Capitulo 3

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-Hey-me desperté al sentir las pequeñas manos de Ryder.

-¿Que pasa?-pasé mi mano por mis ojos.

Luego de que me hubiera tocado con un tipo bastante violento solo caí en la celda de cara y Ryder me ayudó como pudo.

-Hay unas personas aquí que no son como los malos-susurró.

-Los salvaguardas-me paré con dolor y miré hacia afuera, si estaba en lo correcto eran los mismos de siempre.

Ya tenían a un niño por lo que si quería que se lleven a Ryder debía hablarles y eso sabía que tendría un costo.

-Señores-los llamé captando su atención, la mujer me miró con lástima y mientras que el hombre solo me observaba esperando a mi respuesta-Ayuden a este niño por favor, no quiero que pase por lo mismo que pasamos nosotros-les  supliqué abrazando a Ryder.

-No es tu elección-dijo el hombre mirando hacia donde Dante y su compañero estaban.

-Yo también pienso que deberían llevarse al niño-dijo el ojiazul frente a mi.

-Igual yo-dijo un Dante igual o peor que yo, el había estado con el mismo tipo.

El hombre nos ignoró pero la mujer me miró a los ojos como si estuviera buscando algo.

-Abranle al niño, se va con nosotros-sonreí por sus palabras.

-Gracias-le sonreí, abracé a Ryder y lo miré.

-¿Que pasará contigo?-Una lágrima cayó por su ojito.

-Yo... estaré bien, ahora irás con ellos y te van a llevar con tu familia. Se muy feliz-besé su frente, el asintió y me abrazó con fuerza.

-Te voy a sacar de aquí-dijo haciéndome sonreír de ternura.

-Ve-le guiñé un ojo y salió, la mujer le dió la mano y me miró.

-Llegará sano y salvo a su casa-tomó mi mano por la reja y me miró con pena-Suerte.

-Gracias-sonreí de lado.

-Ya hicieron su elección ahora pueden irse de aquí-dijo el encargado de aquí, me miró de reojo algo que significaba que no se venía algo nada bueno.

El hombre y la mujer asintieron y caminaron hacia la puerta con los tres niños.

No me había dado cuenta que alguien estaba a mi lado y ahora me agarraba del cuello arrastrándome al centro de donde estaban todas las celdas.

-¡Luke!-Ryder intentó zafarse de la mujer pero ella lo agarró y salieron rápidamente, no sin antes mirarme con tristeza.

-¡Eres un idiota!-el encargado me pegó un puñetazo-¡Por tu culpa se nos fue la nueva mercancía!
¿Y quien crees que tendrá que hacer sus tareas eh?-Otro puñetazo a mi rostro y otro a mi estómago.

Decidí no luchar y quedarme en el piso pensando como siempre en mi familia, mi hermana mayor que por más que tuviéramos nuestras diferencias era la mejor hermana, seguramente estaría como loca.

Mi madre, trabajadora y humilde. Ella debería estar llorando y buscando hasta debajo de la tierra.

Mi padre el hombre más amable y el mejor padre que alguien pudiera tener, si era estricto, pero era increíble.

Mis amigos, el resto de mi familia seguramente pensarían que estoy muerto. Y mejor así a que seguir con falsas esperanzas.

¿Como terminé aquí?

Simple, un día mientras iba a la casa de mi amigo Alan una camioneta paró en el medio de la oscuridad. Me acerqué al sentir llantos y cuando quise acordar estaba dentro de la camioneta con una bolsa en mi cabeza y un trapo  con cloroformo en mi nariz.

Y luego me desperté aquí, desde ese día mi vida es un infierno y e estado con tantos hombres que perdí la cuenta, ya no soy el mismo de antes y nunca lo volveré a ser.

Volví a mi ser cuando una patada en mi pecho me dejó sin respiración, intentaba respirar pero no lo lograba aunque quisiera.

Me quedé tendido en el piso, todo se veia borroso, apenas pude volver a respirar el tipo se alejó y me dejó ahí tirado.

Hasta el momento no me había dado cuenta de la gravedad de mis heridas, pero ahora sentía que me quemaban...no tenia fuerzas para moverme.

-Luke-escuché a alguien llamarme a mi derecha, giré con dolor mi cabeza y ví el rostro de Dante mirarme con preocupación-¿Como estás?

-No...me puedo mover-susurré adolorido con lágrimas en mis ojos, dolía mucho.

-Chris ayúdalo-dijo mirando por detrás mío.

Sentí una mano en mi brazo, los dedos de esa mano agarraron con fuerza mi brazo y me jaló hacia el dueño de ella, largué un quejido con los ojos cerrados, pero no dije nada porque sabía que me estaba ayudando.

Dos manos más se unieron a esa, miré hacia ese lado donde dos chicos me miraban.

-Hola-me sonrió de lado un moreno-Se que esto va a doler pero ayudará a sanar tus heridas-asentí y el chico tomó mi mano.

El otro de piel pálida y ojos azules pasó algo en mis heridas, largué un alarido cuando mis heridas comenzaron a arder.

Miré hacia donde estaba el guardia y me pareció extraño que no dijera nada mientras los demás me ayudaban, si le avisaba a los demás estaba muerto.

El me miró de reojo y continuó mirando hacia las celdas.

-Listo-sonrió el moreno-Vas a estar bien-se sentó en la celda sin soltar mi mano.

Me aferré a su mano y fui cerrando mis ojos, pensando en que estos chicos se habían arriesgado por mi, para salvarme.

Tal vez...ya no me sentía tan solo.

No hay salida (Gay/Yaoi)-Sin EditarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora