Capítulo 4

14.6K 744 9
                                    

Hacía como media hora que me dejaron en mi habitación para que me instalará y ya lo tenía todo puesto en su lugar, tenía pocas cosas. La habitación era increíblemente grande, estaba decorada de un color morado claro, los muebles estaban pintados de blanco, una gran cama de matrimonio se situaba justo en el centro de la habitación con unas sábanas violetas y un edredón negro. En la pared derecha había dos puertas también blancas, una de ellas daba al armario, que era el doble que las habitaciones del internado, el cual, se encontraba casi vacío debido a mi escasez de ropa. La otra puerta daba a un baño enorme con una ducha de hidromasaje, una bañera que parecía un jacuzzi y un lavabo doble
Mi cuarto también tenía un pequeño balcón que daba al patio trasero. Era realmente grande, una piscina enorme, un jacuzzi, una mesa blanca con cuatro sillas, un par de sillones, un columpio y un tobogán pequeño.
Terminé de colocar la última foto, en la que salía con Matt cuando estábamos juntos, ahí él me tenía abrazada por detrás con la barbilla apoyada en mi hombro mientras sacaba la lengua y yo tenía las manos sobre las suyas mientras le daba un beso en la mejilla. Era una de mis fotos favoritas.
Tras acabar, decidí bajar a la cocina para buscar un vaso de agua. Me perdí. No sé cómo lo hice pero llegué a una sala en la que tenían una televisión de por lo menos 50 pulgadas, un billar, un futbolín, ¡y una bolera! En uno de los pufs frente a la televisión estaba Andrew jugando al fifa.

-Andrew, ¿podrías, por favor, decirle dónde está la cocina? Llevo un rato buscándola y sólo he llegado aquí.

-Estoy jugando, ¿podrías esperar a que termine?-respondió secamente.

Creo que no le gustaba que estuviera aquí pero no era culpa mía.

-No te preocupes, ya la encontraré yo sola.-le contesté de igual manera.

Salí rápidamente de la habitación y continué con mi búsqueda. Tras recorrer me casi toda la casa, por fin la encontrer. Marie estaba sentada en un taburete en la gran isla de la cocina leyendo una revista.

-¿Podría darme un vaso de agua?-pregunté educadamente.

Joder, ¿de dónde ha salido esa educación tan repentina?

Cállate.

-Claro que sí cariño. En ese armario están los vasos, sírvete tú misma.

Hice lo que me dijo y me senté en uno de los taburetes, un tanto alejada de ella.

-Skyler puedes sentarte a mi lado, no muerdo.-dijo divertida.

Me senté junto a ella y cerró la revista.

-Háblame un poco de ti. ¿Cuánto tiempo llevas en el orfanato?

-Desde los dos años.-no me hacía gracia contarle mi vida.

-Eso es mucho tiempo.-dijo sorprendida.-¿Entonces no conoces a tus padres?

-No.

-¿Tenías muchos amigos en el orfanato?

-Sólo cinco pero eran los mejores.

-Eso es muy bonito, lamentó haberte separado de ellos.

No quise contestar, miré la hora en el reloj de la cocina, las 8.15 de la noche.

-¿Cuándo cenaremos?-pregunté.

-En media hora, haremos pollo al horno, espero que te guste.

Asentí y me encaminé a mi habitación, más o menos sabía cómo ir.
Me tumbé en la cama y me quedé dormida

Stay With MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora