Capítulo 38

6.4K 373 14
                                    


-Tenías razón.-dijo Zarek cuando subimos al coche.

-Siempre la tengo.-contesté.-Espera, ¿ahora en qué?

-El niño pijo, está raro. Es como... no sé, majo.

-Por unos días que esté así no voy a perdonar lo que me dijo.

-Igual se arrepiente de verdad.-lo miré con mala cara.- No me mires así, lo digo enserio.

-Si se arrepintiera realmente me pediría perdón, lo cual no ha hecho ni creo que vaya a hacer.

-Bueno vale, cambiemos de tema.-dijo girando a la derecha en un cruce.

-¿A dónde vamos?-le pregunté.

-Te lo he dicho antes tonta.

Me quedé pensando un rato, ciertamente no me acordaba, no tengo buena memoria.

-No me acuerdo.-me mordí el labio inconscientemente.

-No hagas eso o paro el coche y te violo.-habló mirándome fugazmente.

Solté una risita y lo volví a hacer.

-Eres mala eh.

-Creí que ya lo sabías pero aún no me has contestado.

-Vamos a las carreras ilegales.

Ahí me mordí el labio nerviosamente, seguramente los Zygens irían y mi novio todavía no sabía que casi le quito su bonita moto a Rocco el primer día.

-¿Qué te he dicho antes?-me dijo al ver mis dientes atrapando mi labio inferior.

-Perdón.-lo solté.-¿No prefieres ir a otro sitio?

-No, quiero enseñarte lo que hago de vez en cuando.

Agarré mi móvil y busqué la conversación con Kaylee.

Sky: Tía, dime que no vais a las carreras esta noche.

Kaylee: Claro que vamos, nunca nos perdemos una te acuerdas?

Sky: Joder... estoy de camino con mi novio y no sabe nada de Zygens.

Kaylee: Mierda, intentaré que los chicos hagan como si no te conocen pero me va a ser difícil con Hudson, ha empezado a beber hace un rato.

Sky: Aléjalo de mí, como sea!!

Kaylee: Lo intentaré.

Despegué la mirada del teléfono cuando Zarek habló.

-Oye, no me estarás poniendo los cuernos, ¿verdad?-dijo medio en broma.

-¿Eres tonto? ¿Por qué dices eso?-le contesté.

-Nada.- suspiró y giró el último cruce antes de llegar al descampado.

-No, nada no. ¿Por qué me preguntas eso?

-Nada.

Nada más llegar apagó el motor y bajó del coche. Haciendo caso omiso a mis réplicas.

-Zarek, sabes que te quiero, jamás te pondría los cuernos.

-Está bien, vamos.-me indicó con la cabeza la multitud de gente que se amontonaba alrededor de los novatos.

Suspiré notando su frialdad, como si no me creyera.

Poco después llegamos con sus amigos. Branko me dio un fuerte abrazo que poco después imitó todo el grupo excepto Rocco, que solo asintió con la cabeza en mi dirección. Sabía que a Rocco no le caía bien pero bueno, no era algo que me preocupara.

Busqué con la mirada a los chicos, los vi a unos metros de nosotros y pude apreciar que Hudson iba casi por los suelos, recé para que no me viera.

-Entonces, ¿qué te parece Sky?-preguntó Sawyer.

-Bien.-dije distraída.-Espera, ¿el qué?

-La carrera de hoy es en parejas, Zarek iba a competir hoy y hemos pensado que corras tú con él.

-Ah, está bien.-contesté.

-No, no quiero ponerte en peligro.-dijo mi novio.

-Esto...¿podemos hablar un momento?-murmuré.

-Ya va a soltar la bomba.-habló Rocco.

Lo fulminé con la mirada, él tenía que saber que yo corría. Arrastré a Zarek a un lugar un poco apartado.

-¿De qué quieres hablar? Tengo algo de prisa.

-Zarek, yo corro en las carreras. Aquí solo he participado una vez pero en mi país estuve corriendo desde los 12. ¿Te acuerdas de los chicos con los que estaba cuando me pegaste?

-Sí.-contestó fríamente, como si ya se lo esperara.- Los Zygens.

Me sorprendí de que lo supiera y hablara como si nada. Antes de que pudiera pronunciar una sola palabra, Hudson se tiró sobre mí.

-Mi amor, ¿por qué me pones los cuernos con este chico con tantos tatuajes? ¿Qué te da él que no pueda darte yo? ¿Es porque folla mejor? Lo siento, sabes que perdí la virginidad contigo.-dijo llorando como una magdalena.

-¿Qué coño dices Hudson? Suéltame.

-Lo siento, intenté que no se acercara para ahorrarte esto.-se lamentó Kaylee.

-Ya he entendido todo Skyler. Se acabó.-dijo Zarek.

-¡¿Qué?! ¡No, Zarek, no es lo que tú crees!-grité mientras veía que se alejaba.

-¡¿Qué no es lo que creo?! ¡Este tío acaba de decir que le estas poniendo los cuernos! ¡Eres una zorra, ya se te veía en la cara! ¡No sé que coño estaba pensando al enamorarme de ti!

Y tras esas palabras salió corriendo como un cobarde hacia su coche, lo arrancó y se fue tan rápido como pudo.

Caí al suelo de rodillas, llorando como hacía años que no lloraba. Lloré como una niña pequeña que acaba de perder su juguete favorito. Lloré como si de alguna manera supiera que esto iba a pasar y en lo más profundo de mí, también sabía que esto no volvería a ser como antes.

Stay With MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora