Capítulo 15

681 57 0
                                    




Al día siguiente fingí haber olvidado aquella confesión. Seguí como si nada, como sino tuviera miedo de que lo pudiera pasar, como si no me importara. Cuando la realidad es que me asusta más que a él y que en el fondo quiero salir corriendo, pero no es una opción real ahora. Quiero alejarme de él, pero no puedo, lo he intentado, pero siempre termino en sus brazos o en sus labios.

Así he pasado este mes entre exámenes y trabajo, entre besos y abrazos. Cada día nos conocíamos más y siempre algo de él termina gustándome. Sé que, si seguimos así, temo que podre caer. No quiero dejarle pasar, no quiero bajar mis defensas, no debo. Siento que ya nos conocemos lo suficiente. Estoy confundida con lo que él quiere que seamos o lo que somos actualmente. Todos es tan complicados y es mi gran culpa, por besarle y por no detenerle. Sé que no le amo, pero como me encanta. La atracción está ahí, pero simplemente no puedo.

Por otro lado, James ya dejo por el momento de pedirme que volvamos. Mientras Tara últimamente tiene muchas peleas con Alfredo por culpas de su amistad con James y Nathan mi querido amigo se está aprovechando de eso. Grace y yo ya nos llevamos después de haber estado una semana entera pidiendo disculpa y llamándome señora. En este preciso momento estoy sentada en mi cama, haciendo un repaso para un futuro examen. Deje de hacer el repaso cuando veo una caja blanca con un lazo de color rosa encima de mi cama, lo cual me tomo de sorpresa miro a Mark algo sorprendida.

—Ábrela—dijo sonriendo

—De acuerdo— dije le sonreí

Procedí a abrí la caja, adentró tiene un hermoso vestido de color gris, sin mangas y en la parte del cuello tiene una especie de collar en plata.

— ¿Y esto? — dije sin quitar la mirada del traje que es hermoso.

— ¿Te gusta? — pregunto mientras se sienta a mi lado.

—Sí, esta hermoso gracias, no lo esperaba— dije dejando de mirar el vestido para mirarlo

—Me alegra saberlo, hoy tengo una cena de negocio, espero que me acompañes y use ese vestido— expreso

—Por supuesto ¿A qué hora? — pregunte emocionada

—A las ocho— dijo mirando su reloj

—De acuerdo—hice una pausa— ¿Podrías decirme las cosas el día antes? Detesto hacer las cosas con prisa.

—Lo siento fue algo improvisto, pero lo intentaré—dije antes de salir de mi habitación 

Me quede mirando la puerta después de que se fuera solté un suspiro, mire el reloj cinco y treinta me levanté prisa. Si quería estar lista a tiempo era mejor que me comenzara a arreglar. Me duche, lave mi cabello y luego lo seque con ayuda del secador, decidí por recogerme el cabello. Me maquille lo más natural posible como siempre. Me puse el vestido con mucho cuidado, no quería romperlo, intente subir el cierre del vestido que queda en la espalda, pero no pude sólo llegue hasta la mitad. Seguí intentado, pero no lo logre, solté un suspiro de frustración.

— ¿Necesita ayuda con eso? —lo escuche decir.

Me asuste al escucharlo, ni siquiera escuche cuando abrió la puerta. Mire su reflejo en el espejo lleva puesto una camisa negra de botones con una corbata gris y pantalones del mismo gris de la corbata y zapatos negros. Me sonrió camino hacia mi cuando estuvo cerca se detuvo.

— ¿Puedo? —pregunto

—Si, por favor llevo horas peleando con el cierre—le conteste nerviosa

Antes de subir el cierre del vestido sentí sus dedos en la piel descubierta de mi espalda lo que hizo que brincara por culpa del escalofrío que genera el contacto de sus dedos con mi piel, después subió el cierre.

Dime Que SiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora