parecía tentadora pero recordé que la clase la compartíamos con los de último curso, Zarek.

-Mm...creo que por esta vez paso.

-Qué raro que tú no estés por la labor de saltarte una clase.

-Lo sé, pero están los de último curso.

-Ah claro, que la niña está saliendo con el griego potente.-me sonrió con cara de pervertida y solté una gran carcajada.

Nos levantamos y bajamos las gradas en dirección al gimnasio. Nos cambiamos en los vestuarios y salimos, Avery estaba sentada en un banco, al lado de Branko, el cual también estaba sentado con Zarek y Sawyer. Me acerqué a ellos y me senté en las piernas de mi novio. Vi a Sidney mirarme con asco.

La clase siguió como todas, aburrida. Pero por lo menos mi novio estaba en el gimnasio y aunque haciamos cosas diferentes de vez en cuando nos cruzabamos. Avery parecía no estar enfadada conmigo ya que bromeaba junto a mí y a Natalie. Veía que ella y Branko se lanzaban miraditas de vez en cuando.

Tenía que descubrir que tenían entre ellos.