The boy knows something ✔ (TBKS #1)

Capítulo 28

Quizás haya sido uno de los besos más bonitos que me han dado jamás.

No, no quizás.

Lo ha sido.

- Eres... eres todo un tema  - me dijo sonriendo, cuando nuestros labios se separaron.

- Soy estupendo, lo sé - dije en tono de broma.

- Oye- Mackenzie miró hacia los costados - ¿te parece si entramos? Me da miedo que nos puedan llegar a ver los vecinos... ya sabes...

- Ya, lo se.

Colocamos la casita en su sitio, Mack prometió que luego vendría y la acomodaría mejor, pondría agua y comida y comenzaría a funcionar. Siendo sincero, estaba muy seguro que apenas yo regresara a mi casa, ella correría desesperada a hacerlo y su jardín se volvería a llenar de pájaros. Pero no le he dicho eso a ella, claro que no.

- ¿Puedo volver a ponerme seria, una ultima vez, por favor? - dijo, ya dentro de su casa, mientras cerraba la puerta tras nosotros.

- Claro, ya te tocaba.

Me dio un pequeño puñetazo en el hombro.

- Quiero decir... no voy a decir nada extraño pero, ya sabes... todo el tema de que tendrás un bebe es algo que no podemos obviar, ¿no?

- Ya, hoy eras tu pero mañana prometo arreglar las cosas con June, o... llegar a un acuerdo, ¿sabes?

- Sí, que no está tan fácil - Mackenzie alzó las cejas mientras lo decía.

- No he tenido nunca buen gusto en las mujeres, ¿que puedo decir? - dije sonriendo.

Mackenzie me apuntó con un dedo incriminador.

- Hasta ahora - dijo.

- Hasta ahora - respondí acercándome para plantarle un pequeño beso en los labios.

- Y... - su expresión seguía procupandome - ¿y que pasa si esto es pasajero? ¿O... o si mañana te das cuenta que has cometido un error, que no soy tan lista, o buena, o lo que sea que creas de mi? ¿Que pasa si...

- Que pasa si - la interrumpí suavemente - que pasa si dejamos de hablar de inseguridades, que para eso ya he tenido bastante, y tu también. Que mejor hablemos de nosotros, o sentémonos a comer palomitas y mirar una peli, o nos tiramos en la cama...

- Oye - dijo con una ceja arqueada.

- Déjame terminar - le dije riendo - ooo nos tiramos en la cama, relajados, en silencio, no me importa. Cualquier cosa. Pero contigo. Ya no más miedos que nos separen ni nada por el estilo.

- Bueno.

Su expresión era de niña pequeña que acababa de hacer una picardía, ¿me entienden? en fin, no se como explicarme, una expresión muy tierna que me hizo estremecer el estomago.

Así pasamos la tarde, hablando de cosas sin mucha importancia, que bueno, cuando Mackenzie las contaba, hasta la historia de como la señora Perkins que vivía frente nuestro había perdido y encontrado a su gatito, eran realmente interesantes.

Miramos un capítulo de Sherlock, aunque no he sido muy rápido para entender la resolución y como pudieron darse cuenta que ese tipo era el asesino, así que pusimos esa parte varias veces.... en fin, una gran tarde. Ah, y hemos comido un pastel de moras que estaba buenísmo. Una especie de luna de miel un poco apresurada, porque sus padres llegaban y tuve que volver a mi casa.

Ya en mi cama, acurrucado, mirando de reflejo a la ventana de mi habitación, que daba directo a la de Mack, pensaba en que estaba en un gran momento. Y si, tenía millones de problemas detrás mío pero ¿que creen? que no podía parar de revivir la tarde de hoy.

Lo que no sabía, oh, pequeño e inocente Connor, era lo que pasaría a la mañana siguiente en el colegio.

Porque todo volvería a la normalidad,

y Mackenzie y yo estábamos en un gran, gran problema.

Había que enfrentarse a los pasillos del maldito instituto.