Capítulo 8

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Entro a la oficina de mi jefe y encuentro al niño sentado en la silla de su padre, mientras que la niña está en uno de los sillones.

-Hola niños que quieren hacer? pregunto.

-Yo no quiero hacer nada solo jugar con mi teléfono - dice el niño.

-Yo quiero jugar.

-Y a que quieres jugar?

-Podemos jugar a las escondidas?

-Pero aquí no hay mucho donde esconderse.

-No importa, tu cuentas y yo me escondo.... - sus ojos traviesos brillan.

-Esta bien, pero no debemos salir de la oficina de tu papi... Ok

-Ok... Comienza a contar... - dice.

-1,2,3,4,5,6,.....10 lista o no allá voy.

El niño me observa, pero no le da importancia. Comienzo a buscarla y la encuentro detrás de unos de los sillones.

-Aquí estás... - la agarro y comienzo hacerle cosquillas, ella se comienza a reír....

-Ahora tú... Ahora tú.... Yo cuento.

-Ok

El niño sigue viendo que el juego no es tan aburrido, pero no quiere participar aún.

-1,2,3,5,8,10 voyyyy.

-Apenas me dio chance de agacharme en el sillón que está frente al niño.

Cuando me vio salto sobre mi, perdí el equilibrio y caí sentada a la vista del niño. Por lo menos sonrió.

-Te encontré. - grita la niña.

-Shhhh - le digo - tenemos que estar calladitos.

Dylan me ve y vuelve a reír. Me levanto y les digo

-Quieren tomar algo? Puedo preparar chocolate frio o caliente, como lo quieren?

Frio dicen los dos al mismo tiempo, le extiendo mi mano a la niña.

-Me acompañas?

-Siiii.

Toma mi mano.

-Vienes? - le dijo a Dylan.

Se queda pensativo y acepta.

-Recuerden... No debemos hacer ruido, su papá está ocupado.

Comienzo a caminar en puntillas.

-Imaginen que somos agentes secretos y vamos a una misión...

Dylan vuelve a reír y pone los ojos en blanco. Creo que le caigo mejor, por lo menos se está riendo y no está tan serio como cuando llegó... Comienzan a caminar igual que yo.

Entramos a la cocina preparo el chocolate con el batidor de mano para no hacer ruido, ellas esperan sentados en el pequeño comedor. Sirvo en tres vasos y coloco galletas en un plato.

Se lo acabaron rápido.

-Podemos seguir jugando?

-Si... Pero no aquí. Limpio todo y volvemos a la oficina de su padre.

Nuevamente en la oficina Diana quiere jugar a certamen de belleza. Dylan desde la silla de su padre dice que el será el juez y decidirá quien será la reina.

Comienza la niña caminando por toda la oficina, con una mano en la cintura y con la otra lanza besos y saluda.

Cuando es mi turno, camino con estilo, girando y lanzando besos...

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