Epílogo.

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STAR

Trate de volver a quedar dormida pero mis necesidades fisiológicas de obligaron a separarme de mi hermosa cama, observe el despertador dándome cuanta que eran las 10:08 me dirigí al baño para satisfacer mis necesidades, al terminar me acerque al espejo para observar mi persona, mi cabello despeinado revelaba que la noche había sido algo salvaje con mi cama, pase mi mano por el cajón debajo del espejo, tome un cepillo y comencé a tratar de peinarlo, al menos para que parecía una persona normal, al dar la ultima cepillada en mi cabello rubio, mire la puerta del cuarto de Marco, después de todo el baño era compartido, decidí ir a verlo para ver como había despertado, abrí la puerta de madera, dejando ver un cuarto un poco desordenado y en el piso su traje de anoche, su cama estaba desocupada y sin arreglar, me pregunte donde se encontraría, supuse que había bajado a desayunar o algo, el sabe que siempre me despierto tarde los sábados y cuando bajo la familia Díaz ya esta desayunando pacíficamente.

Mi estomago gruño y provoco que lo sobará, comenzaba a tener hambre, no era mala idea bajar a comer un poco, abrí la puerta del cuarto de Marco para dirigirme a las escaleras y bajar, pero escuche una voz familiar, era Jackie.

— Adiós Marco — Escuche decir a Jackie.

— Adiós Jackie — se cerró la puerta.

Esta vez mis celos aumentaban, un mar de lagrimas se aproximaban, no entendía porque Marco me prometio estar conmigo si seguiría viendo a Jackie, me senté en el primer escalón de las escaleras, hasta que escuche que el castaño abria una hoja con mucho cuidado.

— Lista para pedirle a — rió tiernamente un momento — Star ser mi novia.

Tape mi boca del pequeño grito que estaba apunto de emanar de mi garganta, estaba inmovil, no podia creer que Jackie le diera esa hoja.

— Numero uno, llevarla a cenar. — mi corazón se aceleraba — Dos, hacerla reir — en mis labios se deslizo una sonrisa — Tres, esperar el momento perfecto — puse mis manos en mi pecho — Cuarto hacer la pregunta — mis mejillas se calentaron — Cinco, besarla. — quede en shock.

Mis latidos se aceleraron a algo inimaginable, mi respiración era cada vez mas difícil de realizar, todo mi ser estaba inmóvil sentada en aquellas escaleras, me di un golpe mental y subí con rapidez mis pies con pantuflas de color azul, no podía dejar que el supiese que ya sabia su plan.

Corrí hacia mi cuarto, me tire en la cama y fingí dormir, mi corazón latía y mi respiración era agitada, trate de calmarla colocando mis manos en mi pecho e inhalando grandes bocanadas de aire.

Unos pasos se escucharon afuera de mi habitación, la perilla giro y me dejo ver a un castaño con una sonrisa cautivadora.

— ¿Star? — pregunto asomando su cabeza.

— ¿Si? — fingí adormilada.

— ¿Te gustaría salir a cenar esta noche? — dio un vuelco mi corazón.

— Claro — abrí mis ojos.

— Solo que no salgas de tu habitación hasta las 8:00 pm

— Aguarda Marco, ¿Que? — me levante de mi cama.

— No salgas hasta las 8 pm, por favor — me suplico.

— Esta bien — suspire.

— Recuerda arreglarte para esa hora — me guiño.

Hidden: La verdad oculta Star vs. Las Fuerzas del Mal. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora