Pasaron los días y por suerte Mathew no había venido...Pero Dante aún no se recuperaba, el dolor en su cuerpo permanecía allí y la angustia dentro de él no paraba ni un segundo. Tenia miedo, miedo de que de verdad estuviera mal y se fuera de mis brazos.
Ahora dormía en mis brazos como todas las noches, tenía tanto miedo de perderlo, de que su cuerpo ya no diera más y en algún momento no se despertara de mi pecho.
Acaricié su mejilla y dejé un beso en su frente, sus preciosos y expresivos ojos rojos por el llanto me observaron.
-Te quiero Luke.
-Yo también te quiero Dante-acaricié su espalda cubierta de cicatrices.
En ese momento la puerta que hace días no escuchábamos se abrió.
Tres hombres desconocidos entraron imponentes junto al guardia que ya conocíamos.
Me asusté al ver que uno intentaba agarrarme mientas que otro jalaba a Dante de mis brazos.
-¡No!-grité intentando zafarme al descubrir su intención, querían llevarse a Dante.
-¡Luke!-Gritó desesperado siendo agarrado por uno de los hombres.
-¡Déjenlo!-grité pegando patadas y manotazos-¡No dejes que se lo lleven!-Le grité al guardia que conocíamos como Marcus.
-¡Luke!-Sollozó Dante en brazos del hombre que se dirigía a la puerta.
-¡No Dante!, ¡No se lo lleven!-las lágrimas comenzaron a caer de mis ojos, por última vez ví la cara de Dante antes de que el hombre saliera y cierre la puerta.
El tipo que me agarraba me soltó y enseguida corrí hacia la puerta desesperado por abrirla.
-¡Dante!-Golpeé la puerta llorando-¡No, no, no!-Comencé a darle golpes con toda mi fuerza.
-¡Quieto!-Marcus me agarró y puso mis manos juntas evitando que golpeara lo que sea.
Y allí me rendí y lloré, lloré como nunca, se habían llevado a mi amigo y quién sabía que harían con el.
-Dejaste que se lo lleven...-Susurré llorando.
-No podía hacer nada y lo sabes-me soltó lentamente en el piso.
-¡Dios quien sabe que mierda le van a hacer!-grité furioso y herido.
-No le van a hacer nada.
-Como si fuera a creerte...Sal de mi habitación ahora-le ordené, el me miró por última vez y salió.
Ahora sí estaba solo, solo y destrozado por dentro y por fuera.
Una semana después
-¡Te dije que no se nada!-Volvió a gritar frustrado.
-¡Trabajas aquí sabes todo, ahora dime dónde está Dante!-Le grité acercándome.
-Si te vuelves a acercar así te voy a golpear-me y amenazó enojado el hombre.
-¡Golpeame de una vez, mátame, estoy harto de esto!-Le grité en la cara enojado.
-Vete a descansar-suspiró y caminó hacia la puerta-De verdad no se nada de él-y salió.
Suspiré y miré a la puerta angustiado, nervioso, enojado...Hace ya una semana que no sabía nada de Dante, por suerte Mathew no había venido si no no hubiera aguantado.
Lo extrañaba tanto, sus mimos, nuestras charlas y juegos...No podía sentirme más solo.
Ahora era realmente cuando me doy cuenta la horrible situación en la que estamos viviendo, como muñecos, utilizados y me pregunto...¿A que persona con sentido común y que tenga un poco de humanidad se le ocurre comprar a una especie de "esclavo"?
Como extraño a mi familia, a mis amigos, la gente, la calle, sentir el aire fresco en mi rostro, el sol del verano...esperaba poder verlos de vuelta.
Me desperté luego de una siesta justo cuando la puerta se abría.
-Vamos, te cambiaremos de lugar-Marcus entró y me ató las manos para sacarme por la puerta.
-¿A que área vamos?, ¿Porque me cambian?-Pregunté mirando al reto de las puertas donde habían hasta dos o tres chicos.
-Como estás solo ahora te cambias a una habitación más pequeña, de las VIP para recibir a Mathew y clientes especiales solamente.
Suspiré y miré hacia un lado para ver cómo Christian y Emi me miraban por la ventana de ellos con tristeza.
Miraba a los otros chicos asustados, algunos sin expresión, otros con moretones destrozados y me pregunté...¿Porqué nos pasa esto?, ¿Lo merecemos?, ¿Hicimos algo malo para que esto pase?
-Llegamos-Marcus me sacó la cuerda y entré a la habitación nueva, lo primero que llamó mi atención fue el espejo que había. Podía ver a los chicos de los otros lugares pero yo nunca me había visto.
Suspiré y bajo la atenta mirada de Marcus me paré frente al espejo...Me quedé sin respiración al verme...Era otra persona, no me reconocía, estaba flaco, muy flaco, lleno de moretones y cicatrices, mi expresión era vacía, mis ojos ya no tenían el brillo de antes.
Con la respiración acelerada me apoyé en el espejo evitando mirarme, ya no sabía quién era la persona frente al espejo, nunca volvería a ser el mismo.
Especial Marcus
Aunque no me crean para mi no era nada fácil ver el sufrimiento de estos chicos, no estaba aquí porque quería, si quería que mi hija esté a salvo tenía que estar aquí.
Dirigí mi mirada al chico que custodiaba desde que estaba aquí y no saben cuanto deseaba poder liberarlo de este infierno, pero no era mi trabajo y tampoco lo podía hacer.
Él me miró con los ojos lleno de lágrimas.
-¿Dante?-Susurró.
Negué con la cabeza, de verdad no sabía que habrían hecho con el chico.
Asintió y entro a la habitación para tirarse en la cama y quedar allí como si estuviera metido en sus propios pensamientos.
Cerré su puerta y salí a hacer mi guardia, la de la noche. Era la peor, se podían escuchar los gritos y los llantos... Realmente me daba rabia, me ponía en lugar como padre, moriría si mi hija terminara así, mataría a estos imbéciles, me imaginaba el desespero de los padres de los chicos y creo que nunca se imaginaran este infierno.
De verdad esperaba que esto termine pronto y no me molestaría ir a la cárcel mientras esto termine de una vez por todas.
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No hay salida (Gay/Yaoi)-Sin Editar
General FictionPor séptima vez en el día me dejaron en mi celda para si al fin poder descansar. Mi cabeza daba vueltas. Ya no sabía cuántos hombres habían estado conmigo en sólo este día, apenas me di cuenta que estaba en mi fría celda por el húmedo piso y el cara...