Capítulo 1

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Una de las cosas más delicioso del mundo es dormir o por lo menos eso pienso yo. Es tan rico hasta que tu alarma te despierta. Avisándote que es hora de que te levantes si quieres llegar temprano a la universidad, acabando con mi felicidad.

Sin más remedio me levanto y arrastro mis pies al baño. Me di una ducha y salí de prisa tomé lo primero que vi en mi armario pantalones de mezclilla, blusa de color blanco, un blazer de color rosa y unas zapatillas blancas.  Básico, sencillo y representable. Lo que toda mujer necesita en vida.

Me observe mi reflejo en el espejo que está ubicado al lado de mi armario, mire mi cabello y casi quise llorar. Hoy es un día importante para tengo que presentar el informe de la investigación que llevo haciendo desde mi primer año universitario.

Intente centrarla el desastre que tengo por cabello, aunque sin mucha esperanza el clima en Londres no es de mucha ayuda, solté un suspiro de frustración y me trence el cabello siempre me funciona en estos casos. En eso escuche la voz encantado de mi mejor amiga y compañera de casa Tara.

—Ash, ya está desayuno. —grito Tara

—¡Bajo a ahora! — grite, me mire por última vez en el espejo.

Baje las escaleras, siguiendo el olor de los panqueques. Cuando llegue a la cocina, me encontré a mi mejor amiga vestida como si fuera a la cita para encontrar el amor de su vida. Lleva puesto un vestido de encaje azul y unos tacones a juegos, su cabello negro con ondas causada por una tenaza y maquillaje leve, pero maquillaje.

— Alguien como que va a buscar novio hoy en la universidad ¿O son ideas mías? —le dije a mi amiga mientras me sentaba en la mesa a desayunar.

— ¿Me veo bien? — se miró lo pies—  Y no voy a buscar novio es que tenía ganas de arreglarme. —dijo Tara sentándose en la mesa conmigo.

— ¡Oh! ¿Y eso no tiene que ver nada con Alfredo? —le pregunte a mi amiga riéndome.

            Tara se sonrojo de inmediato, desde que el primer año ha estado enamorada de Alfredo. Al parecer el sentimiento no era correspondido en ese momento o el chico era demasiado idiota en ese momento. Aún estoy buscando la mejor explicación para su actitud. Sé que han salido una que otra vez nunca ha formalizado.  Creo que la razón por la cual se ha vestido ha sido es porque tiene una cita hoy con él. Vale que la conozco de toda la vida.

—No es por él —dijo entrecerrando los ojos

— Voy a fingir que te creo —dije con ganas de reírme

            Tara me dedico una mirada fulminante y estalle en risa. Terminamos de desayunar y de lavar los platos como siempre ese es el trato que tenemos. Tara cocina y yo lavo los platos. Subí a mi habitación para buscar mi mochila, el celular y maquillarme sencillo. Baje las escaleras corriendo, apague todas las luces de la casa, tome mi abrigo y la sombrilla. Cerré la puerta y corrí hasta el auto en donde esta Tara ya con el prendido esperando por mí para ir a la universidad.

Entre al auto puse mis cosas en el asiento de atrás, me acomodé en el asiento del pasajero. Saque la carpeta que contiene mi investigación para intentar repasar todo antes de la presentación. No es que no lo hubiera hecho antes es que no tengo casi tiempo entre los estudios, el trabajo y los preparativos de mi boda con James Miller.

Si James Miller, el hijo prodigo de los Miller los dueños de las farmacéuticas más grandes en el mundo. No me mal entiendan, no lo presumo, es lo único que la gente me dice cuando lo presento. No me emociona cuando eso sucede, no me agrada, realmente me incomoda.

Salí de mis pensamientos cuando escuché a Tara gritar.

— ¡Ash tu teléfono! —grito Tara

— ¿Qué? — le pregunte, ella sólo se limitó a señal hacia mi celular.

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