The boy knows something ✔ (TBKS #1)

Capítulo 16.

- ¿Qué estas haciendo aquí?

Mackenzie estaba sentada como esperando que llegara para regañarme.

No se si era la luz que entraba por la ventana o que demonios pero el pelo lacio y el short negro jamás le había quedado tan bonito.

¿Que mierda de palabra bonito? Cállate estúpido.

- ¿Adivina que? - comenzó - Desperté hoy pensando que sería un día súper tranquilo y Dios, te juro que jamás lo hago pero abrí el blog de Jenna porque todo el mundo hablaba de eso.

- No me digas que...

Me mostró la pantalla de su celular y, efectivamente si, la foto del exacto momento cuando le pego a Francis estaba pasmada ahí.

- ¿Que demonios, Connor? ¿Sabes quien es, verdad?

- SÍ, lo se, el idiota que nos dejó pasar a la fiesta... pero es eso, es un idiota - dije mientras me acercaba a ella y apoyaba la espalda en el escritorio, quedando de frente los dos.

- Ya se que es un idiota - dijo - pero no pensé que tu también, Dios santo. - estaba mirando con preocupación mi ceja y mi nariz.

- No es tan grave... deberías ver como quedó el otro - dije tratando de reír pero el dolor en el entrecejo me mató.

- Si, bueno, el único que me importa de momento eres tu - se paró y examinó mis cejas de cerca. La derecha era la peor, la que más sangraba y me dolía como cinco granos en el culo - ¿donde tienes el botiquín de primeros auxilios?

- ¿Vamos a jugar al doctor y la enfermera? - le dije pícaro, pero sólo puso los ojos en blanco - En el baño, por... algún lado.

- Iré a buscarlo. Ah, y por cierto, tu madre me dejó pasar porque le dije que te enseñaría química, pero ha tenido que salir por una urgencia en el hospital. Creo que cree que soy un ángel

- No tiene ni idea - le dije y desapareció con dirección al baño.

Estaba pensando en como quería volver a romperle la crisma al idiota de Francis cuando volvió. Se había atado el pelo en un moño y me hizo sentar en la silla de escritorio mientras ella me curaba.

- Lo siento si te duele - dijo mientras empapaba la primer gasa con desinfectante de heridas - Pero te lo mereces por idiota.

- Oye, no tienes idea las cosas.. - me callé porque decidí mejor no contarle que el tipo había dicho que era fácil o cualquier otra cosa.

- ¿Las cosas que dice sobre mi? - preguntó - Ya las se, Connor. Lo conozco.

-¿Entonces por que demonios sigues saliendo con él?

- No he salido con él en meses. Sí, comenzamos a vernos hace mas o menos un año, pero como siempre nos veíamos de noche, yo jamás le respondía por la mañana. Y creo... creo que él quería otra cosa, algo más serio. No se si quería ser mi novio novio pero quería algo más y yo la verdad es que huyo de esas cosas... de ese tipo de compromiso. Imagínate.

Comenzó a limpiar la sangre al rededor y luego pasó a la herida, que me dolía bastante pero estaba san absorto en sus palabras que me dejaba llevar.

- Así que nos peleamos, o algo así, y le dije que no quería nada más que eso. La pasábamos bien y todo pero después de eso descubrí que era un patán y sólo mantuve la relación para que me deje pasar. No hemos vuelto a salir desde... un largo tiempo.

- Oh.. ¡auch! - grité cuando presionó un poco.

- Lo siento - rió. Me gustaba verla reír... soltaba una carcajada de aquellas naturales que pocas veces escuchas en alguien y era...mágico. - Demasiado de mi. Ahora podrías contarme que demonios te está pasando a ti.

- ¿A que te refieres? Me he metido en peleas desde que tengo memoria, Mack, no es la primera vez que me rompen el cráneo.

- Lo sé, idiota, pero esto... tú no me defiendes, Connor. No a mi. Soy la rara, la nerd, hemos vivido pegados años y años y jamás hubieses dado un centavo por mi.

- Bueno, en caso de que no te hayas dado cuenta, he estado mucho tiempo contigo últimamente.

- Oh, lo siento, ¿tengo que pagar?

- No seas tonta - la tomé suavemente de las muñecas para que deje de trabajar un segundo y la mire a los ojos. - No nos hemos llevado jamás, y tienes razón, piensas que soy un patán que sólo te habló porque te vio aquella noche, y es cierto, quizás si no me hubiese sorprendido tanto la historia sería distinta pero, aquí estamos, y nos llevamos como el culo la mayoría del tiempo pero nos la arreglamos, ¿no? Me gusta pasar tiempo contigo...  y no hablo del sexo, aunque el sexo es genial pero - volvió a poner los ojos en blanco - no lo se... es extraño. Y quizás me haya dado cuenta de esto cuando te quedaste a dormir la otra noche, luego de lo de June. Aunque seas lo más incomodo del mundo para dormir te lo agradezco, porque estoy seguro de que habría perdido la cabeza si me quedaba solo.

Mack sólo se me quedó mirando. Como sorprendida, como con los ojos brillando... no lo se. Aún tenia sus manos en las mías. Y allí nos quedamos segundos que parecieron mil horas, mirándonos, hasta que ella se dio cuenta y rompió el silencio.

- Tu no eres muy cómodo para dormir tampoco - dijo y comenzamos a reir los dos, mientras volvía a su trabajo de sanarme un poco el rostro.

- Hablando del tema... - me dijo - ¿has vuelto a hablar con ella? ¿Con June?

- Esta tarde... hemos quedado para hablarlo bien. No tengo ni idea de que esperar.

- ¿El color de la cuna? ¿Demasiado pronto?

- Ja, ja.

Se tardó un rato más hasta terminar de limpiarme y ponerme gasas para que no me desangre, cosa que yo no creía que iba a pasar, pero, oye, ella es bastante insistente.

Cuando nos despedimos si vino la peor parte; prepararme mentalmente para hablar con June. Tenia mil dudas que sacarme y mil cosas que decirle pero... Dios sabe que iba a fracasar en el intento de hacerlas.