Capítulo 10

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Luke

Miré hacia los costados y observé a los chicos junto a mi, no eran cinco si no que éramos diez en total.

Emi se encontraba a mi lado y del otro estaba el chico de las toallas, nadie hablaba, todos pensaban en lo que sería de nosotros ahora y del resto que había quedado atrás.

Emi suspiró y tomó mi mano en señal de apoyo, sonreí levemente y tomé la mano del chico a mi lado, y así hasta llegar a los diez.

-Vamos a salir juntos de esto-susurré-Desde ahora somos solo nosotros y debemos ayudarnos unos a otros.

Todos sonrieron y asintieron sin soltar sus manos, ahora estábamos por nuestra cuenta.

Llegamos al lugar y nos bajaron vendados, sentí mis pies descalzos en un piso cálido como si estuviera tibio.

Nos sacaron las vendas y ví algo borroso, refregué mis ojos para ver a una chica frente a nosotros, era muy hermosa. Tenía puesto tan solo un sostén rojo decorado con piedras y un short muy corto igual que el sostén.

-Bienvenidos, yo soy Jessie, soy igual que ustedes y llegué aquí hace unos dos años. Yo seré la que atienda sus dudas y los ayudaré a adaptarse lo mejor que pueda, espero cuenten conmigo para lo que sea-sonrió tímida la chica, así que también era una esclava sexual como nosotros...-Aquí en la casa viven ocho  hermanos, ellos los usaran a su antojo cuando quieran ya saben como es. Hay cinco de ellos que son bastante buenos, incluso se preocupan por nosotros, deben tener cuidado con dos, Brutus y Elías ellos son malos y cuando ellos los quieren tomar les aconsejo ser sumisos y no enfrentarlos por nada, el otro no viene casi nunca así-suspiró-Hace años no había nadie aquí, estoy muy contenta...¿Cuáles son sus nombres?-sonrió levemente.

-Soy Luke-dije primero.

-Soy Emiliano.

-Michael.

-Rick.

-William.

-Carl.

-Hell.

-Sam.

-Genial, vengan les mostraré sus habitaciones estarán de a dos y son libres dentro de la casa, no pueden salir sin el permiso de alguno de los siete. Si los ven bajen la cabeza a no ser que ellos le permitan subirla, se darán cuenta quienes son los buenos y quiénes los malos, pero siempre quien sea hagan caso.

Fuimos dejando a los chicos en sus habitaciones y llegamos a una de color azul, con dos camas grandes y muy bonitas.

-Esta es la suya-dijo Jessie.

-Gracias-sonrió Emi.

-No hay de que-sonrió ella, su cara cambio al sentir pasos-Entren-susurró.

-Buenos días hermosa-un hombre muy apuesto de pelo negro se acercó a nosotros y apoyó su mano en el trasero de Jessie como si nada-Veo que hay nuevos-sonrió-Me encantaría probarlos...

-Ellos están adaptándose aún, sabes las reglas Brutus-Dijo Jessie mirándonos.

-Yo hago las reglas-rió mirándola sobrador.

-Déjalos, son nuevos, déjame atenderte-Jessie acarició el pecho del hombre haciéndolo sonreír.

-Esta bien hermosa, ya no puedo esperar. En dos minutos te quiero desnuda en mi cuarto, ya sabes cómo me gusta-le dió una palmada, nos miró y se fue.

Jessie suspiró y nos miró.

-Volveré en un rato para ver cómo están, adentro les dejé algo de comida y pueden asearse si quieren, hay toallas y ropa limpia en el ropero-señaló hacia adentro.

-Gracias de verdad-la miré con una sonrisa.

-No me agradezcas. Es muy bueno tener a alguien aquí, ya no me sentiré tan...Sola.

-¡Jessie!-Escuchamos un grito masculino desde abajo.

-Nos vemos-su sonrisa se borró y rápidamente se fue.

Miré a Emi que miraba hacia afuera.

-Es muy buena y bonita-dijo mirándome-Nos salvó de ese tipo.

-Si lo hizo-suspiré-Espero que esté bien.

Ambos nos bañamos y comimos la exquisita comida que Jessie nos había dejado, descansamos un rato y luego quedamos charlando, hace mucho tiempo no nos sentíamos así, bien.

Alguien tocó la puerta, ambos miramos asustados y nos quedamos mirando.

-Soy yo chicos-una pequeña voz se escuchó.

Me paré y le abrí a Jessie, me pegué un gran susto al ver su ojo algo hinchado.

Acaricié su mejilla también roja pero ella enseguida se alejó.

-Estoy bien enserio-sonrió-¿Cómo está todo, se sienten bien?

-Si muchísimas gracias-Le sonreí-¿Estás bien?

-Si de verdad lo estoy, gracias por preguntar-sonrió-Nos vemos en la cena, ahí tal vez aparezcan algunos de los hermanos, por suerte Brutus y Elías no están en la noche. Así que para las nueve los quiero listos, los vendré a buscar para presentarlos-sonrió y se fue por las otras habitaciones.

Qué nervios, conoceríamos al resto de los hermanos.Aún no sabía porque pero el rostro de Mathew estaba en todos lados producto de mi imaginación.

Al rato dormimos una pequeña siesta y nos aprontamos con la ropa que Jessie nos trajo, ella nos pasó a buscar.

Nos reunimos todos y bajamos a lo que supongo sería el lugar principal, nos asustamos al ver unos cinco hombres parados allí.

Uno de ellos se acercó a Jessie y miró su mejilla serio.

-¿Fue Brutus otra vez verdad?-acarició su mejilla.

Ella no dijo nada solo lo miró con una leve sonrisa.

-Señores ellos son sus chicos, Luke, Michael, Emiliano, Carl, Rick, Hell, Will y Sam-nos señaló uno por uno.

Un hombre muy apuesto, con una sonrisa  y y joven se acercó a nosotros.

-Esperamos se sientan cómodos aquí, soy Byron y ellos son mis hermanos Esteban, Lincoln, Ryder, Fede, Mark y bueno los otros tres que no están aquí.

Los observamos, parecían ser amables. Todos nos sonreían y no parecían malos.

-Bueno a comer-nos sentamos algo incómodos y nos sorprendió el plato frente a nosotros, tenía de todo y se veía muy bien. Todos quedamos mirándolo atentos lo que llamó la atención del resto.

-De seguro hace tiempo no tienen algo así, coman es todo suyo y hay más si quieren-dijo el que creo se llamaba Esteban.

Y cuando uno empezó a comer, el resto devoramos la comida con gusto haciendo reír a los hermanos y a Jessie.

Una vez quedamos con la panza llena sonreímos contentos, que exquisitez.

Uno de los hermanos creo que Ryder se levantó y se acercó a Sam, extendió su mano y Sam la tomó, nos miró y juntos se fueron hacia arriba.

Escuché que susurraron algo entre ellos y miré a Emi preocupado.

El chico llamado Esteban hizo lo mismo pero con Emi y Hell.

Y así siguieron luego se llevaron a Carl y Rick juntos y a Will y Micheal juntos.

Quedé yo solo frente al chico de pelo negro y ojos azules, Byron.

Jessie se acercó y me susurró al oído.

-El es muy bueno, no debes preocuparte. Es el mejor y te eligió a ti desde un principio-susurró sonriente para después darle un beso en la mejilla a Byron y subir.

-Se que estarás pensando que no somos buenos si los compramos a ustedes-me miró, yo bajé la cabeza-Es una tradición en nuestra familia y es una deshonra no seguirla...Lo sé, es algo horrible pero aunque no me guste lo tengo que hacer, entonces decidí que a los chicos que trajeran los ayudaría a pasar lo mejor que puedan-sonrió levemente y se levantó para extenderme la mano.

Dudoso, la tomé.

No hay salida (Gay/Yaoi)-Sin EditarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora