Después de ese día no he vuelto a ser la misma, lo extraño no lo niego. Cuando estoy sola lloro o me encuentro viendo sus fotos o pensando en él. Una vez casi lo llamo, solté el celular y me tiré en la cama a sufrir. A veces quiero volver, pero no puedo aún sigo lastimada, no confió en el nada es igual. Me duele y he llorado más de lo que creí que podía.
Me fui de su casa y creo que besarle ese día me lastimo más, estaba algo ebria y no pensé. Aunque últimamente es algo que no estoy haciendo. En fin, regrese a casa de Tara para no estar sola, para no llorar todo el día. Shirley logro hacerme espacio en el primer grupo que se va al internado. Por eso estoy aquí rehaciendo mi maleta por última vez.
Tara se ira hoy conmigo y Nathan será ira en dos semanas con el último grupo. Esto porque Nathan va a terminar con Tara hoy. El día que fuimos a buscar mis cosas en casa de Marcus, mi amigo y Jesse se reconciliaron. Ambos decidieron que no comenzaran tan rápido por respecto a Tara. Nathan me conto los detalles, pero su emoción no le dejaba hablar claro.
A veces en mis momentos de debilidad le pido a Nathan que vea por Marcus. Desde que oficialmente nos divorciamos, es decir hace una semana, Nathan dice que Mark está peor. Me aseguro de que Jesse está pendiente de él. Y que Marcus no quiere que regrese porque sé que está hecho un despojo de hombre. Y ciertamente tampoco quiero regresar por eso por más que me duela. Para ser sincera no me hace feliz en la forma en que término todo. Muchas veces pensé en volver con él porque no negare que la idea se me ha pasado por la mente, pero mi orgullo aparece y alejo esa idea.
En fin, hoy me marcho al internado a comenzar una nueva vida. Eso me digo porque lo único que he hecho es intentar de convencerme de que todo será mejor.
— ¡Date prisa! — escuche a Tara gritar
—Ya voy— le grite
Termine de empacar mis cosas, cerré la maleta mire la habitación por última vez y baje la escalera. Me encontré con Nathan sentado en la sala con cara de pocos amigos y a su lado Tara con la misma expresión que él.
— ¿Qué sucede? — les pregunte
Ninguno de los dos contestos solo se miró y luego me miraron.
—Ash ¿Está segura de que quieres hacer esto?, ¿Estas seguras de que no vas a volver con Mark? — pregunto Nathan
— Ya tuvimos esta conversación antes y la respuesta sigue siendo la misma estoy segura de lo que estoy haciendo
— ¿No crees que tu decisión es muy radical? Es decir, entiendo estas enojadas y todo, pero lo amas —dijo Tara
—Si él les pidió que me hicieran cambiar de opinión están perdió su tiempo. Muchas mujeres se quedan en las relaciones que son toxicas porque les aman y esa no seré yo.
—No, él no nos pidió nada, solo te queremos hacer ver que estas a punto de dejar escapar tu felicidad por tu orgullo —dijo Nathan
—Gracias por preocuparse, pero ya tomé una decisión y no la voy a cambiar— dije
—Está bien, pero sigo pensando que está cometiendo un error del cual te vas a arrepentir más adelante.
—Quizás es muy pronto para decirlo—solté un suspiro— ¿Me ayudas a subir las maletas al taxi? —puse mi cara de niña buena, Nathan asintió y llevo mis maletas al taxi.
Nathan subió las de Tara también, me dedico esa mirada tan suya para pedir privacidad. Asentí y me subí al taxi. Vi cuando Nathan se acercó a Tara, entraron a la casa y minutos después esta salió llorando. Suspire, Nathan se quedó en la puerta de la casa y estoy casi segura de que está llorando. Tara termino corriendo hacia el taxi, pero dejo de llorar. Ella solo se sentó ahí y se puso los audífonos. Haciéndome sentir peor por no decirle cuando lo supe.
***
De camino al aeropuerto, pensé una y otra vez en lo que estoy haciendo. Todos me han dicho que estoy haciendo una locura y que actuó por impulso. Que no me detengo a pensar en nada ¿Y acaso no es lo que he hecho?, ¿Realmente quiero acabar todo?, ¿De verdad lo quiero dejar ir? Y la respuesta a todo es no.
Me cuesta demasiado, estoy herida y no quiero que jueguen conmigo. Necesito que no lo hagan, no quiero llorar por amor nunca más. Se que yo he mentido, que me he comportado como una tonta. No se puede esperar nadas de alguien que le teme a ser lastimada. Me alejo porque no quiero que este sentimiento crezca más. Temo que si sigo a su lado se me olvide vivir sin él y me pierda.
De hecho, no soportaría que al pasar del tiempo me enamore más de él y al final lo pierda. Que se dé cuenta que aun ama a su ex esposa y me deje. Eso me destruiría por completo. Y no es que ahora no lo este solo que duele menos que cualquier otro escenario. Igual tengo el corazón roto y mis ilusionas están por el suelo.
—Llegamos— dijo el taxista, me baje y con su ayuda baje las maletas.
Tara y yo seguimos hasta dentro del aeropuerto, pasamos todos los puntos de registro. Mi amiga no decía nada ni siquiera me veía a los ojos. Esperar a estar en la sala de espera para poder hablarle.
—¿Todo bien? ― le pregunte
― No, es decir Nathan acaba de terminar conmigo, dijo que se enamoró de alguien más y que prefería no lastimarme. Si el piensa que no lo hizo― se le quebró la voz― lo sospeche y ahora pues...― suspiro― conseguiré a alguien mejor ― dijo con unas lágrimas rodando por sus mejilla y media sonrisa.
Abracé a Tara, comenzó a llorar en mi hombro, la consolé hasta que pudo tranquilizarse.
***
Llevo una hora escuchando a Tara quejarse de la vida y del amor. Llevo una hora esperando que el avión despegue. Estoy intentando por todos los medios posible no pensar, pero mi mente siempre se encarga de torturarme. Trayendo recuerdos de la primera vez que estuve aquí con Marcus. Casi puedo sentir su mano sobre la mía y el olor a su perfume. Tara desapareció diciendo antes que iría al baño lo que significa va a llorar en privado.
Decidí callar mi pensamiento con música, busqué mis audífonos y el IPod. Lo puse en aleatorio y solo me salen canciones que me acuerdan a él. Como "Hiding My Heart – Adele" la canción menos adecuada para este momento como soy masoquista la sigo escuchando. Anunciaron que el vuelo va a despegar, visualice a Tara corriendo hacia mí para poder llegar al avión. Le seguí hasta el pasillo que sale a la pista, mire para atrás con la esperanza de verle. Como dice aquella famosa canción esperaba a que llegara con rosa para mí.
No pierdo la esperanza de que en cualquier momento llega y me dé la razón que necesito para quedarme. Para intentarlo, pero ya se le está siendo tarde para llegar. Y quizás no lo haga ¿Por qué lo haría? Es decir, yo lo deje, hasta más no poder. He ignorado todos sus intentos para la arreglar las cosas ¿Por qué vendría? Quizás ya se cansó. Ya se dio por vencido o quizás ya me olvido. Mire por última vez al pasillo, solté un suspiro me di la vuelta y acepte el hecho de que Marcus no llegara.
La gente comenzó a subir al avión, yo aún sigo en la fila esperando a que todos suban. Tara está a mi lado hablando de que lo primero que hará cuando aterricemos. La gente subí con lentitud, estoy luchando con mi impulso de mirar hacia la ventana de espera. Se que no está ahí y es tan estúpido que esté esperando que lo esté. Me acerque a la puerta del avión y el impulso me gano.
Marcus vino, está ahí parado con un ramo de rosas rojas. Mi corazón dio un brinco de alegría y sentí ganas de correr hacia él. Intente darme la vuelta, pero Tara me empujó hacia el avión y Marcus se fue. Si tan solo se hubiera llegado antes. Subí a ese avión sabiendo que si soy capaz de perdonarle porque estoy locamente enamorada. Y que me entere muy tarde de ello demasiado que no se si puede arreglar algo.
Subí a ese avión sin saber qué hacer, sin saber que me espera. Solo con la esperanza de que algún día si el destino quiere nuestros caminos se crucen de nuevo. Y que mis sentimientos sean más fuertes que mi orgullo. Solo hasta entonces amor mío, volveré a ser feliz, si no lo intentare.
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Dime Que Si
RomanceDime Que Si {antes La Propuesta}: Ashley Smith es una joven de 24 años de edad es estudiante de medicina en la universidad de Oxbli en Londres en donde cursa su último año de estudios gracias a una beca que consiguió. Todo era perfecto en su vida...