Llegué al colegio y todo el mundo parecía saber lo que había pasado entre June y yo. La gente me miraba raro y algunos reían por lo bajo. Estúpidos.
- Me han dicho que June ya no está bajo tu encanto - Ben se apoyó en el casillero al lado del mio.
Él es mi mejor amigo desde que llegué a la ciudad. Es mi compañero de clases, de dictotecas, partidos de football, todo. Es uno de los pocos que no ha cambiado a lo largo de los años.
- Cállate - le dije.
- No te preocupes, hermano. El viernes es la re-apertura del Champion y te conseguiremos a alguien allí. - el Champion era una de las discotecas más famosas de la ciudad. Todos en la escuela iban los viernes y sábados por la noche, y había cerrado por reformas hace un tiempo pero volvería a abrir en la semana.
- ¡Dicen que la barra será libre toda la noche! - me contó emocionado - ¡Va a explotar, Connor!
- Allí estaremos - contesté - No es como si la fiesta empezara sin nosotros, ¿verdad?
Ben sonrió y chocamos los puños, un gesto que solíamos hacer.
La primer clase del día fue matemáticas, y me lo pasé de lo más aburrido posible. La segunda fue historia y ahí si que me eché una buena siesta mientras la profesora Stigman hablaba sobre quien sabe que.
Cuando el día escolar terminó, fuimos con todo el grupo de los deportistas a la práctica de football semanal. Entre entrenamientos competíamos por quien tenía más abdominales o quien había ganado más chicas el ultimo fin de semana.
Por desgracia ya todos sabían sobre mi ruptura y no tardaron en burlarse de ello. Había perdido a June y eso me hacía parecer un gran perdedor, pero ahora estaba soltero y arrasaría en la apertura del Champion, ya lo verán.
Aproximadamente a las 20:30 volví a mi casa. Mi madre estaba en la cocina, con la cena casi lista. Bueno, si es que se le puede decir cena a doce hotdogs apilados en el centro de la mesa.
- Connor, que bueno que has vuelto, me han llamado del hospital y tengo que ir - me dijo.
Mi madre es una reconocida cirujana, y de vez en cuando la llaman a mitad de la noche para operar de urgencia a algún paciente.
- Está bien - le dije mientras veo que coloca su bata blanca dentro del bolso que lleva al trabajo. - ¿Volverás tarde?
- Es una cirugía de corazón, amor - respondió - Si vuelvo antes de que te vayas de nuevo a la escuela sería todo un milagro.
- Suerte- le dije y mastique el primer hotdog lleno de queso cheddar que tomé de la bandeja.
- Te quiero - me dijo y me dio un beso en la frente - Nos vemos mañana. ¡Ah! Y saca la basura antes de que pase el camión recogedor.
- Lo haré.
- No te olvides, Connor. Enserio - me dio una de sus miradas de madre esperando que su hijo haga la única tarea que se le encomendó y se fue.
Encendí el televisor y miré diferentes canales hasta terminar de cenar. La casa quedaba tan vacía sin mi madre; mi padre nos había abandonado cuando yo tenía dos años. Apenas tengo un par de fotos con él y eso es todo. No tengo hermanos, ni mascotas. Sólo yo y mi madre, o sólo yo en caso de que ella esté trabajando hasta tarde.
Pensé en hacer mis deberes de química, pero ya estaba reprobando esa clase prácticamente, y no había tarea que me pudiera salvar a estas instancias. Decidí mirar la repetición del partido de béisbol del domingo y cuando me quise dar cuenta...
¡¿23:20? ¿Enserio?!
El camión que recoge la basura pasaba todos los días a las 23:30. Si no recogía todo rápido mi madre me mandaría a cortar el césped otra vez.
Tiré las servilletas grasosas al bote de basura y até la bolsa negra. Prácticamente corrí hacia la puerta y cuando salí, el camión estaba a unos 200 metros de mi casa. Uf, Connor, lo haz hecho otra vez.
Deposité la bolsa en el cantero de rejas blancas y troté hasta la puerta de mi casa.
Pero algo me detuvo de entrar.
Un auto blanco estacionó frente a la casa de los Bloom con las luces apagadas. Y no me hubiese parecido tan raro a no ser porque rápidamente la puerta de esa casa se abrió y alguien salió.
Me acurruqué en mi puerta para que nadie viera que estaba observando.
Entrecerré los ojos hacia aquella figura que no se veía muy bien porque la única luz que iluminaba la calle era un pequeño farol sobre el cordón de la calle.
Pero cuando lo ví, cuando la vi, no lo podía creer.
No, no es cierto.
No es posible.
Madre. De. Dios.
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The boy knows something ✔ (TBKS #1)
RomanceMackenzie y Connor son vecinos. Se conocen desde los 10 años y siempre se han llevado fatal. Mackenzie tiene un gran secreto. Connor, una noche, lo descubre. ¿Que sigue después de eso? ¿Extorsión? ¿Humillación? Puede ser, pero luego de esa noche la...