Baje de prisa cuando Mark me viocamino hasta mí, tomo mi mano y con la otra me hizo seña para que me diera lavuelta cosa que hice encantada.
—¿Te he dicho que eres hermosa? — dijo acercándose más a mí hasta atraparme en un abrazo.
—Creo que si –me sonrió y se agacho un poco para besarme, pero antes de que sus labios tocaran los míos puse mi dedo índice en sus labios. — ¡Eh! No tan rápido, merece un castigo por hacerme enojar— dije separándome de él, me miro algo confundido.
— Eres cruel, privarme de tus labios, eso es casi un atentando contra mi vida — dijo cruzando los brazos sobre su pecho y comenzó a acariciar su barbilla
—Dramático, no es para tanto, puedo ser más cruel — dije divertida
— ¡Oh no por favor! — hizo una pequeña pausa— Aunque estoy seguro de que mi castigo no dura mucho.
— Si eso crees... —comencé a caminar hacia la puerta— no soy tan fácil de contentar.
Cinco minutos después nos encontramos en el auto en completo silencio. Solo que estoy intentado desde que salimos que me diga a donde vamos. Lo único que contesta es un: "Ya lo veras por ti misma". Según él me tengo que conformar con esa respuesta. Que no dice nada, ciertamente si hay algo que me molesta es que me den sorpresas porque nunca me han gustado. No me di cuenta en que momentos salimos de la cuidad. Pose mis ojos en él, que va totalmente concentrado mirando hacia la carretera. Hasta que noto que lo observo me sonrió, pero yo me quede seria, soltó un suspiro y comenzó a hablar.
—Te llevo a una cabaña — dijo mirando de nuevo hacia la carretera.
Nos tardamos como una hora en llegar a la cabaña. Una que lo único que hice fue preguntar cuanto faltaba para llegar. Ahora que estoy en el lumbral de la misma, se siente irreal. Mark abrió la puerta para que entrara, me quedé parada por unos segundos recorriendo el lugar con la mirada. Mis ojos se posaron en las fotos de Mark con su familia colgadas en la pared.
—Ponte cómoda — dijo cerca de mi oído produciéndome un escalofrió.
Me volteé para verlo, pero ya había desparecido así que me senté en el sofá que está enfrente a la chimenea. Tomé la foto que se encuentra en la mesa que está al lado del sofá. Es otra foto familiar en la que se ven tan felices. Y no pude evitar sentir nostalgia al recordad a mis padres, los extraño mucho. Brinque del susto al sentir la mano de Mark en mi hombro. Eché mi cabeza hacia atrás para verle y me encontré con su hermosa sonrisa di la vuelta y sentó a mi lado. Me extendió una copa de vino la cual acepte gustosamente.
— Esa foto es de las navidades pasadas— dijo tomando la foto de mis manos.
—Se ven muy felices— dije quitándole la foto y poniéndola en su lugar.
—Sí, bueno no somos la familia perfecta tenemos nuestras diferencias, pero si somos felices.
—Bueno ninguna familia es perfecta— dije tomando un sorbo de mi copa.
—Si supongo, cambiando de tema ¿Te gusta la cabaña?
—Si es muy bonita y me acuerda a la que tenían mis padres, de hecho, queda por aquí cerca.
—Tenía planeado traerte aquí antes, pero como surgió el viaje ya no pude.
—Bueno ya estamos aquí, lo que es importante.
Le sonreí y recosté mi cabeza en su hombro, Mark paso su mano por mis hombros. Me apretó más contra el haciendo que terminara con mi cabeza apoyada en su pecho.
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Dime Que Si
RomanceDime Que Si {antes La Propuesta}: Ashley Smith es una joven de 24 años de edad es estudiante de medicina en la universidad de Oxbli en Londres en donde cursa su último año de estudios gracias a una beca que consiguió. Todo era perfecto en su vida...