Han pasado tres meses, tres increíbles meses en los cuales Mark y yo decimos viajar por Europa. Al mes de habernos ido de vacaciones recibí una llamada de la universidad avisándome que aprobé el examen. Lo que hizo que estas vacaciones fueran mejor aún. Hemos visitado lugares realmente hermosos, otros muy romántico. En realidad, lo que lo hace todo tan mágico e increíble es él.
Por desgracia todo tiene su final y estas es nuestra última semana de vacaciones. Las cuales decidimos terminar en Italia mejor dicho Mark decidió traerme aquí. En la semana visitamos diferentes lugares. El primer día estuvimos en Roma, el segundo día visitamos la ciudad de Como y dimos un paseo en bote. El tercer día fuimos a las islas Borroneas, cuarto día recorrimos Venecia su plaza, palacio, puente y por último atravesamos el Gran Canal en una góndola al atardece.
Y hoy el último día Mark no ha querido decirme a dónde vamos. Intenté sacarle información, pero como es de esperarse me respondió con evasivas. Tomamos el tren y cuando llegamos me di cuenta de que estamos en Verona.
—Llegamos—dijo emocionado en cuanto nos bajamos del tren.
Me reí a verlo así siempre que se emociona parece un niño. Es solo otra cosa que está en mi lista de razones para amarlo, tomé su mano y lo seguí. Hemos estado horas caminando recorriendo las calles y plazas, admirando los monumentos. Llegamos a una casa que su entrada está llena de turista. Cuando nos fuimos acercando note que en las paredes hay cartas de amor. Miré a Mark esperando a que me dijera dónde estamos y al parecer comprendió lo que le quise decir con la mirada porque se acercó más a mí.
—La casa de Julieta, la de Romeo y Julieta—susurro en mi oído
— ¡Oh!
Me quede observando las paredes llenas de cartas que no note en que momento Mark soltó mi mano. Me giré hacia él para ver que hace y lo encontré escribiendo sobre un pedazo de papel.
— ¿Qué haces? — pregunte tratando de ver lo que escribe.
—Dame un segundo—siguió escribiendo— Ya está, es tú turno— dijo sonriendo y me dio el papel, lo miré curiosa y comencé a leer:
"Desde que te conocí soy más feliz, te amo"— Mark
Lo mire y le sonreí tome el lápiz y comencé a escribir:
"Cuando estoy contigo me siento completa, eres la parte que hacía falta en este rompecabezas, te amo"— Ash
Le entregue el papel lo leyó y sonrió, me dio un beso y procedimos a pegar el papel en la pared. Seguimos con el recorrido y salimos a un jardín muy hermoso. Luego entramos a la casa que tiene una decoración muy antigua y terminamos en el famoso balcón. Estamos callados, apreciando la vista desde allí, abrazados en total tranquilidad. A pesar de que no somos los únicos aquí.
—Gracias— dije
—Gracias ¿Por qué? — pregunto sin dejar de abrazarme
—Por estas vacaciones, por todo lo que haces por mí, por ser el novio perfecto ¿O debería decir esposo? Bueno como sea gracias—dije separándome para poder verle la cara, me sonrió y negó con la cabeza.
—No tienes por qué agradecer, sabes que todo lo que hago. Lo hago porque te amo y porque me gusta verte feliz— dijo antes de darme un beso corto en los labios
—Lo sé y por eso te amo tanto.
Lo abrace más fuertes y lo escuche soltar un suspiro. Salimos de la casa, nos quedamos un par de horas más paseando y luego seguimos el camino de regreso a al hotel.
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Dime Que Si
RomansDime Que Si {antes La Propuesta}: Ashley Smith es una joven de 24 años de edad es estudiante de medicina en la universidad de Oxbli en Londres en donde cursa su último año de estudios gracias a una beca que consiguió. Todo era perfecto en su vida...