Estuve horas hablando con Tara yNathan para distraerme un poco. Aclarar mis pensamientos aún no se lo que haré.Es tan frustrante que a veces pienso que el universo se confabula en mi contrapara hacer de mi vida un asco. Sin embargo, luego recuerdo que es algo científicamenteeso es imposible y descarto esa teoría. En definitiva, la única que saboteahasta la médula soy yo. No es el cosmos, ni una fuerza superior que me quierehacer sufrir. Soy yo que en mi estado de ansiedad, inseguridad e inmadurezcualquier cosa buena es demasiado buena para mí.
Temo que mi pasión por arruinar mi vida llegue hasta mi relación con Mark. Es demasiado bueno para ser real y en momentos de auto sabotaje pienso que Stephanie quizás tenga razón. Nadie puede ser tan perfecto, tan impecable, tan correcto y tan bueno. Quizás ella tenga razón y tiene una falla, pero conociéndome esa falla la aceptare. A lo mejor soy algo así como mi madre que puedo ver todo lo malo y seguir enamorada. Aunque yo aún no lo veo, solo siento y pienso. Soy demasiado emocional incluso cuando no quiero.
Intento acallar mi mente, pero ella siempre es más fuerte. Al cruzar la puerta de la casa pensé en algo feliz, en cajas de música, en bailes y libros. Mis preocupaciones no pueden afectarme tanto. Mark se daría cuenta y comenzaría a preguntar y por ende terminaríamos discutiendo otra vez. Por suerte está hablando con alguien por teléfono. Solté mis cosas, pase por su lado y le di un beso en la mejilla. Mark me sonrió y puso la mano en la bocina del teléfono para que la persona en la línea no lo escuche.
— ¿Estas mejor? — pregunto en susurro
—Si, solo estaba abrumada por las clases— le dije evitando mirar sus ojos si lo hacía sé que terminaría contándole y aún no he tomado una decisión
—¿Segura? ― pregunto enarcando una de sus cejas
—Si.
Sonreí y él me sonrió de vuelta, volvió a su llamada y aproveché para escapar a la habitación. Me metí a la ducha, necesito tener mi tiempo y necesito relajarme. Salí del baño con el pijama color rosa ya puesto. Mark esta acostado en la cama, caminé hasta la cama y me acosté a su lado. Acomodando mi cabeza en su pecho y sus brazos automáticamente me abrazaron pegándome más a él. El estar así me hizo pensar ¿Cuántas noches así tendré si me quedo?, ¿Cuántas perderé si me voy?, ¿Debo irme o quedarme? ¿Le digo o me callo?, ¿Qué hago? A veces deseo ser otra persona con una vida más fácil una normal.
—Esta tensa y muy callada— se separó para que le tenga que ver a la cara.
Solté un suspiro y seguí en silencio ¿Cómo se lo digo sin ser tan directa?, ¿Cómo le pregunto si vale la pena quedarme?, ¿Si cuando acabe el año él se quedará conmigo?, ¿Qué pasara después del año?, ¿Le ve futuro a esta relación?
– Ashley, me estas preocupando enserio amor ¿Qué pasa?
—Después del año que ¿Qué pasara con nosotros? ¿Con esto que tenemos? — hice una pausa― nuestro tiempo se está acabando y necesito saber que quieres conmigo o de mí. Así que Marcus ¿Qué nos va a pasar? ― pregunté y acto seguido me senté
Mark esta en silencio, es el que me parece eterno, con la mirada clavada en mis ojos y su mano apoyada en su mentón. Por un momento sentí la certeza de que no va a contestar y que todo acabara. Sin embargo, Mark comenzó a habar.
— Te amo, te necesito yo quiero y espero que te quedes. Pero si tú quieres seguir adelante sin mí no me opondré. No te puedo obligar a nada y tampoco lo haría, fuiste, eres y siempre serás libre para elegir. Conmigo o sin mí, tú tienes el control.
Estoy sonriendo como una idiota, le di un beso y lo abracé más fuerte.
— ¿Seguro que quieres eso? — pregunte
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Dime Que Si
RomanceDime Que Si {antes La Propuesta}: Ashley Smith es una joven de 24 años de edad es estudiante de medicina en la universidad de Oxbli en Londres en donde cursa su último año de estudios gracias a una beca que consiguió. Todo era perfecto en su vida...