Desperté en una cama, suave y muy cómoda.
Entonces...¿No era un sueño?
Miré hacia ambos lados y escuché voces abajo.
Lentamente me levanté y me puse la ropa que alguien habría dejado sobre la cama.
Bajé con cuidado y miré por la escalera, allí se encontraban todos los chicos comiendo, yo me quedé inmóvil, no parecía real.
-¿Luke?-Emi me miró haciendo que el resto me miré.
-Ven, siéntate con nosotros-Dijo el hombre llamado Byron, imágenes de él y yo juntos llegaron a mi cabeza.
-Vamos, no tengas miedo-dijo Esteban al lado de Byron.
Dudoso me acerqué a la mesa y me senté junto a Emi, el resto seguió comiendo y charlando pero yo no podía, no podía con esta farsa.
Nosotros éramos sus esclavos y por más bien que nos trataran no nos devolverían a nuestros hogares aún sabiendo que nosotros queremos irnos.
No toqué la comida sólo revolví el plato incómodo.
-¿No vas a comer?-Me miró Byron llamando la atención del resto.
Lo miré y probé un poco de la carne haciéndolo sonreír, en realidad estaba muy buena y tenía hambre.
Comí todo pero eso no sacaba mis dudas, todos nos sobresaltamos al escuchar la puerta.
-Buenos días-un hombre con una sonrisa escalofriante entró dejando a otro pasar.
-Elias, Brutus. Buenos dias-dijo Byron mirándolos.
-Que buen festín tienen aquí-Dijo el tal Elías relamiendose los labios, pero ellos no miraban la comida, nos miraban a nosotros.
-No los pueden tocar, son nuestros-Dij Esteban.
-Ya veremos-mi piel se erizó al ver que Brutus me observaba fijamente.
Al parecer Byron se dió cuenta porque se acercó más a mi y me rodeó con su brazo derecho.
-Jessie te quiero arriba en cinco minutos-dijo Brutus con la voz ronca.
Ella asintió y suspiró.
Los dos hermanos subieron.
-Buenos provecho-dijo Jessie y se paró.
-No-Byron tomó su mano y la detuvo.
-Sabes que tengo que ir, no quiero más problemas entre ustedes-sonrió ella-Cuiden a los chicos, nos vemos en un rato-y subió.
-¿Ellos...Ellos no nos pueden tocar?-dijo Sam asustado.
-Claro que no pequeño-dijo uno de los hermanos acariciando su cabello.
-Ellos me dan miedo-susurró Carl, un chico de ojos azules y pelo pelirrojo.
-No deben tener miedo, no los tocarán-dijo otro de los hermanos.
Nosotros asentimos y luego subimos a las habitaciones para dormir un rato como nos ordenaron los hermanos.
Cuando estaba por dormirme Byron entró a la habitación en silencio.
-Lo siento creí que te habías dormido-dijo sentándose a mi lado.
-No pasa nada-susurré.
El suspiró y me miró.
-Se que esto no te gusta nada y lo entiendo, como puedes querer a alguien que te compró-dijo mirándome.
Me quedé en silencio con los ojos cerrados.
-No quiero hacerte daño, quiero que estés bien. Eres un chico hermoso y quiero ver un día tú sonrisa, se que es difícil con todo lo que te ha pasado pero yo quiero que vuelvas a ser feliz-acarició mi cabello.
Yo asentí pensando en sus palabras y con sus caricias me dormí.
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No hay salida (Gay/Yaoi)-Sin Editar
Genel KurguPor séptima vez en el día me dejaron en mi celda para si al fin poder descansar. Mi cabeza daba vueltas. Ya no sabía cuántos hombres habían estado conmigo en sólo este día, apenas me di cuenta que estaba en mi fría celda por el húmedo piso y el cara...