Capítulo 12

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Desperté en una cama, suave y muy cómoda.

Entonces...¿No era un sueño?

Miré hacia ambos lados y escuché voces abajo.

Lentamente me levanté y me puse la ropa que alguien habría dejado sobre la cama.

Bajé con cuidado y miré por la escalera, allí se encontraban todos los chicos comiendo, yo me quedé inmóvil, no parecía real.

-¿Luke?-Emi me miró haciendo que el resto me miré.

-Ven, siéntate con nosotros-Dijo el hombre llamado Byron, imágenes de él y yo juntos llegaron a mi cabeza.

-Vamos, no tengas miedo-dijo Esteban al lado de Byron.

Dudoso me acerqué a la mesa y me senté junto a Emi, el resto seguió comiendo y charlando pero yo no podía, no podía con esta farsa.

Nosotros éramos sus esclavos y por más bien que nos trataran no nos devolverían a nuestros hogares aún sabiendo que nosotros queremos irnos.

No toqué la comida sólo revolví el plato incómodo.

-¿No vas a comer?-Me miró Byron llamando la atención del resto.

Lo miré y probé un poco de la carne haciéndolo sonreír, en realidad estaba muy buena y tenía hambre.

Comí todo pero eso no sacaba mis dudas, todos nos sobresaltamos al escuchar la puerta.

-Buenos días-un hombre con una sonrisa escalofriante entró dejando a otro pasar.

-Elias, Brutus. Buenos dias-dijo Byron mirándolos.

-Que buen festín tienen aquí-Dijo el tal Elías relamiendose los labios, pero ellos no miraban la comida,  nos miraban a nosotros.

-No los pueden tocar, son nuestros-Dij Esteban.

-Ya veremos-mi piel se erizó al ver que Brutus me observaba fijamente.

Al parecer Byron se dió cuenta porque se acercó más a mi y me rodeó con su brazo derecho.

-Jessie te quiero arriba en cinco minutos-dijo Brutus con la voz ronca.

Ella asintió y suspiró.

Los dos hermanos subieron.

-Buenos provecho-dijo Jessie y se paró.

-No-Byron tomó su mano y la detuvo.

-Sabes que tengo que ir, no quiero más problemas entre ustedes-sonrió ella-Cuiden a los chicos, nos vemos en un rato-y subió.

-¿Ellos...Ellos no nos pueden tocar?-dijo Sam asustado.

-Claro que no pequeño-dijo uno de los hermanos acariciando su cabello.

-Ellos me dan miedo-susurró Carl, un chico de ojos azules y pelo pelirrojo.

-No deben tener miedo, no los tocarán-dijo otro de los hermanos.

Nosotros asentimos y luego subimos a las habitaciones para dormir un rato como nos ordenaron los hermanos.

Cuando estaba por dormirme Byron entró a la habitación en silencio.

-Lo siento creí que te habías dormido-dijo sentándose a mi lado.

-No pasa nada-susurré.

El suspiró y me miró.

-Se que esto no te gusta nada y lo entiendo, como puedes querer a alguien que te compró-dijo mirándome.

Me quedé en silencio con los ojos cerrados.

-No quiero hacerte daño, quiero que estés bien. Eres un chico hermoso y quiero ver un día tú sonrisa, se que es difícil con todo lo que te ha pasado pero yo quiero que vuelvas a ser feliz-acarició mi cabello.

Yo asentí pensando en sus palabras y con sus caricias me dormí.

No hay salida (Gay/Yaoi)-Sin EditarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora