Después de todo me siento más tranquila porque Mark se va quedar conmigo esta noche. Aunque aún no sé y no me explico cómo es me siento segura con él. Asumo que es porque me defendió de James y eso no lo esperaba. Y a pesar de que los policías nos dijeron que James pasara la noche en una celda. No les creo por eso le pedí a Mark que se quedara. Y bueno tan bien necesito un amigo con el cual hablar y él es mi mejor opción en este momento. Claro que esto no quiere decir que confió en el o que lo considero mi amigo. Solo necesito alguien hoy y bueno él ese alguien.
Salí de mis pensamientos cuando escuche mi celular sonar, pero no me quiero mover para cogerlo. Estoy muy cómoda acostada sobre el pecho de Mark en el sofá. Si aún no sé cómo terminamos así, quizá sea el hecho de que no pare de llorar por un rato. Que Mark tuvo que abrazarme para tranquilizarme y que probablemente allá causado que estemos así. Y aun no quiero moverme además él se está quedando dormido.
No lo quiero levantar, pero el celular volvió a sonar. Mark se movió, levanté la mirada y me encontré con sus ojos puestos en mí. Esta sonriendo, aunque se ve cansando. Pensé en decirle algo cualquier cosa, pero no puedo estoy hipnotizada con eso ojos azules. Aunque lo míos también son azules, lo suyos tiene algo especial. Mientras más los miras más colores vas encontrando en ello. A diferencia de los mío que son un azul zafiro.
Pero su ojo tiene unas pequeñas chipas, algo de felicidad. Que cuando me decide en hablar volvió a sonar el celular, solté un suspiro de frustración y me levanté. Busque el celular y para mi sorpresa quien me llama es Tara, antes de contestarle me gire a ver a Mark. Él ahora está sentando mirándome, le hice seña para que no hablara y conteste la llamada.
—Hola—dije
—Por fin ¿Por qué no contestaste antes? — me pregunto
—Me he quedado dormida—le mentí algo que no me gustaba hacer, pero al final lo hice.
—Solo quería saber si está bien, James llamo a Alfredo para que le pagara una fianza lo metieron preso por estar alterado la paz. — expreso Tara incrédula
—Sí, que mal— dije nerviosa de seguro ya lo sabe y está llamando para saber cuánto le voy a mentir.
—Si bueno también llamaba para decirte que el grifo del fregadero está roto para que no la uses. Se me paso decírtelo.
¿Y ahora me lo vienes a decir? Después de que casi nos ahogamos aquí, pensé.
—De acuerdo, Tara hablamos después— a bostece— estoy cansada.
—De acuerdo ¿Estas bien? ― pregunto preocupada
―Si― bostece otra vez― cuando regrese hablaremos sobre esto, ahora solo quiero dormir. Disfruta tu fin de semana estaré bien― dije antes de colgar.
Volví al sofá a lado de Mark el pobrecito está peleando con el sueño. Como los niños cuando no quieren irse a dormir lo que hace que se vea adorable.
—Ven, vamos a la habitación a dormir— le dije poniendo me dé pie y extendiéndole la mano.
—No, usted va a dormir arriba, yo dormiré aquí— dijo mientras se acuesta en el sofá.
—Claro que no ese sofá es incómodo y da picor, además eres muy grande para dormir aquí— le dije mientras le jalo por el brazo, pero como él es más fuerte que yo no se mueve y se ríe por mi intento fallido.
—No me importa Ash, me quedare aquí— dijo serio
—Cuando tengas dolor en todo el cuerpo y picazón vas a decir porque no le hice caso a Ashley y me fui al cuarto—le dije haciéndome la dolida.
—De acuerdo veamos si te lo digo— dijo sonriendo lo que hizo que me molestara he intentara sacarlo del sofá jalándole el brazo.
Lo que es inútil, pero no me rindo, seguí molestándole y haciéndole puchero a lo cual él solo reía. Y me decía que no otra vez. Lo jale por el brazo una última vez. Pero él me jalo a mí y caí encima del muy cerca de su boca. Me quede observando sus finos labios, pero que da gana de besarlo, ¿Qué estoy pensando? Eso no puede ser de ningún modo. Sentí su mano acariciando mi mejilla.
Lo que hizo que me diera un escalofrío. Me quede perdida mirando sus ojos otra vez y el en los míos. El ambiente entre nosotros se puso tenso hasta que el hablo.
—Vamos te llevo a la habitación— dijo mientras se pone de pie y me coge en brazo, lo cual hizo que pegara un grito.
—Mark bájame ahora—le exigí con temor
—Tranquila no te voy a dejar caer, lo prometo—dijo divertido con una sonrisa.
Subió las escaleras conmigo en abrazo, me aferre a él. Tengo miedo de que nos caigamos escalera abajo o que me deje caer. Es la primera vez que me cargan de esa manera. Llegamos a la habitación y me soltó con delicadeza en la cama.
—Ya llegamos ahora con su permiso hay un sofá que espera por mí—dijo dándose la vuelta para salir de la habitación.
— ¿Te vas? — le pregunte sentándome en la cama y haciendo puchero.
— ¿Quién te entiende? Me dijiste que si nos mudábamos tú en un cuarto y yo en otro— me dijo confundido
—Si es cierto, pero todavía no me mudó contigo y sólo es por hoy. Además, es porque no quiero que duermas mal, pero sabes que quédate con tu sofá— le dije lanzándole una almohada y sacándole a la lengua.
—¡Ah sí! — dijo tomando la almohada y caminando hacia la cama con expresión de divertido.
Puso la almohada en la cama y se sentó a mi lado realmente espere que me tirara con ella, pero no fue así, aunque hubiera preferido eso. Comenzó a hacerme cosquillas, lo que hizo que llorara de la risa.
—Ya... Mark.... Para.... por favor— le dije entre risa.
El me hizo caso, dejo de hacerme cosquillas y se acostó a mi lado con cara de complacido.
— ¿Cómodo verdad? — le pregunte mientras me ponía de lado para poder verlo a la cara.
—Sí, bastante cómodo— dijo sonriendo.
—Te lo dije— le dije con una expresión de victoria.
Tome unos cojines que se han caído al suelo y los acomode en la cama. De forma de que no durmiera pegada a Mark me acomodé y me fui quedando dormida poco a poco.
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Dime Que Si
RomanceDime Que Si {antes La Propuesta}: Ashley Smith es una joven de 24 años de edad es estudiante de medicina en la universidad de Oxbli en Londres en donde cursa su último año de estudios gracias a una beca que consiguió. Todo era perfecto en su vida...