Capítulo 5

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Saque el celular de mi bolsillo, sigo sentada mirando a la nada, indecisa preguntándome ¿Valdrá la pena?, ¿Realmente tengo otra opción? Solté un sonoro suspiro y marqué su número. Sonó dos veces pensé que no iba a contestar, estaba a punto de colgar, hasta que escucho su voz al otro lado de la línea.

—Hola ¿Con quién hablo? —pregunto

—Hola, Mark soy yo Ashley Smith— dije nerviosa

— ¡Ash! No esperaba tu llamada— dije emocionado

—Bueno yo no esperaba llamarte, solo quiero saber ¿Lo que me propusiste anoche aún sigue en pie? —aun le pregunte nerviosa.

—Si ¿Qué decidiste? —pregunto con curiosidad

—No te lo voy a decir por teléfono ¿Nos podemos ver? — pregunte sintiendo como mi corazón se aceleraba

—Claro, dime donde estas y paso por ti.

—Estaré a las a fueras de la universidad de Oxbli —dije

—Perfecto, te veré allí. — dijo antes de colgar

Respire de nuevo cuando colgó, tome un taxi de vuelta a la universidad. Llegue y me quede cerca del estacionamiento a las afueras. No sé porque, pero presiento que me voy arrepentir de esto. Al rato haber llegado, el llego en su auto negro, caminé de prisa hasta él y me subí lo más rápido posible.

— ¿Cómo estás? —me pregunto con una sonrisa en la cara.

—Nadie ha cambiado desde— mire mi reloj— las últimas 3 horas que no nos hemos visto.

—No esperaba tu llamada, estaba casi seguro de que no volvería a saber de ti, digo esta mañana eso fue lo que me distes a entender.

—No quería, pero no tengo muchas opciones— dije con seriedad

—¿A dónde quieres ir? —me pregunto

—No sé, a cualquier lugar donde podamos hablar con tranquilidad y no haya tanta gente.

—Dado la hora te voy a llevar a almorzar, si te parece. — dijo viéndome

—Me parece bien— le dije con una pequeña sonrisa

Estoy nerviosa, siento como si el corazón se me quisiera salir del pecho y a la misma vez me pesa respirar. Son síntomas de un ataque de ansiedad y el solo pensar que posiblemente me voy a casar con alguien que conocí ayer. Me altera más, trate de recordar como respirar, pero no podía. Tomé la mano de Mark y la apreté, ni siquiera puedo hablar.

— ¿Qué sucede? — pregunto alarmado

—Detén el auto— alcance a decir

Mark detuvo el auto, en un estacionamiento de un restaurante, salí casi de prisa, necesitaba aire fresco, lo necesito. Me recosté sobre la puerta del auto, lleve mi mano hacia mi pecho, cerré los ojos y me concentre en respirar.

—¿Estas bien?

Yo solo asentí

—Lo siento necesitaba aire, yo he estado bajo mucho estrés y...— deje de hablar porque mis ojos se aguaron.

Mark se acercó y me abrazo

—Escucha, si esto te da estrés o no te hace sentir cómoda podemos...— lo interrumpí

—¡No! Ahora mismo tu eres mi única opción, esto es pasajero, peores cosas me han pasado y sigo aquí— le dije

—De acuerdo— miro el restaurante— ¿Comemos aquí? — pregunto y yo solo asentí

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