The boy knows something ✔ (TBKS #1)

Capítulo 23

Punto de vista de Connor
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- ¿Que demon... - fue lo primero que pronuncié al abrir los ojos.
La cabeza me dolía mas que nunca. Imaginen un millón de resacas juntas, bueno a eso sumenle unas mil más y ahi quizás se pueda comparar al dolor de cabeza que tenía.
Además de eso me sentia mareado, y con un gusto terrible en la boca. Ah, y tenia sed, mucha sed.

- Bienvenido de vuelta niño -un doctor que tenía frente a la camilla me sonrió. - Justo estaba analizandote.
Junto con su gran bata blanca tenia una planilla y un boligrafo, que dejó sobre el final de la camilla cuando vio que desperté.
- ¿Que ha pasado? - dije, viendo mi brazo lleno de agujas clavadas que terminaban en un suero.
- Te has pegado menudo golpe, ¿no lo recuerdas? Hasta casi te has ahogado. Te han salvado.
Cierto, cierto. Salté del barco. Pedazo PEDAZO de imbécil que soy.
- Demonios. - dije - Espere.. ¿quien me ha salvado?
- Me han dicho que un niño te ha sacado el agua de los pulmones antes de que llegaran los paramédicos. Pero mucha información no tengo, asi que tendrás que preguntarle a la chica que te esta esperando fuera.
- ¿Mackenzie? ¿Ella está aqui, esta bien? - fue lo primero que se me vino a la cabeza preguntar.
- Ell si... Solo ha esperado aquí un buen rato, pero le daré la buena noticia - se acercó a mi y a las maquinas que tenía a la derecha -  Mira, las enfermeras vendran a explicarte tu tratamiento en pocos minutos, pero te acabas de despertar y seguramente te sentirás mareado. Además de que te hemos suministrado una gran cantidad de analgésicos, algo así como el efecto que producen varios shots de vodka.

Genial pensé. Me ha tocado el doctor bromista.
De todas formas, si me sentía como ebrio. No ebrio de cerveza o tequila, como en el sentido de que se me nublaba el cerebro y decía las cosas sin pensarlo dos veces

Gran GRAN error.

- Iré a avisar fuera - dijo, tomó su planilla y su bolígrafo y salio de la sala.

Hubo silencio por un par de minutos y luego la puerta se abrió.
Mackenzie y Ben estaban allí.
Espera, ¿Mackenzie y Ben? ¿Juntos?
No, no era posible.
Los analgésicos me estaban haciendo alucinar.

- Dios, Connor - Mackenzie se acercó prácticamente corriendo a mi camilla y me tomó la mano.
No me tomó la mano con verguenza o incomodidad. La tomó como si fuera normal, como si me la hubiese tomado para tranquilizarme toda mi vida.
- Hermano - Ben también se acercó, aunque se puso del otro lado - Me has pegado un tremendo susto.
- ¿Que.. Que están haciendo los dos aquí?- pregunté.
Era la combinación mas rara que podías esperar. Sabia que Mackenzie odiaba a Ben mas de lo que.me podía haber odiado a mi, y Ben detestaba a Mack sólo por comportarse diferente.
- Yo lo he llamado - dijo mirándome-  necesitaba el número de tu madre pero ha venido hasta aquí.
- Dios, mi madre - iba a matarme. Realmente iba a matarme-  ¿no hay posibilidad de que no la llamemos?
- No, Connor. Además necesitan que uno de tus padres firme.
- Ya... - dije poniendo cara de cachorro mojado.
- Yo... Iré a llamarla - dijo Ben. Se notaba que estaba incómodo con Mack - vendré en un minuto.
- Oye Ben -le dije antes de que cruce la puerta-  No le digas a mi madre que ella está aquí.

Señalé a Mack con la cabeza y Ben asintió. Se le notaba raro, aunque no lo podía culpar. Luego tendría que hablar con él.

Cerró la puerta y quedamos sólo Mackenzie y yo en la habitación.

- Casi me matas de un susto - su voz sonó frágil y entrecortada.