Capítulo 8

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— Ash, no lo tomes a mal, es que necesito que te quedes— dijo caminando hacia mí.

— ¿Que me quede? Esto no fue parte del trato—dije sorprendida.

—De hecho, sí— saco de su bolsillo el papel que firmamos— en la parte de arriba— me entrego el papel— dice y cito: "Se hará todo lo necesario para que el matrimonio parezca legitimo antes los demás, como vivir juntos, viajar y hacer acto de presencia en actividades publica u otra que sean pertinentes y necesarias. La señorita Smith siempre se podrá negar si esta indispuesta o en periodo de exámenes y si algo de esto sobrepasa las condiciones que la misma expuso." Fin de la cita— expreso con seriedad

Leí el papel como tres veces ¿Cómo omití eso?, ¿Qué demonios hago ahora? Suspire es más que obvio.

—Sí, pero de ayudarte a vivir contigo hay mucha diferencia— exprese enojada

—No te entiendo, ¿Te casa conmigo, pero no te quedaras a vivir? Pásate una noche entera conmigo, es lo mismo solo que sin sexo — dijo cruzándose de brazo y poniendo cara de confundido.

En lo cual tiene razón y no tengo ningún argumento válido sobre eso.

—Si me quedo y te aclaro que es solo una suposición, no compartiré el cuarto contigo—dije en tono de advertencia

—No tengo problema con eso, tendrás tu cuarto sola— expreso con una sonrisa

— Me tendrás que llevar a la universidad, aun no conduzco.

—De acuerdo, ¿Entonces te quedas? — pregunto esperanzado

—No lo sé, dame hasta el sábado y te contesto— dije mordiéndome el labio inferior

Mark soltó un suspiro de frustración se me quedo mirando por un rato largo, hasta que por fin hablo.

—Hasta el sábado, no te obligara a nada.

—Lo sé, ahora ¿Me puedes llevar a casa? Por favor—dije haciendo puchero

—De acuerdo, vamos— sonrió

***

Llegamos, por fin Mark se iba a bajar del auto, pero no lo deje decidí bajar antes me despedí de el con un beso en la mejilla, cerré la puerta del auto me estaba a punto de gírame y seguir mi camino hasta que lo escuche.

—Mañana puedes ir a la universidad sin problema alguno— expreso con delicadeza

—Gracias—le dije sonriéndole apenadamente.

Él solo me miro y asintió, luego se marchó. Entre a mi casa, mire la hora de la estufa, ya es bastante tarde. Subí corriendo las escaleras hasta a mi habitación, me duche y me puse la pijama. Me senté en la cama a pensar sobre toda lo que me ha pasado hoy en especial sobre irme a vivir con él. No sé si debo aceptar o no. Si es lo correcto o no, es decir ¿Qué es correcto ya para mí? Asumo que puedo con eso, si ya me acosté y luego me casé con él, vivir juntos no puede ser tan malo.

Me quedé mirando mi anillo de matrimonio y me acorde de la maravillosa tarde que tuve hoy con él. Quizás si me mudo con él tenga más tarde así, moví mi cabeza tratando de sacar esas ideas de mi mente. No me siento lista para eso todavía, pero no dejo de pensar en que si lo debo hacer o no. Salí de mis pensamientos cuando escuché una puerta cerrase. Tara, solté un suspiro, Tara llego. Salí de la habitación y vi a mi amiga en medio de la sala.

—Niña no sabes qué día este, el maestro de química nos dejó trabajo como para toda una vida y lo ultimo los viernes no tenemos clases—dijo mi amiga mientras camina de un lado a otro.

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