Un año después...
Abrí mis ojos y me extendí en la suave cama de mi ahora nueva habitación.
Miré hacia mis lados donde Mathew y Dante dormían plácidamente, de seguro habían quedado cansados al igual que yo anoche.
¿Que pasó en este año?
Descubrí que cuanto más te resistas, más sufres, cuánto más luchas, más daño te haces a ti mismo así que dejé de hacerlo.
Todos aprendimos a hacerlo, ahora nos encontramos en habitaciones lujosas y hermosas de a dos, donde los clientes con ya un tiempo aquí y que pagan bien son atendidos por nosotros, aunque eso no quiere decir que nosotros estemos completamente bien.
Dante y yo ocupamos una habitación donde ahora dormimos con nuestro mas frecuente cliente, Mathew, el hombre de traje.
Con el tiempo él comenzó a visitarme cada vez más y ahora se podría decir que viene todos los dias.
-Buenos días-un susurro en mi oído me hizo saltar.
-Buenos días- saludé a Mathew con un beso en los labios como el pedía que lo saludemos.
-Eres tan hermoso-estampó sus labios con los míos y nos besamos por unos minutos-Saluda a Dante de mi parte-se paró para vestirse y se acercó a mí de vuelta seductoramente-Aunque sabes que eres mi favorito hermosura-mordió mi lóbulo y me guiño un ojo.
-Nos vemos Mathew.
-Adiós preciosura-saludó y se retiró.
Me recosté en la cama y observé a Dante, todo este tiempo había tenido la oportunidad de conocerlo y era un chico asombroso, tanto por fuera y por dentro.
Bostezó y se desperezó.
-Buenos días dormilón-me acerqué a él.
-Buenos días-sonrió y dejó un pico en mis labios, algo normal en nosotros-Que noche-suspiró mirándome.
-Si la verdad-me acosté, aún sentía un poco de dolor en el cuerpo por el día anterior.
-Gracias-se recostó sobre mi, su torso desnudo pegado al mío y sus labios a centímetros.
-¿Porqué?-acaricié su cabello negro azabache.
-Por ayudarme a vivir mejor aquí adentro-acarició mi mejilla.
-No tienes nada que agradecerme-besé su frente.
Me sonrió, dejó un beso en mi mejilla y se fue al baño.
No malinterpreten, nuestra relación es pura amistad. Nos apoyamos uno al otro y nos cuidamos entre todos, nos hemos vuelto muy buenos amigos y el apoyo del otro.
-¡Hola!-Chris y Emi entraron por la puerta.
Chris el moreno y Emi el chico de ojos azules se tiraron en mi cama haciéndome rebotar.
Nos quedamos charlando un rato y luego se fueron cada uno para su habitación.
Estos eran los beneficios de "ser un buen chico".
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No hay salida (Gay/Yaoi)-Sin Editar
Fiction généralePor séptima vez en el día me dejaron en mi celda para si al fin poder descansar. Mi cabeza daba vueltas. Ya no sabía cuántos hombres habían estado conmigo en sólo este día, apenas me di cuenta que estaba en mi fría celda por el húmedo piso y el cara...