Capítulo 26

8.8K 468 1
                                    


-¿Qué...qué has dicho?-susurré.

-Que te quiero Skyler, ¿no lo entiendes? Desde la primera vez que te vi hace dos semanas me llamaste la atención, me atrajiste y sin darme cuenta te empecé a querer. No preguntes cómo porque ni yo lo sé, sólo sé que hiciste que te quisiera sin siquiera esforzarte. No voy a decir que estoy enamorado de ti ni te voy a dar las falsas esperanzas de que vayamos a estar juntos para toda la vida. Eso es solo mierda que no sé si podremos cumplir pero por el momento lo único que quiero es estar contigo y es lo único de lo que he estado tan seguro en toda mi vida.

-Pero... ¿yo como sé que me estás diciendo la verdad?

-Déjame demostrártelo, por favor. Dame una oportunidad para demostrarte que realmente te quiero.-me cogió la cara con sus manos y me miró con ojos suplicantes.

-Tengo miedo Zarek.-murmuré fijando la vista en el suelo.

-¿De mí?

-De que me hagas daño.-fui bajando el tono de voz.

-No te voy a pegar Skyler.-se tensó.

-No me refiero a daño físico, si no psicológico. Que encuentres a alguien mejor que yo y me dejes cuando me haya enamorado de ti.

-No puedo encontrar a alguien mejor que tú si para mí eres perfecta en todos los sentidos.-parecía sincero y me alegraba a la vez que me asustaba.

Ese brillo en su mirada hacía que mi estómago se retorciera de tal manera que dolía y me daba miedo. Me daba miedo que me enamorara demasiado rápido de él, me ilusionara y después terminara con el corazón roto.

-Sé que ahora estas confundida, tienes miedo pero por favor, déjame demostrarte que no soy tan malo.

-No creo que seas malo Zar, no me das miedo tú si no que me ilusione y luego todo se vaya a la mierda.-contesté todavía mirando al suelo.

-No me voy a arriesgar a perder lo único bueno de mi vida.-me obligó a mirarlo.

Me quedé sin palabras, sin más me besó.

-Tengo que ir a casa.-le dije separándome de él.

-Vamos.-me dio otro beso y me cogió de la mano para llevarme fuera de la casa.

Me llevó hasta una Kawasaki ninja y después subió a ella, me quedé admirando la moto. Tenía una obsesión con ella desde que la vi por primera vez.

-¿Vas a subir o seguirás mirando mi moto como si te la quisieras comer?-comentó divertido.

-Amo tu moto.-le dije mientras me subía a ella.

-Venga, vamos antes de que se den cuenta de que no estás y tu castigo empeore.

Nos encaminamos a mi casa, diez cortos minutos después, llegamos a mi calle. En la puerta de mi casa había como cinco patrullas de la policía. ¿Qué cojones?

-Tengo la ligera sensación de que ya se han dado cuenta de que no estás.-se rió el muy imbécil.

Bajé de la moto fulminándolo con la mirada y le obligué a que bajara para después arrastrarlo conmigo.

-Eh, ¿qué haces?-me preguntó confundido.

Lo miré pensando que era idiota, ¿no se pensaría que me iba a cargar el muerto yo sola no?

-Si te piensas que voy a entrar ahí sola, vas mal.-le dije.

Me miró asustado y entramos en la casa.


Stay With MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora