The boy knows something ✔ (TBKS #1)

Capítulo 25.

- Es que no me lo puedo creer.

Le había contado todo a Ben. Todo, con lujo de detalles. Desde que conocí a Mack, que la vi salir, que la obligué a llevarme. Que hemos estado juntos y el por que de cómo terminé en este Hospital.

- De verdad que siento no haberte contado todo esto. Es que no podía, es su secreto.

- Si, claro, no es nada, sólo que tienes una vida completamente paralela donde sales de fiesta en medio de la semana con el sujeto mas nerd y raro que puede existir, y oye, eso no es lo peor, ¡este sujeto nerd se transforma en una bomba sexual de noche! oh, espera, no es lo peor de todo ¡TU, mi amigo Connor, TE LA ESTAS FOLLANDO!

- SHHHH BEN - le dije, mirándolo - No puedes decir nada. A nadie. Ni a los chicos, ni a June, ni a nadie.

- ¿Crees que me creerían? Bueno, lo tuyo sí. ¿Pero lo de ella? ¡Ni siquiera la reconocí, Connor! No lo haría nadie. No... no me lo puedo creer aún, que sean la misma persona.

- Yo estaba igual que tu, realmente, pero debes prometérmelo.

Ben me miró unos instantes, pero terminó asintiendo.

- Pero tienes que parar con esto, amigo

- ¿Que? - dije, sorprendido.

- Que no es lo tuyo, Connor. Sí, te he notado extraño desde hace tiempo, y creí que era por todo el tema del bebé y de June, pero ahora me doy cuenta que es por esta... doble vida que llevas, escapándote todos los días de semana, con ella.

- Yo puedo manejarlo . dije.

- ¿Sí? Pues mírate.

- Ben - le dije, en tono serio - yo realmente la paso bien con Mackenzie.

- Dios, jamás pensé que alguien en el universo podría pronunciar esa frase - respiró hondo - ¿que demonios ha pasado antes? Parecía que estaban.. peleando.

- Creo que le he dicho muchas cosas a la vez y no ha salido bien.

- Déjame adivinar, le has hecho un chiste sobre que es la Virgen María 2.0,eh?

- No, tarado - coloqué una de mis manos bajo mi cabeza en forma de almohada - Le he dicho algo así como que me están pasando cosas con... con ella.

- Sí, claro - comenzó a reír fuerte.

- Ya, no seas idiota, es en serio.

Ben dejó de reír y se me quedó mirando.

- Connor, ¿realmente quieres que te crea? Te conozco, tu no dices estas bobadas de me pasan cosas con ella. Todo esto del bebé te debe tener alterado y no sabes distinguir lo que pasa en tu cerebro de lo que pasa en tus pantalones.

No le respodí porque no tenía caso hablar con Ben. No cuando querías hablar de algo serio, no cuando querías resolver tu cabeza. Sólo aportaba cosas sin sentido, o con doble sentido... ya me entienden. Necesitaba alguien que me ayudara a aclarar mis pensamientos con respecto a Mack... y ese alguien iba a arrancarme la cabeza, pero por otro motivo.

- ¿Has... has hablado con mi madre? 

La realidad es que a mi madre casi le da un paro cardíaco que no se iba a poder reanimar ni ella misma cuando se enteró que estaba en una camilla de hospital y no durmiendo en mi casa. Salió pitando de la casa y cuando llegó aquí, me abrazó y luego se enfadó conmigo. 

Madres....

En fin, luego de hablar con el doctor (de doctor a doctora) firmó un par de papeles y me dieron por fin el alta. Al rededor de las 5am llegué a mi casa... sólo y para continuar escuchando los sermones de mi madre, que no vale mucho la pena contar del todo, porque se resumen en frases como "dios, casi me matas del susto" o "Primero repruebas todas las materias y ahora esto" o cosas (muy dolorosas) como "ya no jugarás en el equipo de fútbol, punto final."

Y aunque por fuera no lo parezca, por dentro me siento muy mal por mi madre. Ella se desvive por mi básicamente, da todo lo que tiene para hacerme feliz a mi, y yo, ¿con que le agradezco? 

Con nada.

Y verla allí, sentada en la mesa de la cocina, con la cabeza entre las manos, resignada a castigarme porque jamás he hecho caso, entiendo a Mackenzie.

Entiendo por que me ha evitado en el Hospital, por que huye de lo que le dije.

Y es que ella no huye del amor, no huye de los sentimientos, ni del compromiso.

Huye de mi porque sabe como soy, porque me lo dijo en aquella sala pero no entendí hasta ahora. 

Huye porque yo, Connor Sepper, soy un maldito egoísta, un patán y un imbécil, y lo he sido toda mi vida. Un tipo que no era capaz de hacerle la vida más fácil a su madre, ni capaz de sentar el culo para entender una materia. No era capaz de enfrentar que sería padre y tampoco de enfrentar a June, porque no era lo suficientemente fuerte para cortarla de raíz.

Era alguien que jamás en la vida lograría nada porque estaba tan vacío por dentro como solo por fuera.

Pero me había hartado.

Ya no quería decepcionar a mi madre, ni quería que Mackenzie huyera de mi. No quería ser más el idiota que era.

A partir de mañana, todo esto cambiaría.