Me desperté y bajé a desayunar encontrándome a Victoria en la cocina.
- Hola Vicky. – La saludé animadamente.
- Hola Yani. ¿Cómo estás? – Me preguntó con el mismo buen rollito.
- Bueno, su falta hace mella en mí, pero estoy bien, ¿y tú?
- Igual. Ana siempre fue muy buena conmigo... Y la extraño.
- Es comprensible, era especial, nadie podrá reemplazarla.
Las dos nos quedamos en silencio, mientras desayunábamos. Era un silencio cómodo la verdad, pero Victoria lo rompió haciéndome la pregunta que esperaba desde el momento en el que entré a la cocina y la vi.
- Yanira, sé que no somos muy amigas, pero necesito preguntarte algo. – Hizo una breve pausa, y me miró. - ¿Por qué golpeaste a Ian?
Dudé unos instantes en si mentirle o no, porque sabía que su hermano murió por lo mismo que a mí quieren matarme, y saber que su amor... Era como esos animales que le arrebataron a su mitad.
- Simplemente porque me insultó.
Bien sabía que esa no era toda la verdad, pero ocultar algo es mentir a medias.
- ¿Qué te dijo? – Preguntó Victoria sin ocultar la curiosidad en su voz.
- Monstruo. – Dije escuetamente mirándola de reojo.
- ¿Él ya ha intentado matarte verdad? – Pregunto, aunque ambas sabíamos que la respuesta era sí.
- ¿Te lo contó?
- No.
- ¿Y cómo lo sabes?
- Siento lo que él siente. – Se limitó a decir.
- ¿Él sabe lo de tu hermano?
- Nunca tuve el valor de confesárselo, tengo miedo de que cuando sepa que yo os respeto... Me dejé.
Su respuesta me enfadó, ¿acaso las mujeres no podemos tener ideales diferentes a los hombres?
- Victoria, con todo el respeto, ¿tú eres tonta? ¡No puede simplemente dejar de quererte por tener ideas diferentes!
- Lo sé... Pero tengo miedo.
- Yo creo que sabrás si de verdad te quiere cuando compartas esto con él. Es un episodio de tu pasado, un triste episodio desgraciadamente. Y las parejas están para lo bueno y para lo malo.
- Pero él no comparte mi misma opinión... - Responde a media voz. - Quedó demostrado en el mismo instante en que me dijiste que intentó matarte.
- Si quieres a tu hermano, o al menos al recuerdo que te queda de él, se lo dirás. – Digo levantándome de la silla y dirigiéndome hacia la puerta. -De hecho, no sólo se lo dirás, también le harás saber que estás de nuestro lado y que no piensas cambiar de parecer. – Cojo el pomo de la puerta, y le digo por encima del hombro.- ¿Y si vuestros hijos salieran como yo? ¿Estarías dispuesta a sacrificarlos? Mejor zanjar el tema mucho antes de que eso pase, Victoria. Si no, no sólo habrás perdido a tu hermano, sino también a tus futuros hijos.
Dejo a Victoria en la cocina con l cabeza a mil por hora, pues mis últimas palabras, aunque hayan sido duras, también han sido sincera, y si no se preocupa por ella, al menos que lo haga por sus hijos.
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El dolor de un rechazo
WerewolfMi nombre es Yanira. Tengo 18 años recién cumplidos y estoy a punto de vivir mi primera transformación. Estoy al corriente de qué es una manada, quién es un Alfa y quién es la Luna. Pero, sobre todo y lo que espero con más ganas es conocer a mi mate...