El dolor de un rechazo

Capítulo 27: Es real, es él.

Los días iban pasando, cada vez con mayor rapidez. Thor iba mejorando, su rehabilitación es lenta, muy lenta, pero es lo que tenemos que sufrir para volver a tenerlo con nosotros.

Christian ha estado distante, frío, apenas hablaba con Azahara, con Tessa o conmigo, ni siquiera le hemos visto acercarse a la habitación donde se halla su mejor amigo. Sé que su cabeza sigue rondando lo que leímos en ese libro... Sé que sigue buscando qué consecuencias va a traer ayudar a Thor. A lo largo de estos últimos dos días yo también he estado pensando acerca de ello. Me aterra la incertidumbre de qué puede salir mal, qué puede torcerse, pero todos los actos traen consecuencias, unas mejores y otras peores, sólo me queda rezar para que no sean terribles. 

Tessa y yo pasamos unos 10 minutos cada día ayudando a Thor, él está respondiendo bien, de hecho, el otro día le apretó la mano a mi pequeña; ella está feliz, aunque le intenté explicar que nuestra ayuda a su hermano, puede traer cosas malas, ella dice que nada sería peor que estar sin su hermano. Sé lo que es estar sin tu hermano, por lo tanto, no necesité oír nada más para volcarme en cuerpo y alma para traer a ese dios griego engreído y distante con nosotros. 

Estaba sumergida en mis pensamientos cuando entró Christian al salón. 

- Hola guapo. - Le dije.

- Hola preciosa. - Su respuesta me sorprendió, hacia semanas que no me llamaba así.

- Woow, por lo que veo hoy estás feliz. 

- Siempre estoy feliz, Yani.

- Bueno... No quiero echarte la bronca, pero llevabas un tiempecito miarma.... Que telita. - Intento disimular mi pullita con una sonrisa.

- Yanira, no sonrías y hables a lo "flamenquita" para disimular, sé que estabas deseando echarme esta bronca. - Me dije mientras hace un gesto gracioso con la boca.

- Vale.. Vale.. Me has pillado. ¿Por qué coño estabas así Christian?

- Estaba can... - Le interrumpo antes de que diga su típica excusa barata.

- No guapito, no. Nada de excusas, la verdad. - Le digo. - La verdad que tú y yo sabemos.

- Si ya la sabes para qué gastar saliva. - Me contesta de manera seca.

- Porque hace mucho que la acumulas y va siendo hora de gastar reservas. - Le digo mientras le guiño el ojo.

- ¿Crees que es por lo de Thor? - Me pregunta atravesándome con la mirada.

- ¿Qué sino?

- ¿Qué exactamente de Thor? - Vuelve a preguntarme descolocándome.

- ¿Cómo que qué exactamente?  Lo que leímos en el libro. ¿no? 

- No, no es sólo eso, Yanira. - Dice mientras me da la espalda y se dirige a la salida.

Me levanto del sofá y corro tras de él. Le agarro del abrazo, me niego a aceptar que esta conversación va a terminar así.

- Mira bonito, a mí no me dej... 

Me quedo con la palabra en la boca, no porque haya pasado un ovni volando, sino porque Christian, mi chupa-chups, está besándome, ¡y qué beso! Mi piernas son gelatinas, me tengo que apoyar en sus hombros para no caerme, pero gustosa le sigo el ritmo de este beso, disfrutando de estos labios que hacia tanto que no probaba. 

- Ahí tienes tu respuesta. - Se limita a responder cuando nos separamos en busca de aire.

- ¿Qué? No te sigo Christian. 

- Yanira, vi tu mirada cuando te dije que Thor iba a morir. ¡Joder! Casi pude ver tu corazón romperse. 

- ¿Christian? ¿Estás hablando en serio? ¿¡ESTÁS CELOSO DE THOR!? - Grito perdiendo los papeles.

- No es estar celoso, es ser realista. ¿Le quieres? 

- ¡Claro que le quiero! ¿Eres tonto o pellizcas cristales? ¡Si tanto te preocupa, PERDERTE A TI TAMBIÉN ME HUBIERA DOLIDO! 

- Yanira, no importa que grites, no tiene que enterarse de esto toda la casa.

Le miro, le miro y le sigo mirando. Estoy intentando digerir esta información, no me puedo creer que me venga con un numerito de celos por dolerme la idea de perder a Thor. ¡Este niño es tonto!

- Sí hija, sí. Muchas luces no debe de tener. - Me dice Sia.

- ¿Qué hago? ¿Le escupo o le ignoro? ¡Por que estoy flipando!

- Escúpele, por ir de novio celoso y de mal amigo, joder. - La voz de Sia se nota enfadada.

- Vamos a darle una oportunidad de entrar en razón, antes de tomar medidas drásticas. - Le digo y corto conexión.

- Mira bonito, tienes un, ¡UN! minuto para explicarte o atente a las consecuencias. 

- Yanira, nadie sufre tanto por perder a un amigo. ¿Te crees que a mí no me dolió? ¡Me viste, joder, viste como sufrí! Pero desde luego, por mucho dolor que padeciera, no pudiste ver mi corazón romperse, no como se te vio a ti. Tu mirada pasó de asustada y preocupada por mí, a desolada, rota, irreparable. - Me dice con la voz ronca. - Me dolió saber que perdía a mi mejor amigo, pero también me dolió ver que en vez de consolarme, tú te rompías más que yo.

- ¡POR EL AMOR DE DIOS, CHRISTIAN! ¡NO ME PUEDO CREER ESTE NUMERITO DE NOVIO CELOSO! - Le grito en la cara. - Ni te atrevas a decirme que no grite, porque me importa una mierda si alguien se entera. - Le informo siseando de la rabia.

- ¡VALE, SÍ, ESTOY CELOSO, ¿Y QUÉ?! ¿Desde que Thor está así, me buscaste? ¿Me preguntaste cómo estaba? 

- ¿A caso me diste una oportunidad de hacerlo? ¡Pero si huías de cualquier persona que se te acercase! ¡No me culpes porque TÚ te hayas vuelto un hermitaño! Aquí todos necesitábamos apoyo, todos necesitábamos tener un hombro en el que llorar, en caso de necesitarlo. No eres el centro del mundo, Christian, ni del mío ni del de nadie.

Me paro a coger aire porque del cabreo que llevo encima, tengo miedo de entrar en erupción. Y pensando en Tessa, me decanto por bajar el tono, no se merece escuchar esto, aunque sé que no está en la casa porque no huelo su rastro ni el de Azahara. Al oír los gritos debió de haberla llevado al jardín a jugar. 

- Mira Christian, no voy a tolerar estas escenas. Tú mejor que nadie deberías saber cuánto me duelen las pérdidas. ¿Sabes que es ver morir a tu hermano? ¿Y a tu madre? ¿A tu abuela? ¡A TODA LA FAMILIA! Eres un insensible. - Le digo mientras me giro para irme junto las niñas.

Christian me coge del brazo como anteriormente hice yo con él, pero no, esta vez no habrá beso porque su tacto me cabrea más de lo que estoy, y sin querer... Activo mi poder de absorber energía. El chupa-chups, al que ahora mismo odio, retira la mano rápidamente.

- Ni me toques, no sólo porque te voy a hacer daño sino porque la has cagado... ¡La has cagado pero bien! 

- Yanira, por favor, dejam... - La voz desesperada de Azahara nos interumpe.

- ¡Yanira, Aiden está al teléfono y dice que es importante, es sobre Ana! 

Con mi velocidad sobrenatural corro hacia el teléfono para que Aiden me informe qué le está pasando a Ana. 

- ¿Aiden? - Sólo oigo una respiración agitada. - ¿Aiden, sigues ahí? 

- Yanira, ven. Te necesitamos. 

- ¿Qué pasa? ¡Dime qué está pasan...

- Pi..Pi..Pi..Pi.. - La respuesta que obtengo es el pitido que me informa que Aiden a colgado. 

Cuelgo el teléfono y alzo la cabeza, mi cara se torna blanca, juraría haber visto un fantasma, pero no, es real, es él. Thor está despierto.